NOTA DE TAPA

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—¿Cómo has visto el rendimiento de Uruguay en Copa América?

—Empezó muy mal. El partido contra Argentina fue tétrico. Creo que hubo un desgaste físico en los jugadores por las temporadas y también por la pandemia. Muchos pasaron por el COVID y seguramente se generan secuelas físicas. Tampoco tuvieron chances de hacer amistosos y se reencuentran después de mucho tiempo para la doble fecha de Eliminatorias y para la Copa. Después mejoró y creo que Uruguay está yendo de menos a más.

—¿Qué expectativas tenés?

—El favorito es Brasil. Pero en la medida en que se siga mejorando, Uruguay podría estar arriba. Ojalá podamos ver a la celeste por lo menos en semifinales.

—Tu primera experiencia en los medios fue en TV Ciudad, como conductora suplente del programa Espacio pymes. Luego fuiste parte de Playa bar TV en Canal 4. Tus comienzos no fueron con el deporte.

—Es verdad, luego la vida y la carrera fueron derivando para ahí. Pero está bueno recordar eso. Porque muchas veces te terminan etiquetando y hoy por hoy estoy en un momento en que quiero volver a ampliar el espectro. Si bien el deporte es mi pasión y lo que me gusta, he hecho un montón de cosas que no tienen nada que ver con el fútbol. En Canal 4, en 2018, hicimos con Fede Paz un programa que me encantó de preguntas y respuestas. Aunque era sobre fútbol, el formato era de entretenimientos. El año pasado, en DirecTV, fui parte de “No estamos solos”, que era una especie de “Mar de fondo”, con Felipe Fernández, y Daniel Baldi. Llevábamos siempre a alguien del deporte pero también había artistas o gente de otro palo.

—¿En qué momento empezaste con el deporte?

—Yo era locutora de Esta boca es mía y trabajaba en Radio Disney cuando surgió la oportunidad en Gol TV de un casting porque en ese momento el canal había traído su producción para Uruguay. Me presenté y quedé para hacer un noticiero deportivo regional. Martín Charquero era mi compañero. Ese fue el comienzo.

—Gol TV estaba muy asociada a Tenfield. ¿Sos crítica de esa empresa?

—No. Alguna vez se generó en redes sociales. Nada que ver. Siempre fui muy agradecida a Tenfield por esa oportunidad. Fue el puntapié para mi carrera en el periodismo deportivo. Con Gol TV, salíamos en Uruguay y en varios países de América Latina.

—Luego vino la etapa en Canal 5...

—Sí, en 2014. Los comienzos fueron muy intensos. Éramos pocos en la sección deportiva y teníamos los derechos del Mundial, lo que nos generaba mucho material todos los días para procesar y volcar en los informativos y los programas. Me pasaba 14 horas en el canal y en ese momento, el 5 me dio un training imponente. Hacía las notas, pero también locuciones, edición, conducción. Fue una experiencia muy valiosa.

—De golpe dejaste Canal 5 en 2016. ¿Qué pasó? Porque fue sorpresiva tu salida.

—La verdad que sufrí mucho en ese momento. Hace poco lo conté en PH: Podemos hablar y me emocioné. Se ve que la herida está un poco abierta. La pasé mal y al estar muy angustiada, renuncié.

—¿Hubo acoso laboral?

—Podría llamarse así. Todo se dio a raíz de la Copa América de 2015 en Chile. Fue un acontecimiento porque fui la única periodista deportiva mujer enviada. Yo había hecho cobertura del sudamericano sub 20 en 2013 y conocí al que era presidente de la Conmebol, Juan Ángel Napout, que después terminó envuelto en casos de corrupción. Pero en ese momento quedamos con línea directa y le hice muchas notas. Un día me llamó para contarme que la Conmebol daba lugares a los periodistas para ir a cubrir la Copa América de 2015. Me preguntó si me interesaba asistir a la cobertura. Le dije que sí de inmediato. La Conmebol me daba la estadía y el canal sólo debía cubrir el pasaje.

—¿Y así lo planteaste en el Canal?

—Sí, yo sabía que el canal estaba pensando en ir a cubrir. Entonces lo hablé con Luis Curbelo, que era el jefe de noticieros de entonces. El error mío fue haber tenido una charla a solas con él y no haber participado a mis compañeros. No tendría por qué haberlo hecho pero con el diario del lunes, pienso que hubiese sido lo mejor. Le planteé a Curbelo lo de la invitación en términos de que yo iba a ir igual y si el canal necesitaba que apoyara con algún informe, lo haría. No le dije “mandame a mí”, pero esa fue luego la versión que corrió entre mis compañeros.

—En ese momento, tus compañeros eran Martín Franco y Diego Tabares. ¿Te hicieron la cruz?

?—Sí. Lo que ellos sintieron fue que yo me corté sola y los serruché. Pero no fue así. Inclusive, yo le dije a Curbelo que estaba dispuesta a pedirme licencia e ir a Chile usando esos días. Pero en realidad terminé yendo solo sola, con una camarógrafa. No mandaron a nadie más. El canal tenía destinado un presupuesto para ese cobertura pero eligió ahorrarlo. Y Luis (Curbelo) nunca explicó muy bien le situación en la interna. Les dijo a mis compañeros: “Va a ir Karen” y punto. Yo quedé como una mandadera y que serruché el piso.

—¿Qué pasó después?

—Mientras estaba en Chile sentí un ambiente complicado y no me daba cuenta por qué era. Al volver, las cosas se pusieron peores. Hablé con los chiquilines y ellos me hicieron saber de su molestia. Les expliqué que yo no había pedido ir en lugar de nadie. Pero bueno, entiendo también que se hayan molestado.

—¿Entonces ese mal clima desencadenó la renuncia?

—Sí. Era muy complicado trabajar así. Me empecé a sentir angustiada. Me quitaron ciertos espacios. Por ejemplo, dejé de salir en el informativo central. En la interna, me hacían sentir que ya no era parte del grupo. Fue espantoso. Me empecé a sentir muy sola y un día dije “no va más”. Uno tiene que tomar decisiones.

—¿Te arrepentís de esa decisión?

—Un poco sí. Porque el 5 es un canal que da mucho training y se ganaba bien. Pero tampoco aguantaba más. No dormía de noche y hasta me enfermé. Tuve una especie de neumonía. En ese momento también surgía la chance de DirecTV así que me la jugué. Visto hoy en perspectiva hay momentos en que me arrepiento. Tendría que haberme bañado en aceite y que todo me resbale y apretar los dientes. Pero son decisiones que uno toma. Ya está. El tiempo dirá. En ese momento fue lo que sentí hacer.

—¿Cómo viene 2021 para ti?

—Estoy trabajando para Radio Uruguay, en las transmisiones que encabeza Fabián Bertolini, y me encantaría hacer tele. Por suerte este año pinta más lindo que 2020, que fue muy complicado. Han surgido proyectos. Inclusive tengo una propuesta en el exterior. Veremos. Hay cosas que se están moviendo. La energía de este año parece ser muy diferente, aunque va lento. Con la vacunación hay otro panorama menos temeroso, no solo en Uruguay. Eso es positivo y por otro lado negativo. El 2021 fue peor para los contagios, en gran parte, porque la gente ha perdido el miedo al virus.

—Hablando de miedo, el otro día respondiste un mensaje en redes sociales que acusaba a los periodistas de tenerle “miedo” a Tabárez. Y que, supuestamente por eso, no lo critican...

—Sí, mucha gente se hace esa película. Yo no digo que haya que sacar a Tabárez por un supuesto miedo. No lo digo porque no lo pienso.

—¿Debe quedarse?

—Sí. Él dijo que este sería su último ciclo con la selección y no creo que haya una alternativa mejor. Creo que él quiere cerrar con los jugadores el proceso con un logro importantes, la Copa América o la clasificación a un nuevo mundial.

—¿De qué equipo sos o fuiste hincha?

—Nunca fui muy hincha. Y cuando empecé en el periodismo deportivo fui perdiendo esa pasión. Sí puedo decir que tuve más simpatía por Nacional por mi abuelo, que era un hincha tricolor rabioso. En las vacaciones venía a casa de mis abuelo y él me llevaba a la cancha. Siempre lo veía ponerse feliz o triste por Nacional.

—En amores, ¿estás en pareja?

—No. Hubo un intento hace poco con un chico, pero no prosperó. No está fácil el mercado. Soy una freelance.