Pablo Karslian luego de su salida de Carve Deportiva: "En el ambiente hay muchos zorros disfrazados de corderos"

El periodista deportivo Pablo Karslian cerró su etapa en Carve Deportiva luego de un cambio de condiciones que implicaba su salida de los comentarios en la emisora que está en plena reestructura de su programación tras el desembarco de Martín Charquero. El comunicador se enfoca ahora en la reinserción laboral mientras continúa dando clases y con participaciones en Rumbo a la cancha.

—Se cerró una etapa para vos en Carve Deportiva. ¿Qué te dejó este ciclo?

—Momentos intensos, grandes compañeros y un agradecimiento a las autoridades de la emisora, como lo dije en la despedida. La etapa duró menos de lo pensado porque no llegamos ni a dos años. Hubo un punto muy alto que fue la transmisión que hicimos con el equipo del Mundial de Qatar. El final no estaba previsto porque no me esperaba un terremoto como el que ocurrió y menos a mitad de temporada.

—La llegada de Martín Charquero a la emisora significó un movimiento de piezas. Él ingresó a hacer los comentarios, rol en que te desempeñabas hasta ese momento con Oscar Belo. ¿Cómo se te planteó la situación?

—La radio fue muy directa y me planteó la situación con absoluta frontalidad. Habían llegado a un acuerdo que implicaba esos movimientos y al mismo tiempo me manifestaron que no querían que me fuera. Eso fue difícil para mí porque me habían traído para comentar pero me sacaban de ese lugar. Era como un contrasentido que me quedara, en este caso solamente en el programa. Cuando me fui de esa reunión, a comienzos de julio, me dije a mí mismo: “Se terminó el Pablo Karslian políticamente correcto”. En este ambiente hay muchos zorros con piel de cordero y me aburrí de ellos. Hay que empezar a decirlo.

—¿Sentís que en el proceso hubo falta de códigos?

—Totalmente. Yo lo dije en la despedida. De mí nunca esperen que vaya por una silla que está ocupada. Eso lo siento, lo pienso y lo voy a seguir manteniendo hasta el último día. Pero bueno, en nuestro ambiente no todos tienen esta escala de valores.

—Trabajás hace mucho tiempo e incluso fuiste parte y presidente del Círculo de periodistas deportivos. ¿Es un ambiente difícil?

—Más allá del ambiente están las personas. Me tocó vivir situaciones de todo tipo y es como decía el contador José Pedro Damiani: el único libro que no se vendería en Uruguay es “Quién es quién”, porque aquí nos conocemos todos.

—En ese contexto y en virtud del conocimiento tuyo del ambiente, ¿te sorprendió el planteo cuando te lo hicieron?

—Al principio sí. Pero cuando apareció el nombre en cuestión, no me llamó la atención.

—Trabajaste con Charquero, cuando comenzaron las transmisiones del fútbol local por TyC Uruguay…

—Sí, yo relataba los partidos y él hacía salidas de cancha. Por algo digo que no me generó sorpresa.

—Te despediste del aire el 22 de julio, ¿qué ha pasado después?

—Recibí una gran cantidad de mensajes de apoyo, saludos, mensajes de estímulo que me dan a entender muy claramente que conozco perfectamente el paño.

—Ahora estás en situación de buscar trabajo y reencontrar un lugar en los medios. Al mismo tiempo, “hay sillas ocupadas”. ¿Cómo actuarías vos en una situación inversa?

—Como se debería actuar y de una forma que para mí es la única de proceder. En 2007, cuando falleció Cacho Barizzoni, Máximo Goñi me ofreció ser el comentarista principal, algo que luego terminó ocurriendo. En ese momento yo era el segundo relator y lo primero que hice fue hablar con Eduardo Rivas, quien hasta entonces era el segundo comentarista y, por lo tanto, a quien le correspondería ocupar ese lugar. Era de orden. Rivas me dijo que le diera para adelante a la propuesta, que su prioridad era Canal 4 en ese momento y no podía comprometerse a convertirse en comentarista principal. Antes de esa conversación, yo no avancé ni un milímetro en la propuesta que me hizo Goñi. Yo sentí que tenía que actuar de ese modo porque es la única manera de proceder de las personas de bien. Los demás son zorros disfrazados de corderos.

—¿Estás abierto a nuevas propuestas laborales?

—Sí, totalmente. Es un momento complicado porque estamos a mitad de temporada. Los equipos están armados, pero por supuesto que estoy ansioso y deseoso por trabajar. Los fines de semana participo de Rumbo a la cancha, con Jorge Baillo, en VTV. Además, doy clases de periodismo en el Ipep donde trato de transmitir a los chicos todo lo bueno de la profesión y también lo malo.

—¿Qué es lo que debe saber un aspirante a periodista?

—Que lamentablemente hoy vale más un mercader de avisos que opina de fútbol que un buen periodista. La realidad del mercado impone eso.

—El fútbol está atravesado por la grieta entre Tenfield y algunos clubes por un lado, la AUF y jugadores por otro. Eso involucra a los medios y periodistas. ¿Cuánto te afecta?

—Desgraciadamente todo está muy dividido. Es un enfrentamiento que yo creo que va a terminar en el 2025, cuando finalice el contrato de la televisión pero hasta ese momento se van a dar con toda la artillería. No veo a nadie capaz de zurcir esas diferencias. En mi caso, yo fui uno de los pocos que quedó afuera de Tenfield cuando terminó la etapa de TyC Uruguay. Nunca hubo una explicación, así que tendría motivos para ser un anti Tenfield. Sin embargo, trato de ser objetivo y analizar, en cada caso, qué es lo que considero mejor para el fútbol uruguayo.

—En 2018 cerraste tu etapa en Radio Oriental, en búsqueda de nuevas oportunidades de crecimiento. ¿Te arrepentís de esa decisión?

—No. nunca me arrepentí de la decisión. Lo que sí que el momento que parecía el más adecuado, terminó siendo un momento complicado. Me tomé el 2019 medio sabático y en 2020, cuando apostaba a volver, vino la pandemia y prácticamente no hubo fútbol. La reinserción fue complicada.

—¿Descartás volver a Oriental?

—Pienso que sí, que está descartado. Oriental está muy bien, con Carlitos Bardakian en los comentarios viene creciendo sostenidamente. No tendría por qué abrirse ninguna puerta a un regreso en este momento.