Redacción El País
Karolina Marczewska, más conocida como "la polaca de Omar", volvió a aparecer en los medios al ser entrevistada en La Mesa de los Galanes (Del Sol FM). La comunicación se dio el viernes 12 de setiembre, justo en el aniversario número ocho de la muerte de Omar Gutiérrez, el comunicador que la hizo popular en la televisión uruguaya.
“Era un grande”, dijo con afecto, recordando a quien la bautizó con ese apodo cuando la invitó a compartir la conducción de La yapa en Canal 10. Su llegada a Uruguay se dio por amor: en 2011 conoció en Berlín a Diego, un uruguayo con el que inició una relación que la trajo a Montevideo en 2012.
Radicada desde entonces en el país, fue Omar quien le abrió las puertas de la televisión local y la convirtió en una figura reconocida.
Hoy, lejos de las cámaras, Marczewska vive en Ciudad de la Costa junto a su esposo. “Sigo viviendo en Uruguay, felizmente casada”, contó en la entrevista radial. Además, explicó que trabaja en marketing digital, aunque sin perder de vista su formación como periodista: “Me encanta el periodismo, pero el contenido y el branding tienen algo que ver también con lo que estudié”.
La “polaca” dijo que no ha recibido propuestas para regresar a la televisión y aseguró que disfruta de su presente laboral. “Si necesitan sumar audiencia al programa, me avisan”, bromeó.
Durante la entrevista también habló de la reciente tensión entre Polonia y Rusia por la violación de su espacio aéreo. Contó que sus familiares vivieron momentos de miedo: “Los niños estaban muy asustados. Resulta que esos drones se desviaron, aunque cueste creerlo. Lo que más tranquiliza es sentir el respaldo de la OTAN”.
Con humor, respondió preguntas más livianas de los conductores del ciclo: aclaró que en Polonia no existen ni el famoso “baño polaco” ni los “polaquitos” de las picadas, aunque confesó que le encantan.
También sorprendió con un dato curioso: en su país es furor una marca uruguaya de pegamento, que allá se comercializa como Kropelka y tiene un jingle que todo el mundo canta.
Karolina contó además que cada vez hay más polacos que eligen migrar a Uruguay y que ella se encarga de desmitificar falsas expectativas a los que le escriben buscando información: “Les digo que acá no hay aguas turquesas tipo Caribe. Me encanta Uruguay y quiero que vengan, pero tengo que ser sincera”.
El cierre de la nota dejó abierta una puerta inesperada: un oyente escribió contando que trabaja para la empresa que produce ese pegamento, y ella se entusiasmó: “Me encantaría trabajar para esa marca. Es mi trabajo soñado llevar La Gotita al mercado polaco”.
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