Dedicó dos años a hacer un disco de 19 minutos y hoy firma uno de los debuts uruguayos más llamativos de 2025

Un capítulo de una sitcom, un videojuego y una certeza se mezclan en "Tu perdedor favorito", primer disco de Mateo Roswell, que lo presenta en vivo el 20 de setiembre en El Chamuyo. Sobre eso, esta charla.

Mateo Rosswell
Mateo Roswell en vivo.
Foto: Marcos Guiponi

Es difícil saber a ciencia cierta cuándo empieza esta historia. Lo bautizaron Mateo en honor a Eduardo, el genio de la música uruguaya con el que su padre, Andrés Wels, había compartido muchas horas. Creció viendo a Andrés en proyectos con Carlos Darakjian o Fernando Ulivi. Pasó la adolescencia en un apartamento en 18 de Julio en el que había una habitación, “el cuartito nuevo”, destinada a escuchar música. Todavía piensa en ese lugar —luces bajas, un puf, un sistema de sonido que nunca más tuvo y discos de Sui Generis, los Beatles, Fito Páez, Alan Parsons Project, tantas cosas— como un refugio, como un resguardo.

Pero aún rodeado de canciones, Mateo Wels resistió. Los intentos de su padre fueron todos fallidos: estuvo negado a la música, hasta que fue inevitable.

Con 17 o 18 años empezó a tocar “autotutelado”. Después tomó clases y muy rápido volcó todo al acto creativo. No le interesaba hacer covers: le interesaba, dice a El País, explorar el mundo interior. Se fascinó por los Smashing Pumpkins, Depeche Mode y luego Carmen Sandiego, Alucinaciones en Familia, Julen y la Gente Sola. Su escuela fueron Y Los Nombres Comunes, aquella banda de Jhona Lemole, donde aprendió de qué se trata ser músico autogestivo en Uruguay. Así nació Mateo Roswell, el proyecto solista que lanzó uno de los discos debuts más frescos de 2025: Tu perdedor favorito, que también es un videojuego, capítulo de una sitcom y, pronto, show en vivo.

Lo presentará el sábado 20 de setiembre en El Chamuyo y las entradas están en venta en MiEntrada.com. Promete banda completa, varios invitados, experiencias interactivas y “un acto de presentación y cierre” distinto a lo que se podría esperar de un recital. “Estoy experimentando. No me estoy quedando en un lugar conservador”, dice. “Entonces estoy entusiasmado de ver qué sucede”.

Producido por Luis Angelero, Tu perdedor favorito es un disco que, en clave de autoficción —“reírme un poco de mí es parte de mi búsqueda artística”, dice—, traduce un quiebre personal en siete canciones que funcionan como el capítulo de una serie que, al menos por esta vez, no pone el foco en el protagonista más obvio.

Es un disco pop multicolor, con matices rockeros, citas a Beck y a Senfield, risas de televisión y rebosante de un humor que camufla un par de puñaladas. Alguna vez, Mateo Roswell (que además toca en Naoko) escribió: “¿Qué me dirían si les dijera que trabajé dos años enteros en 20 minutos de música?”.

Dura exactamente 18 minutos con 50 segundos.

“Hace dos años tuve una mudanza muy movilizadora y realmente me sentía un perdedor, y sentía que, en definitiva, era inevitable perder. Que esa es una de las certezas de la vida. Entonces creo que este disco es una búsqueda de hacerle sentido a ese sentimiento, y que sea algo que nutra, que sirva de germen de algo. Y en esa búsqueda de sentido, va surgiendo la respuesta natural ante la certeza de perder, que es volver a intentar”, asegura. “Me parece que ese es el hallazgo fuerte del disco: que perder es inevitable y que reintentar vale la pena. Eso es lo que descubrí: que reintentar vale la pena”.

En última instancia, Mateo Roswell, como proyecto, es un espacio de descubrimiento. Lo bautizó como el caso más popular de la ufología porque, dice, hay una verdad que se oculta de nosotros y él quiere encontrarla, aunque probablemente sepa que esa misión también está condenada al fracaso o, mejor, a la eterna revancha.

¿Encontraste un error?

Reportar

Te puede interesar