Rodeada de polémica, El aprendiz se concentra en los años formativos de quien luego sería presidente de Estados Unidos, y quiere volver a serlo, Donald Trump. En el centro está su vínculo con Roy Cohn, abogado y facilitador conservador, que está más cerca de un mentor de villanos que de un formador de presidentes.
En la película, Trump (un Sebastian Stan para Oscar) empieza lidiando con los renuentes inquilinos de los edificios baratos de su padre. Tiene sueños y pocas habilidades: es un muchacho de aspecto y modales de provinciano.
Algo ve Cohn (Jeremy Strong, el de Succesion, muy bien) un sujeto complicado cuyo mayor cocarda es haber sido el responsable de la ejecución de los simpatizantes comunistas, Joel y Ethel Rosenberg en plena Guerra Fría. Es un cretino promiscuo pero un maestro del que Trump se aprovecha para luego traicionar.
La película cuenta ese encuentro y el ascenso de Trump, quien es mostrado como un emprededor inocente y luego un empresario impiadoso, megalómano y egocéntrico. Algunas de esas actitudes permite vislumbrar lo que serían luego algunas de sus actitudes como político.
Se incluye una ya denunciada violación de Trump a su esposa Ivanka (Maria Bakalova), algo por lo que el expresidente amenazó con demandar a la película.
Dirige el iraní-danés Ali Abbasi (Holy Spider) quien aporta sus virtudes visuales a lo que termina siendo una comedia política sin política.
El aprendíz ( * * * *) Título original: The Aprentice. Director: Ali Abbasi. Guion: Gabriel Sherman. Fotografía: Kasper Tuxen. Música: David Holmes, Brian Irvine, Martin Dirkov. Con: Sebastian Stan, Jeremy Strong, Maria Bakalova, Martin Donovan, Catherine McNally, Charlie Carrick, Ben Sullivan, Mark Rendall. Duración: 140 minutos. Estreno: 24 de octubre, cines.