¿Cómo es "The Studio", la comedia de Seth Rogen que batió records en los Emmy y no está disponible en Uruguay?

The Studio, la amable sátira (lo que es medio un oximoron) sobre Hollywood que se convirtió en una de las grandes ganadoras de los premios Emmya la televisión estadounidense, no está dispomnible en ninguna plataforma de streaming vigente en Uruguay, ya que es una producción de AppleTV+.

Su cocreador, Seth Rogen se llevó cuatro estatuillas solo para él por The Studio: como productor, actor principal, guion y dirección. En total ganó 13 estatuillas sumando los nueve en los Emmy que ganó en las entregas de los rubros técnicos.

Esa cosecha, la convirtió en la serie de comedia con una temporada más galardonada en la historia de los Emmy destronando a The Bear que consiguió 10 en 2022.

Adolescencia (Netflix) se impuso en todas categorías en las que era elegible (ocho) yThe Pitt (HBO Max) fue la mejor serie dramática, uno de sus cuatro Emmy. Severance ganó ocho y El Pingüino, nueve.

The Pitt se centra en los médicos, residentes y enfermeros que enfrentan un entorno difícil en un mundo posterior a la pandemia. Muchos profesionales de la salud la admiraron por retratar con precisión sus vidas profesionales, y el público también comenzó a sentirse atraído por ella.

Rogen interpreta a Matt Remick, el recientemente ascendido gerente de producción de Continental, un gran estudio de Hollywood que dirige un personaje llamado Griffin Mill (Bryan Cranston), el nombre del ejecutivo del cine que interpretaba Tim Robbins en la mucho más hiriente Las reglas del juego de Robert Altman.

Aunque sus aspiraciones son las de hacer gran cine, su primer proyecto es una película basado en el héroe de una marca de jugos de fruta.

Ni una historia maldita del producto, ni tener que mentirle a Martin Scorsese quien es capaz que sumarse al proyecto en uno de los episodios más comentados de esta primera temporada, lo va a amedrentar.

Creada entre Rogen y su habitual socio, Evan Goldberg, la serie tiene ocho capítulos de medio hora y entre ellos hay uno narrado en un único plano secuencia, un recurso original para una serie de su clase, y que es un guiño cinéfilo que la engrandece.

Foto: MICHAEL TRAN/AFP fotos

The Studio es, en definitiva, una suerte de carta de amor a Hollywood, a pesar de sus frivolidades, sus argumentos industriales y un ecosistema en el que la creatividad es vista con desconfianza y la superficialidad como un atributo.

En uno de los mejores episodios de la temporada, Remick llega a los Globos de Oro lleno de expectativas, solo para sentirse decepcionado al ver a influencers tomándose selfies en lugar de actores famosos que quieran hablar con él. Empujado a un lado por Charli D’Amelio, adopta un tono cansado: “Recuerdo cuando la alfombra roja de los Globos de Oro realmente significaba algo”.

Es una broma maravillosamente seca y absurda, que trata la parte más superficial de la temporada de premios con una gravedad ridículamente solemne. Pero también hace gracia porque Rogen dice la frase como si se esforzara por encajar en un papel que no le queda del todo bien: el de un hombre importante.

The Studio, que fue renovada para una segunda temporada, pertenece al género de sátira hollywoodense en el que personajes ficticios interactúan con celebridades reales que interpretan versiones presumiblemente más vanidosas y ruines de sí mismas (como Hacks).

Los visitantes ilustres de la serie incluyen, además de Scorsese, a Bryan Cranston, al director Ron Howard, Zoe Kravitz, Dave Franco y Anthony Mackie. Todos estuvieron nominados como intérpretes invitados; lo ganó Cranston.

“Pero lo que hace distintiva a la serie es su exploración de un tema más amplio y actual: el colapso del poder de los jefes en las industrias de prestigio”, escribió The New York Times.

“Hubo una reunión con un ejecutivo que nos estaba dando notas cuando éramos jóvenes, y dijo: ‘Entré en esto porque amo las películas, y ahora mi trabajo es arruinarlas’”, explicó Rogen a la revista Sharp; usó esa frase en el primer episodio. “Esa oración realmente nos resonó profundamente. Lo más importante es que empezamos a verla como algo muy cómico; es una dinámica muy graciosa si amás las películas y a la gente que las hace. Muchos de los que trabajan en los estudios solo quieren caerle bien a los cineastas, actores y guionistas, y quieren sentir que forman parte del lado creativo de las cosas. Pero, al mismo tiempo, constantemente tienen que hacer cosas para proteger su propio pellejo.”

Y ese es un buen resumen de The Studio.

En base a The New York Times y agencias