Pichu Straneo se retira del hotel Hilton de Buenos Aires como uno de los grandes ganadores de la noche de los Premios Martín Fierro. Mientras el salón de la fiesta se vacía, el flamante triunfador del premio en la categoría Mejor Labor Humorística vuelve a pasar por la alfombra roja por la que había desfilado al inicio pero esta vez con el galardón entre sus manos.
“Ganamos, ¡vamo arriba! Estamos defendiendo a la celeste. Voy a hablar con Marcelo Bielsa a ver si me cita”, exclama al enterarse que lo espera prensa uruguaya para tener sus primeras declaraciones tras la victoria. Pichu admite que “no esperaba para nada” este reconocimiento ya que “nunca espera nada”.
El cómico uruguayo se impuso en su categoría frente a dos destacados colegas: Dan Breitman y Campi, que venía de ganarlo en la edición anterior. “Competía con dos cracks, y uno es un hermano de laburo como Campi. Yo gané mucho pero en conjunto con Videomatch y Sin Codificar. Es la primera vez que estoy nominado solo y se me dio”, indica a El País, orgulloso.
Una vez que los periodistas Mauro Szeta y Paulo Kablan anunciaron desde el escenario que él era el ganador, lo primero que se le vino a la mente fue la imagen de su madre, quien era su “hincha número uno” y falleció hace apenas cuatro meses. “Mi viejita me mandó esto”, expresa con la voz entrecortada señalando el Martín Fierro.
En su discurso durante la transmisión, además de recordar a su madre, Pichu lamentó la falta de programas de humor en la televisión abierta. Consultado sobre este tema, desarrolla: “No hay programas de humor en la televisión. Con todo respeto, el último programa netamente de humor en Argentina fue Sin Codificar. Por eso digo ‘pónganse las pilas para que haya al menos dos programas de humor’. El humor lo necesita la gente con todo lo que está pasando, además para el trabajo de todos los compañeros que son muy talentosos”.
Pichu agrega que al bajar del escenario le llegaron “un montón de mensajes” y que, habiendo pasado poco más de dos horas de recibir el premio, todavía no pudo abrir muchos. Sin embargo, revela quién fue uno de los que le escribió “al toque” pese a encontrarse en España: nada menos que el Fata Delgado. “Es un hermano de la vida”, define.
El humorista deja atrás el salón de la fiesta acompañado por su hija después de haber vivido una gala en la que resultó ganador y además “disfrutó y pasó bien”. Lo que queda es el festejo íntimo con el resto de su familia en el hogar. “Ahí nos abrazaremos todos y brindaremos con algún vino uruguayo”, anticipa con picardía.
Show.
La próxima presentación de Pichu Straneo en Montevideo lo tiene muy entusiasmado. Desembarca con el espectáculo Pichu vende humo que presenta con Juanjo Salce, un mago y humorista argentino. Sketches y la rutina de imitaciones del uruguayo estarán presentes en el show que viene presentando en Buenos Aires y otras localidades argentinas.
“Es un espectáculo para toda la familia. Se puede ir con chicos porque maneja un humor muy sano y familiar”, asegura.
Cada presentación en Montevideo está cargada de emotividad para Straneo. Si bien está instalado desde 1997 en Buenos Aires, gran parte de su familia vive en Uruguay.
“Siempre estamos en contacto con los amigos en Uruguay y la familia por supuesto. Cada visita es muy emotiva. Allí mis lugares, mi cultura. Viví 30 años en Uruguay”, cuenta.
El Carnaval ha sido su hábitat y en alguna ocasión estuvo cerca de regresar como componente de Momosapiens, pero finalmente no se dio en la edición 2021, cuando fue suspendido el concurso.
En pandemia, cuando algunos de sus compañeros de generación como Sebastián Almada o Álvaro Navia, decidieron volver a Uruguay, Straneo no llegó a considerarlo.
“Mis hijos son grandes y ya tienen su vida hecha en Buenos Aires. Por mi parte, siempre estuve con laburo, más allá de buenos o malos momentos económicos”, asegura.