Redacción El País.
Iliana Da Silva fue la entrevistada este fin de semana en Abran cancha (Del Sol FM), donde se repasó su carrera y hubo momentos de alta emoción vinculadas a la historia familiar de la comunicadora, cuyos tíos fueron desaparecidos durante la dictadura militar. 

Pero también participó del encuentro el marido de la conductora de Telemundo y Las cosas en su sitio, Conrado Ramos. El político y actual director de la  Oficina Nacional de Servicio Civil envió un audio sorpresa al programa con un mensaje cargado de amor.

"Bueno amor, nunca había hecho esto. Pero vivir contigo es una sorpresa diaria", se escucha el doctor en ciencias políticas quien también trabajó en OPP durante el primer gobierno de Tabaré Vázquez. En 2014, políticamente, pasó a filas del Partido Independiente.

"Tenemos una vida preciosa, con dos payasos como vos y Martín, que me hacen reír permanentemente", añadió Ramos mientras Da Silva lo escuchaba con atención y con emoción.

"Sos una mujer admirable... te inventaste a ti misma, trabajando desde muy chica. No parás. Sos curiosa, sos protectora. Sos una madre completa, para Martín y para mí también", añadió el jerarca.

Luego destacó el compromiso social de la comunicadora y su pocas virtudes para el manejo del dinero. "Sos desordenada. No sos buena para la guita. Pero no es compatible con el compromiso social que tenés. Por lo tanto, prefiero que tengas ese compromiso", dijo.

"Sos una mujer muy cariñosa, amiga de tus amigos, una amante excepcional. Un beso enorme", concluyó Ramos.

Da Silva y Ramos llevan varios años juntos. Se casaron en 2016 en una descontracturada e íntima boda. Ella es madre de Martín, de una relación anterior con el artista de Carnaval Diego Bello.

Otro de los momentos emotivos de la entrevista de Abran cancha se produjo con el mensaje que le envío su primo Carlos, nacido en cautiverio en Buenos Aires, bajo el régimen militar. "Aprendimos a querernos y empezamos a descubrir una relación que no solo es de primos, sino de amigos y hermanos. Siempre que podemos nos vemos y nos elegimos permanentemente", dijo el hijo de sus tíos desaparecidos.

Carlos conoció su identidad real y su historia familiar cuando tenía 17 años y desde entonces, se reencontró con su familia en Uruguay. Sigue viviendo en Buenos Aires.