Valeria Lynch, antes de su particular festejo de cumpleaños en Uruguay: "Hay que tirarse a la pileta"

"Para mí, trabajar es una fiesta", asegura la cantante argentina que este domingo, el día de su cumpleaños, se presentará en vivo en Punta del Este. En esta nota confirma su vuelta a "La voz" y más.

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Valeria Lynch.
Foto: Difusión

En su última canción, “Qué poco saben de mí”, Valeria Lynch (71) canta sobre la resiliencia. Canta, y es como si cada palabra la estuviera atravesando, sobre aquellos que pensaron que ya estaba acabada, sobre las caídas, los tropezones, los momentos en que su luz pareció haberse apagado. Es, como la mayoría de las piezas de su repertorio, una canción sentida y emocional, que exige entrega.

Sin embargo, cuando Valeria Lynch habla por teléfono, desde su casa en Buenos Aires, nada en ella parece apegarse a esa afectividad. Cuando no está interpretando una letra es más bien un torbellino de energía, una fuerza que tiene que tomarse unos segundos para pensar cuáles y cuándo son sus momentos de descanso. “Para mí trabajar no es un peso: es una fiesta”, dice en charla con El País la mujer que este domingo, en Uruguay, va a festejar su cumpleaños 72 ante el público, arriba de un escenario.

El 7 a las 21.30, Lynch se presentará en Enjoy Punta del Este con su banda de músicos locales, su pareja Mariano Martínez, los invitados Federico Garat y Paola Hernández de la última temporada de La Voz, y los clásicos que marcaron toda una carrera. Las entradas están en SuTicket.com y con esa excusa, esta charla.

—¿Cómo te pega el paso del tiempo?

—Ya mal no me pega. Pasé la etapa de los 40, los 50, ya estoy en una edad en la que solo agradezco un año más. Soy una persona adulta, pero tengo un corazón de persona joven. Debe ser por las escuelas, por el encuentro cercano con tantos jóvenes; tengo 40 escuelas, incluida una en Montevideo, y estar siempre en contacto con jóvenes te hace sentir de esa manera. Y además por espíritu, por esencia. Mi madre falleció hace un tiempo, a los 96 años, y tenía una polenta, una garra, una energía... Yo creo que sigo sus pasos.

—Este festejo no es la única particularidad de tu recital en Enjoy. Vas a compartirlo con tu pareja, Mariano Martínez, con tu campeón de La Voz, Federico Garat...

—(Interrumpe) ¡Sí! Y va a estar otra de las participantes de La Voz, que me conmovió mucho porque es una artista callejera, Paola Hernández. No llegó a la final ni nada, pero es una gran cantante y me conmovió su historia: lucharle a la vida, estar dispuesta a dar lo mejor en la calle, ¿entendés? Y una forma de darle un lugar es invitarla a mis shows. Y también a Fede, que es una persona con un talento enorme. Y Mariano, bueno, aporta muchísimo porque es —a él no le gusta que diga esto— el director artístico, en una banda de músicos uruguayos increíbles. A lo mejor la gente no sabe todo el trabajo que hace para llevar adelante este espectáculo. De la mano de él camino segura, en la vida y el escenario.

De la mano de él camino segura, en la vida y el escenario

—¿Qué has aprendido de esta banda de músicos uruguayos que te acompaña desde hace dos años?

—Es un gran hallazgo que me conecta mucho con el talento uruguayo, lo mismo que me ha pasado con mis compañeros en La Voz. Al Negro Rada lo conozco desde los setenta, y el programa me dio la posibilidad de conocer más a la persona; lo mismo con Lucas Sugo, con Agustín (Casanova). Y tengo la suerte de que me llamen para compartir escenario un montón de músicos: Martín Buscaglia, Ale Spuntone, Fabián Marquisio...

—Cada uno de un estilo bien distinto. ¿Por qué crees que te acoplás tan bien a tantos proyectos artísticos?

—No lo sé muy bien, supongo que el hecho de interesarte en otros estilos da la posibilidad de abrir la cabeza, y lo hago desde que empecé en esto. Porque creo que un artista no tiene techo, no tiene límites; uno mismo no sabe a dónde puede llegar. ¡Ojo que a mí me encanta lo que hago! Pero para crecer, para seguir teniendo proyectos como cantante, hay que tirarse a la pileta. Eso es: yo lo hago. Después veo qué me pasa.

—Además del caso de Paola Hernández, en La Voz 2023 se te vio muy sensibilizada ante muchas historias y versiones. ¿Qué porcentaje se lleva la emoción en este camino de la música?

—Yo creo que van de la mano, la música y la emoción son una sola cosa. Cuando yo canto “Piensa en mí” parece una canción simple, cotidiana; sin embargo, la gente, que tiene una historia con esa canción, se emociona, se siente emocionada. Porque las letras tienen sentido, dicen algo, te tienen que dejar una enseñanza, aunque sea una frase que vos recuerdes; para eso escribe el autor: para que sus letras se queden en el tiempo. Fijate que yo hago canciones que tienen 30, 40 años, y no han pasado de moda. ¿Pero por qué? Porque se maneja la emoción. La canción es un 50%, pero lo que vos le pongas es el resto, y es lo mejor que te puede pasar. Emocionarte.

—Este año, por ejemplo, cumple 40 uno de tus discos clave, Cada día más...

—(Interrumpe) ¿40 años ya? ¡Dios mío! “Me das cada día más” es una canción que se reinventa constantemente, que yo no puedo dejar de hacer. Es una de mis canciones más escuchadas, y así me pasa con un montón: “Señor Amante”, “Qué ganas de no verte nunca más”, “La extraña dama”, “Mentira”, “Piensa en mí“, “Ámame en cámara lenta”... ¡Son todos éxitos! Y la gente hace que eso sea posible. Si vos vieras lo que son mis plateas cuando hago un show... Hay gente de mi generación, gente de mediana edad, gente muy joven, hay de todo, ¿entendés? Qué privilegio llegar a ser tan popular que abarcás todos los públicos. Entonces para mí las canciones siempre son nuevas, son un estreno cada vez.

—¿Volvés a La Voz?

—Vuelvo a La Voz, y agradezco a Canal 10 la posibilidad de seguir con algo tan lindo, un programa que me gusta tanto, y de conocer a un montón de artistas desconocidos que, en el día de mañana, van a decir que aporté un pequeño granito de arena para que ellos caminaran por este camino tan difícil. Que no es nada fácil, te digo. Pero es hermoso.

—En tu última canción, “Qué poco saben de mí”, se habla mucho de superar las crisis. “Me caí y me levanté más de una vez”, decís en un momento. En los momentos difíciles, ¿la música te ha terminado sacando? ¿Qué es lo que te empuja adelante?

—Primero, mi predisposición. Hay mucha gente que se hunde en el pozo y no sabe cómo hacer para salir. Yo tengo ese poder de resiliencia que me da una energía especial, y cuando tengo un problema me propongo salir. Y sin dudas que la música es lo más sanador que te puede pasar; por lo menos a mí, en una situación difícil, la música me ayuda muchísimo a resolver. Y es así, cuando tu modo de comunicarte con el mundo está al alcance de tu mano, que se hace un poquito más llevadero. Pero generalmente me baso en mí misma: no me dejo caer fácilmente.

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