Por Rodrigo Guerra
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El sábado 11 de marzo, Óscar Collazo vivió uno de los momentos más importantes de su carrera. Ya habían pasado unos meses desde su triunfo en La Voz Uruguay, el reality show de Canal 10, pero lo que estaba a punto de vivir superaba todo lo anterior. “Fue la primera vez que me temblaron las piernas y estuve casi al borde del ataque de pánico”, le comenta, entre risas, a El País.

Es que aquella noche de calor veraniego, el cantante de 36 años estaba a punto de dar el paso definitivo: cantar en el Estadio Centenario junto a Lucas Sugo y la Orquesta Filarmónica de Montevideo. “Me acuerdo que Lucas estaba cantando ‘Cuando cante el gallo azul’, y me empezó a dar calor porque después me tocaba a mí”, relata. “Pero cuando llegó el momento de salir al escenario, recibí el cariño de la gente y se me fueron todos los nervios y la ansiedad. Lo disfruté muchísimo”.

Entonces, Collazo irrumpió en escena para interpretar “Lluvia”, uno de los momentos clave de la noche en que la charanga llegó al Centenario. Cantó al frente de la Filarmónica, armonizó con Sugo, y se llevó una de las ovaciones más grandes del concierto. Fue un momento sumamente emotivo. “Estaba feliz de la vida”, recuerda y enseguida dice: “Lucas es mi padrino artístico y siempre voy a estar agradecido con él”.

Durante su entrevista con El País, el cantante menciona varias veces la importancia del autor de “Cinco minutos” en su camino. “Lucas fue mi coach en La Voz Uruguay, y cuando terminó el programa me podría haber dicho: ‘Hermano, éxitos en tu camino; ahora te toca a vos’”, asegura. “Sin embargo, me sigue guiando y, además del Centenario, me invitó a cantar en el Luna Park”.

En ese concierto, que se celebró en diciembre con entradas agotadas, Collazo interpretó “Universo paralelo” de Nahuel Pennisi, y estrenó “La clave”, un dúo con Sugo que se publicará próximamente.

Pero esa no es su única canción junto a Lucas. En marzo se publicó “Déjame”, un dueto entre artistas que marca el inicio de la carrera solista de Collazo. Editado a través de Universal Music Uruguay, es un buen reflejo de la personalidad musical del ganador de La Voz Uruguay. La canción inicia como un reggaetón lento, se transforma en una charanga y concluye como una balada con arreglos de cuerdas y sentidas frases de una guitarra eléctrica. Es una prometedora carta de presentación.

“La compuse con la necesidad de volver al romanticismo; siento que hace falta un poco de cursilería, de hablar de lo lindo que es estar en pareja”, explica. “Déjame’ habla de alimentar el amor sin tener vergüenza y sin la necesidad de hablar del físico del otro ni de un deseo que se pase de la línea, por eso la letra dice: ‘Déjame hablarte de amor con mis palabras, / Déjame tocarte el corazón y el alma””, explica.

Collazo, que se define como una “persona cristiana”, siente que tiene que ser un “referente positivo” para sus oyentes. Esa actitud, analiza, es la que le permitió triunfar en La Voz Uruguay. “No solo importa lo que uno hace en el escenario, también cuenta cómo uno se muestra en el día a día y cómo elige expresarse. Creo que la gente vio en mí a un chico que quiere ir por el buen camino, y cuando compongo una canción trato de hablar del amor, de la esperanza y de los buenos valores”.

El cantante, que además trabaja en OSE, dice que es “deudor” de aquellos que lo votaron para que ganara el certamen. “Tengo que retribuirles todo ese cariño a través de lo que mejor sé hacer, que es cantar”, comenta. Además de la visibilidad, haber triunfado en La Voz Uruguay le permitió firmar con Universal Music para lanzar “Déjame” y le otorgó un premio de un millón de pesos. “Fue de gran ayuda porque me ayudó a mimar y arreglar mi casita, y además a poder invertir en la música”, dice sobre el dinero recibido.

Ahora que “Déjame” ya se publicó y que “La clave” está por editarse, Collazo está listo para el siguiente paso en su carrera. “Yo canto con el corazón y espero conectar con quienes me escuchan; quiero transmitirles todo lo que siento”.