La Nación/GDA
A fines de la década de 1990, Xuxa, la Reina de los Bajitos, acaparaba toda la atención con el embarazo de su hija, fruto de su relación con el empresario, modelo y actor Luciano Szafir. Así, cuando Sasha Meneghel nació, su imagen dio la vuelta al mundo. No era para menos: la pequeña niña carioca era hija de la modelo brasileña, conductora y cantante infantil más exitosa de la región.

Hoy, la pequeña de cabellos dorados e inocente sonrisa, la “bajita” más importante en la vida de Xuxa, tiene 25 años, logró forjar una carrera al margen de la fama de su madre y está felizmente casada con su mejor amigo, el cantante de gospel João Figueiredo.

El 28 de julio de 1998, Xuxa daba a luz en un centro médico de Río de Janeiro a Sasha Meneghel Szafir. Junto a ella estaba el empresario, modelo y actor Luciano Szafir, el hombre que había conquistado su corazón. Sasha se convirtió, de inmediato, en el centro de atención. Incluso las primeras imágenes de la recién nacida fueron emitidas para todo el país en horario estelar a través del noticiero de TV Globo. Según la revista Veja, su nacimiento se convirtió en el más documentado de la historia de Brasil.

Con una madre cantante, conductora y empresaria dedicada por completo a su carrera artística, era imposible pensar que la heredera iba a elegir otro destino para su vida. Desde muy chica, Sasha tomó con naturalidad el hecho de estar frente a las cámaras. Hizo varias apariciones en los programas de su madre —incluso en la película Xuxa Requebra, estrenada en 1999—, hasta que en 2009 debutó en la pantalla grande en Xuxa en el misterio de Feiurinha, de Tizuka Yamasaki.

Pero no todo en la vida de la niña Meneghel Szafir eran los flashes: con claras habilidades para el deporte y capacidad atlética, Sasha también fue jugadora de voleibol en el equipo Club de Regatas de Flamengo. Incluso, en 2011, fue invitada por la Confederación Brasileña de Voleibol para participar de los entrenamientos con la selección brasileña Sub-19.

Decidida a entrar al mundo de la moda por la puerta grande, cuando terminó la secundaria en la Escuela Americana de Río de Janeiro —en 2016—, Sasha se mudó a Nueva York para estudiar en la exclusiva escuela de diseño Parsons. Su belleza y su forma de desenvolverse la llevaron de inmediato a convertirse en influencer.

De a poco, Sasha fue construyendo un nombre propio. A finales de 2016, debutó en el universo de la moda en el rol de diseñadora con una colección cápsula pensada en conjunto con Coca-Cola Jeans . “Estamos en la etapa de producción de piezas experimentales, pero nuestro objetivo es que mi colección lleve mi ADN”, aseguró la joven en diálogo con la revista Vogue. La línea de la hija de Xuxa llegó a las tiendas en febrero de 2017.

Desde aquel entonces, no solo los seguidores en su cuenta de Instagram empezaron a crecer a un ritmo acelerado —hoy cuenta con casi ocho millones y medio— sino que es frecuente verla en las pasarelas.

Así como desde muy chica supo lo que quería de su vida profesional, en el amor Sasha también apostó fuerte a muy corta edad: el 25 de mayo de 2021, con apenas 22 años, la modelo se casó con el cantante de gospel João Figueiredo, su mejor amigo. La ceremonia tuvo lugar a orillas del mar en la localidad brasileña de Angra dos Reis, a 150 kilómetros de Río de Janeiro.

Sasha y João, un año menor que ella, estaban comprometidos desde noviembre de 2020 y eligieron vivir en San Pablo, ciudad donde residen los padres del novio, después de conocerse cuando ambos vivían en los Estados Unidos. A la lujosa boda asistió un reducido grupo de personas, entre las que se encontraban Xuxa junto a otros familiares y amigos de la pareja. Para la gran celebración, Sasha lució un vestido blanco diseñado por ella misma y compartió varias fotos de la intimidad del festejo en sus redes sociales.

“Me casé con mi mejor amigo. Pasaré el resto de mi vida sonriendo a tu lado. Prometo amarte y cuidarte para siempre. Sasha Meneghel Szafir Figueiredo”, escribió en aquel entonces la novia en una publicación en las redes que firmó con el apellido de João.