Redacción El País
Un informe del programa La pecera (Azul FM) reveló las irregularidades de la casa de la ahora exministra Cecilia Cairo, quien terminó renunciando en medio de una tormenta política, la primera del gobierno de Yamandú Orsi.

Una vez que el mandatario aceptó la dimisión y declaró el caso como "tema resuelto", Ignacio Álvarez se pronunció en redes sociales.

"Bien Yamandú por la decisión. Pero el tema no está resuelto. Lo que evitaste después de tres largos días de apoyo a Cairo, y luego de que el mismo martes en que di la información y simplemente le dijeras 'regularizá tus cosas y listo el pollo', el pueblo te hizo ver qué cosas son TAN IMPORTANTES, a diferencia de lo que habías dicho", expresó en X en una referencia por elevación al encontronazo que tuvo el periodista con el entonces candidato del Frente Amplio a pocos días de las elecciones. "Ahora hay que ver cuántos otros muertos hay en el ropero, para haber llegado a Presidente con el slogan de 'Que gobierne la honestidad'”, prosiguió.

Aquel día, en las afueras del Grupo Magnolio, Orsi le dijo al comunicador: "no sos tan importante", luego de negarse a insistentes pedidos de una entrevista de parte de Álvarez.

En Instagram, el periodista también se pronunció con una valoración crítica de la decisión de desplazar a la ministra de VIvienda.

"Orsi no tenía más remedio. El costo político de mantener a Cairo no lo justificaba. Tenía mucho más para perder que para ganar. Y menos a semanas de las elecciones departamentales y con ilegalidades tan groseras justificadas con argumentos vergonzosos para un ministro. Además habría sido abonar la idea de que el Presidente es vacilante y confirmar las sospechas de que no es quien manda. Sea quién sea que haya tomado la decisión, es lo que correspondía hacer, así como lo más conveniente", expuso.

El informe de Nicolás González Keusseian en La pecera expuso que la casa donde vive Cairo en Pajas Blancas no está declarada en catastro, tiene deudas de impuesto de Primaria y paga contribución como terreno baldío. Ella reconoció la irregularidad y se comprometió a regularizar la situación, aunque esas primeras explicaciones no bastaron para apagar las críticas externas e internas.