Redacción El País
Son días de mucha exposición, más de la cuenta, para Natalia Oreiro, que acaba de estrenar la nueva temporada de La Voz (Canal 10), y que este jueves lanzará en cines la película de comedia que la tiene de protagonista, Casi muerta, que dirige el también actor argentino Fernán Mirás.

La película sigue al personaje de Oreiro, que acaba de descubrir que, por una enfermedad, tiene solo un mes de vida por delante. La trágica revelación le hará replantearse todo y cambiar la forma de vivir.

A propósito de esa trama, en una entrevista promocional que realizó con el programa Implacables del canal argentino El Nueve, la actriz uruguaya fue interrogada respecto a cómo la maternidad influyó en ciertos miedos, y sorprendió con la respuesta que dio.

"Como le pasa a tu personaje, con la maternidad y que aparezcan ciertos miedos a la hora de hacer ciertas cosas —tirarte de un paracaídas, no sé—. ¿Te pasa a vos con la llegada de Atahualpa?", quiso saber la periodista. Oreiro tiene un solo hijo, Merlín Atahualpa, de 11 años y fruto de su relación con el músico Ricardo Mollo, cantante y guitarrista de la banda Divididos.

Con la sinceridad que la caracteriza, la también cantante y conductora respondió sin rodeos: "Sí, ni que hablar. No puedo pensar en la muerte, porque al tener un hijo y sentir que no voy a estar para él, es algo que me atraviesa. Quizás si me preguntabas algo antes de ser mamá, no era algo que me importara".

Entonces, Oreiro reveló qué actividades dejó de hacer desde que es madre: "Hacía trapecio, un montón de cosas que hoy las veo altamente riesgosas, que hoy dejé de hacerlas". Y aclaró: "No por él: por lo que a mí me pasa en relación a eso".

Nati, como se la apoda popularmente, tiene 46 años y a lo largo de su carrera ha realizado personajes con fuerte exigencia física; uno de ellos, en la telenovela El deseo (2004), era una artista de circo que implicaba la realización de osadas acrobacias en telas y otros dispositivos en los que supo lucirse.