Polémica entre Fernando Frontán y Petinatti por caso Penadés: "No creo que las personas sean execrables"

Redacción El País
Fernando Frontán fue el protagonista del espacio de la entrevista en Malos pensamientos, donde Orlando Petinatti le propuso un recorrido por su trayectoria como activista de la diversidad, pastor evangélico y panelista de varios programas televisivos, entre ellos Debate abierto, Polémica en el bar y Esta boca es mía.

En cierto pasaje, surgió el caso de Gustavo Penadés, encarcelado y acusado de varios delitos de abuso sexual. Para sorpresa de Petinatti, Frontán no recargó las tintas en condenar al exsenador nacionalista como persona, pero sí respecto a las actos de los que se lo acusa.

"Siempre supimos (que era gay) y respetamos que él decidiera no salir del armario", comentó en referencia a Penadés. Añadió que el legislador ayudó a la comunidad gay en su momento para avances legislativos en la conquista de derechos. "Lamenté que nunca saliera del armario y en el Parlamento. Él tuvo el minuto de gloria que se perdió cuando hizo un discurso porque votó a favor del matrimonio igualitario. Luis Lacalle Pou no lo votó", comentó.

Respecto al proceso judicial, Frontán comentó: "No me sumo al caballo de acusar a alguien cuando está caído. No estoy de acuerdo con el trabajo sexual con menores, pero yo no juzgo a la personas, juzgo los actos", añadió.

Petinatti lo llamó a extenderse en este concepto e incluso hizo la comparación con los actos delictivos cometidos por los exponentes del nazismo.

Foto: captura

"La persona que incurre en un acto delictivo comete delito. Pero hay un principio anterior y es que la justicia te condena y la sociedad te rehabilita. Puede que tú no cambies, pero persona seguís siendo", comentó.

"Es lo mismo que pasa con un criminal, con un homicida. El acto es execrable, la persona humana, en principio, no", complementó. Petinatti quiso marcar distancia de este concepto: "Es tu posición, no la mía".

Frontán concedió en que no deseaba imponer a los demás su pensamiento, pero aclaró que desde este lugar puede trabajar con adictos en rehabilitación, algunos de los que han cometido delitos graves.

"Elijo esto porque me da el elemento para no juzgar a nadie. Puedo darle la mano a todos. Puedo estar con personas que han cometido delitos gravísimos. Son delitos siempre y generan un daño que no se justifica porque seas adicto. Pero tú tienes derecho a cambiar. No juzgarlos me hace caminar al lado de ellos y he visto que han hecho procesos de rehabilitación", añadió.