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Conociendo Rusia en el Sodre: crónica de un espectáculo con original apuesta visual, lleno de intimidad y magia

Mateo Sujatovich llevó su proyecto solista este domingo al Auditorio del Sodre. Durante 90 minutos demostró porque es uno de los nombres más fuertes del rock argentino en la actualidad.

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Mateo Sujatovich en el Sodre.
Mateo Sujatovich llevó su proyecto solista Conociendo Rusia al Auditorio del Sodre.
Foto: Federica Martinez @federicamph

En escena están el piano, el micrófono y la guitarra. Atrás, pantallas con visuales que recrean una habitación hogareña con aire noventoso. De repente, las luces se apagan y se escucha el sonido de pasos, teclas de piano y una copa llenándose. El público, que aguarda ansioso en el Auditorio del Sodre con gritos de “Te queremos, Ruso”, aplaude cuando Mateo Sujatovich se sube al escenario con un elegante traje azul.

Abre el show con “Luces de neón”, el primero de los 21 temas que hará el domingo 26. De pronto, la habitación proyectada detrás del cantante empieza a expandirse: hay un juego de imágenes que da profundidad al escenario y el cuarto se transforma en un inmenso corredor. Desde allí, los presentes nos damos cuenta de que lo que presenciaremos esta noche no será apenas un recital intimista al que Sujatovich nombró Solo, sino un espectáculo con una original apuesta visual a través de pantallas que, en algunas canciones, proyectarán la silueta del músico. Cuando eso pase, sonarán acompañamientos armónicos pregrabados y perfectamente sincronizados.

Conociendo Rusia presentó "Solo".
Conociendo Rusia presentó "Solo".
Foto: Federica Martinez @federicamph

“Este es el teatro más lindo en que me presenté. No saben lo que es verlos desde acá”, dice en su primer ida y vuelta con el público. Es uno de los nombres más fuertes del rock argentino actual y la sala llena constata, también en Uruguay, su buen momento.

Para el segundo bloque de canciones, que empieza con “Mi casa es tu casa”, la silueta de la proyección gana protagonismo y el artista cuenta, como quien da contexto a una historia, que su sombra “se independizó”. Luego se pasa al piano y para cuando empieza “La luna”, lo que aparece al fondo es un cielo lleno de estrellas. De repente, una luna baja y se acerca al instrumento, ilumina todo y parece replicar la que brilla, llena e imponente, afuera del Sodre. Más tarde, “A la vez” es coreada desde la platea baja hasta los anillos del auditorio. El cariño que Conociendo Rusia genera en su público se escucha, se ve y se siente.

Mateo Sujatovich al piano en "Solo", su concierto más intimo.
Mateo Sujatovich al piano en "Solo", su concierto más íntimo.
Foto: Federica Martinez @federicamph

El recital sigue y las pantallas vuelven a ser aquel dormitorio acogedor para “Tu encanto”, canción que grabó junto a Fito Páez y que la gente acompaña con palmas. Luego, el músico uruguayo Paul Higgs —quien teloneó el concierto— regresa para interpretar “Bajo la rambla”, hit de Los Perros. El show se acerca al final y Sujatovich, con una guitarra de 12 cuerdas, interpreta “Montaña Infinita”, “Disfraz” y “Mundo de cristal”; termina el bloque con “La dirección”, canción que da nombre a su último disco y que deja algunos en el público conmovido hasta las lágrimas.

El Ruso cierra el concierto con “Quiero que me llames”, agradece y se va con una ovación de pie. Minutos después, y bajo un coro que grita su nombre una y otra vez, regresa con “Cabildo y Juramento”, uno de los grandes hits de su cancionero. Se despide con la tierna y pegadiza “Loco” y, visiblemente emocionado, termina el show con una promesa al Uruguay: “Siempre voy a volver”.

El público prendió la linterna de sus celulares para acompañar "Quiero que me llames".
El público prendió la linterna de sus celulares para acompañar "Quiero que me llames".
Foto: Federica Martinez @federicamph

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