Redacción El País
La televisión y el arte no eran una opción para la conservadora familia de Victoria Rodríguez. Ella, sin embargo, imitaba y cantaba frente al espejo desde chica. Aunque estudió Traductorado Público para cumplir con el mandato familiar, la pulsión artística se mantuvo y, apenas tuvo la oportunidad, se presentó a un casting en Canal 12 y quedó.
Ingresó a la televisión como parte del recordado Oxígeno hace 32 años, junto a Fernando Tetes, Alejandro Figueredo y un gran equipo. Desde entonces, no se fue más de la pantalla de Teledoce, pese a haber recibido ofertas incluso de CNN.
Su talento para los idiomas le valió un lugar en Los viajes del 12 y también condujo programas como Verano del…, Décadas y, desde 2008, está al frente del talk show Esta boca es mía.
Recién a los 30 años se lanzó como actriz, en un camino mayormente autodidacta. Participó en varias obras teatrales como Al encuentro de las tres Marías, Un tranvía llamado deseo y Qué tupé, entre otras.
Hace un par de años incursionó en la radio: conduce Punto de encuentro por Universal. Además, es artista plástica y, según confesó a El País, cuando se retire de los medios sueña con dedicarse exclusivamente a la pintura.
El pasado 5 de diciembre cumplió 53 años y, por ese motivo, te invitamos a descubrir cinco datos curiosos de la actriz, comunicadora y artista plástica que quizás no conocías.
Un fan le pidió que lo adopte
La historia es tan triste como absurda. Años atrás, un hombre la esperó durante horas en la puerta de Canal 12 para hacerle un insólito pedido. Hacía mucho frío así que ella se apiadó y lo invitó a la cantina a tomar algo caliente. Tenía más de 30 y una angustia existencial. Por eso, Victoria definió la escena como tragicómica en Algo que decir (Canal 12).
El pedido era insólito y demoledor a la vez: quería “ser adoptado”. Luego de analizar perfiles, había decidido que ella fuera su madre y José Mujica, su padre. “El honor que significa que en su mente puedas ocupar ese lugar” la conmovió profundamente. Aunque confesó que al aparecer Mujica en el relato, la situación se volvió más humorística. No podía mentirle ni decirle que sí: “No se adopta así”.
Si bien confesó que siempre quiso tener más hijos y que coqueteó con la adopción, pero alguien de más de 30 era complicado. Al final, él dijo que había hablado con Mujica y que le había palmeado la espalda. “Una suerte de apoyo moral, ¿qué más vas a hacer?”, cerró Victoria.
Ha tenido problemas de autoestima
En una nota con Daniel Castro, reconoció que uno de sus peores momentos llegó con el inicio de las redes sociales y ese golpe de entender “las reglas del juego”. La crítica destructiva la afectó profundamente y la llevó a preguntarse si tenía sentido lo que hacía, aunque luego entendió que no se puede conformar a todos.
En la última década atravesó períodos de introspección y, si bien admitió que debería hacer terapia, hoy prioriza la salud emocional de sus hijos. Confesó que le ha costado construir autoestima y que, pese a la imagen de seguridad que puede proyectar en su trabajo: “Hay otras áreas donde siento que puedo hacer agua y es un esfuerzo de administración de emociones”.
Actuó en una serie de Prime Video
La actuación llegó a su vida luego de los 30. Sin embargo, se siente actriz desde siempre. Hizo un par de talleres con Omar Varela y luego siguió un camino autodidacta, aprendiendo de colegas y directores. Actuó en varias obras de teatro y tuvo una participación de un minuto en la serie El presidente, de Prime Video.
La convocaron para un casting y filmó dos días junto a Andrés Parra: “Es un crack. Tiempo después me lo encontré en un restaurante de Punta del Este y se acordaba de mí y de mi personaje”, contó. También actuó en una web serie dirigida por su amigo Michael Abt, donde hizo escenas de alto voltaje con Patricio Giménez. Hoy sueña con el cine: “Haría de árbol por verme en pantalla”, confesó a El País.
Fue payasa de adolescente
Entre tantas facetas artísticas, hay una poco conocida y es que fue payasa. Integró el trío Flin, Flan y Flun cuando tenía 14 años. No contaba con mesada familiar, así que decidió animar fiestas infantiles para ganarse su propio dinero, actividad que sostuvo durante años. Aún tiene colgado el disfraz y cada tanto se lo pone para ir como voluntaria de visita al Hospital Pereira Rossell para acompañar a los niños.
En una nota con Daniel Castro, contó que muchas veces no asiste desde la obligación social, sino en busca de luz: “Busco encontrarme con lo mejor del ser humano, que está ahí, en los más vulnerables, y en las personas que ayudan a los más vulnerables”.
Le dijo que no a CNN
Su ingreso a la TV fue por casting en 1993: quedó seleccionada para el staff de Oxígeno y nunca se fue de la pantalla de Canal 12, aunque ofertas no le faltaron. Confesó en Vamo arriba (Canal 4) que la tentaron de Estados Unidos y de Argentina. “Yo estaba haciendo lo que me encantaba acá, entonces para qué me iba a ir”. Consultada acerca de cuál había sido la propuesta que rechazó, contó que cuando hacía Los viajes del 12, la llamaron de CNN Atlanta.
“¿Para qué sería? Para sentarme atrás de un escritorio a leer noticias, cuando yo viajaba por el mundo desde Montevideo por Canal 12”. Luego dijo que su título universitario de traductora pública, sin querer, se transformó en un caballito de batalla para desarrollarse en televisión: “Tenía la mochila de los idiomas y terminó sirviendo”, dijo. Además de hablar perfecto inglés, domina el francés porque su abuela era francesa. También aprendió italiano y portugués.
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