Cómo es "The Paper", la comedia del universo de la serie "The Office" que llegó a la plataforma HBO max

Protagonizada por Sabrina Impacciatore, Domhnall Gleeson y Oscar Nuñez, la serie se ambienta en el periódico The Toledo Truth Teller fue renovada para una segunda temporada.

Imagen de la serie "The Paper".
Imagen de la serie "The Paper".
Foto: Difusión.

The Paper, la especie de secuela de The Office, que llegó a la plataforma HBO Max está ambientada en un periódico local. El periodismo no debería tomar esto como un voto de confianza. The Office, después de todo, era una comedia sobre la decadencia, acerca de la compañía ficticia de papel Dunder Mifflin, cuyo antiguo eslogan -“Papel ilimitado en un mundo sin papel”- podía haber funcionado también como causa de muerte. Donde desapareció el papel, lo impreso lo siguió.

Pero The Paper trata también, de manera metatextual, de otra institución mediática cuyos días de gloria ya pasaron: la comedia inteligente y popular de NBC que había que ver sí o sí. Adaptada del original británico, The Office siguió la tradición de Cheers y Friends, rentables comedias en horario central.

The Paper, en cambio, está en HBO Max, pero sigue siendo el Dunder Mifflin de la televisión. En lugar de lanzarse en un codiciado horario, sus 10 episodios estarán simultáneamente. Como los periódicos, es solo una gota en un océano de contenido, y tendrá que pelear por atención.

¿Vale la pena? Bueno, hay buenas y malas noticias. The Paper, de los creadores Greg Daniels (The Office) y Michael Koman, arranca rápido, graciosa y competente, con un manejo fácil de su formato de falso documental. Pero ese mismo formato también es un problema: el show se siente demasiado como una versión de “fill in the blanks” de los personajes y dinámicas de The Office y series similares, sin una identidad firme propia.

La conexión con The Office aparece enseguida. El equipo documental que pasó nueve años filmando a Michael Scott y sus compañeros llega a las oficinas de Enervate, en Toledo, Ohio, la compañía que adquirió Dunder Mifflin y que produce productos de papel, desde periódicos locales hasta (mucho más rentable) papel higiénico. (El contador Óscar, interpretado por Oscar Nuñez, se mudó a Toledo, recordándole al público recurrentemente que están en el universo de una serie que solían amar).

Metido en un modesto conjunto de escritorios en Enervate está el personal del The Toledo Truth Teller, un periódico que en otra época ocupaba todo el edificio con 1.000 empleados. (Fragmentos de un falso documental dentro del falso documental lo muestran en su apogeo de la era Woodward y Bernstein en los años 70). Su nuevo editor en jefe, Ned Sampson (Domhnall Gleeson), un licenciado en periodismo que se dedicaba a ventas, llega para su primer día de trabajo, contratado para mantener vivo el diario gastando la menor cantidad de dinero posible.

Se le ocurre la idea de usar al personal administrativo existente, sin entrenamiento, como reporteros voluntarios, lo que introduce a un amplio conjunto de oficinistas peculiares. Los cambios que introduce también generan adversarios, como Ken (Tim Key), un ejecutivo de Enervate con un toque de David Brent de la The Office británica, y Esmeralda (Sabrina Impacciatore), la excéntrica editora de la edición digital sensacionalista del periódico.

El ancla del programa puede ser Mare (Chelsea Frei), una veterana del Ejército que escribió para Stars & Stripes y ahora pasa el tiempo arrastrando y soltando noticias como “Elizabeth Olsen revela su rutina nocturna de cuidado de la piel” en un diseño. Ella es, de alguna manera, en términos de The Office, tanto la Pam como el Jim del show: la soñadora talentosa desperdiciándose en un trabajo sin futuro, así como el alter ego del público que lanza comentarios sarcásticos a cámara. Frei la hace simpática con un toque de melancolía, como si hubiera salido de una serie más dramática y menos disparatada.

Pero Ned es un problema. La serie todavía no lo ha definido, de un modo que sugiere que todavía está descubriéndose a sí misma. A veces parece estar concebido como ridículo, un farsante contratado gracias a las conexiones de su padre adinerado y sin experiencia profesional en periodismo. Otras veces es un idealista ingenioso, aunque demasiado entusiasta, con instinto para improvisar una redacción desde cero.

Imagen de la serie "The Paper".
Imagen de la serie "The Paper".
Foto: Difusión.

The Paper puede ser muy divertida; un episodio en el que el personal se une para reseñar una avalancha de dudosos productos de consumo alcanza realmente un ritmo de slapstick. A veces el show se siente menos como heredero de The Office que como la comedia de gobierno municipal Parks and Recreation: la historia de excéntricos bienintencionados que hacen lo que pueden en una institución en crisis de financiamiento y credibilidad.

Lo cual nos lleva al periodismo en sí. Cualquier serie de TV sobre reporteros (The Newsroom, la temporada 5 de The Wire) es susceptible de morir por mil fact-checks de periodistas. No me sumaré a eso aquí. La televisión viene puliendo los detalles de la medicina, la policía y otras tantas profesiones durante décadas; los medios no tienen inmunidad constitucional frente a la licencia dramática.

La serie no romantiza exactamente el negocio de las noticias; su secuencia de apertura, sobre una alegre canción al estilo The Office, es un montaje de gente usando papel de diario para envolver comida o entrenar cachorros. Pero sí muestra afecto por los trabajadores dispuestos a hundirse con el barco de papel que hace agua. Ned describe editar un periódico como “tener deberes todos los días para siempre, hasta que el diario fracase y pierda mi trabajo”. Lo dice sonriendo.

Y The Paper sí parece haber hecho al menos algunos deberes sobre los problemas que enfrenta hoy el periodismo impreso. Una de sus observaciones es el grado en que los periódicos, para sobrevivir, deben ser en parte empresas de entretenimiento. (Divulgación completa: estoy escribiendo esto para la casa de Wordle). Óscar lo descubre mientras trabaja extra como creador de un rompecabezas tipo Sudoku, que resulta uno de los primeros éxitos del Truth Teller.

Esto, en cierto modo, refleja el desafío que enfrenta The Paper si quiere estar a la altura de The Office y Parks, ambas series que pasaron su primera temporada encontrando su voz y dominando a sus protagonistas. (The Paper fue renovada para otra temporada antes de su estreno). Puedes atraer al público con diversión y juegos. Pero el siguiente truco es saber qué historia quieres contar.

James Poniewozik, The New York Times

¿Encontraste un error?

Reportar

Temas relacionados

Max

Te puede interesar