Redacción El País
Bebé reno es la nueva apuesta dramática de Netflix y viene dando de qué hablar. A tan solo seis días de su estreno, la serie ya está entre lo más visto y sorprende a los espectadores cuando se enteran de que está basada en una historia real.

Tiene siete capítulos, de aproximadamente 30 minutos cada uno, y su trama es inquietante. La crítica la está aplaudiendo con una aprobación de 100% en Rotten Tomatoes.

Bebé reno (Baby reindeer, en su titulo original en inglés) narra la problemática relación entre Donny Dunn (Richard Gadd), un comediante sin éxito, con su acosadora Martha (Jessica Gunning). Es a través de este vínculo que la serie explora el acoso como enfermedad mental, y temas como la soledad y la dependencia emocional.

Acá no hay una romantización del acoso como se encuentra en producciones como You. En cambio, aporta una mirada interesante sobre la salud mental, tanto del acosador como de la víctima, ya que en su arco narrativo apela a la empatía cuando muestra que todos poseen demonios internos.

Sorprende saber que la historia de Bebé reno fue vivida por su propio escritor y protagonista. Sí, Richard Gadd se inspiró en su propia experiencia tras sufrir la persecución de una acosadora.

Como cuenta el primer episodio de la serie, todo comenzó después de ofrecer una taza de té gratis en el bar donde trabajaba. El gesto terminó siendo el disparador para la invasión excesiva de su privacidad.

Así, una actitud simpática hacia una mujer desconocida, que parecía pasar por un mal momento, convirtió su vida en una pesadilla: a lo largo de cinco años Gadd recibió más de 41,071 correos electrónicos, 744 tuits, 350 horas de mensajes de voz, 106 cartas y 46 mensajes de Facebook.

Los mismos mensajes de la vida real se encuentran retratados en la serie: textos con errores gramaticales en inglés, insinuantes, insistentes y, a veces, de tono sexual. Gadd los incluye en diferentes momentos de cada episodio como si fueran prólogos, pausas o detonantes que permiten descubrir las dos caras de Martha: la vecina risueña que parece inofensiva en sus primeras interacciones, y la acosadora obsesiva que se escondía detrás del teclado.

La vuelta de tuerca está en que, debido a los traumas del protagonista, se crea una dependencia enfermiza en la propia víctima, que necesitará atención para tapar sus agujeros emocionales.

“Creo que la vida es una comedia dramática”, dijo Gadd a Tudum, ele evento anual que Netflix realiza para sus fanáticos.

“En algunos de los lugares más oscuros en los que he estado, de alguna manera he encontrado risas. Y algunos de los lugares más divertidos en los que he estado, incluidos los backstage de clubes de comedia con otros comediantes, también pueden ser los lugares más deprimentes. Siempre pienso que la vida es una mezcla de luces y sombras. Así que quería que Bebé reno fuera una mezcla de ambos”.