ENTREVISTA

nicolás lauber

Franklin Rodríguez no puede ocultar su sonrisa. No solo por la gira que realizó en Santander, también está entusiasmado por su nuevo espacio teatral, La Taberna de El Sitio, y por la “Colección Teatro” que publicó el Instituto Nacional de Artes Escénicas, donde es coordinador. Además, el 18 de febrero presentará en su nuevo espacio la obra Pandemonium que ganó el premio Iberescena y lo llevó de gira por España. Sobre este premio, la colección de libros y su trabajo en el INAE habló Franklin Rodríguez con la revista Sábado Show.

"Es brutal lo que significa esta colección que está llegando a agrupaciones teatrales grandes y chicas, de Montevideo y todo el Interior. Todos reciben un libro mensual de lo que estamos haciendo. Es brutal porque rescatamos a Alberto Paredes, que falleció hace 25 años y nadie tiene nada de él y eso es triste. También hay chicos jóvenes: Bruno Acevedo Quevedo, Alejandra Gregorio, Gustavo Kreiman, Elaine Lacey y Marcel Sawchik Monegal que son egresados de la Tecnicatura de Dramaturgia, y son cinco nuevos. También Marina Rodríguez Velázquez que es de El Galpón. Después tenemos a Jorge Denevi, Dino Armas, y gente del Interior que son poco conocidos pero que trabajan mucho", dice Rodríguez.

Es un rescate cultural, porque muchos son autores que nunca publicaron nada. “Ya hay 12 libros en la calle y en 2022 vamos a publicar 12 más, y con tres años más de período de gobierno van a ser 60 libros de teatro, y van a haber 20.000 libros de teatro en la calle, es una locura”, agrega.

—Esta colección es un aporte a la cultura.

—Yo he visto los gobiernos más avanzados de izquierda y nadie ha sacado un libro de teatro, y eso que la plata estaba.

—El Instituto Nacional de Artes Escénicas tuvo un gran trabajo el año pasado.

—Sí, hicimos un festival de teatro en el interior, viajaron profesores a distintos puntos del país, y el Festival de Artes Escénicas. Y es mucho dinero que se aportó a la cultura. Mariana Percovich va a sacar un libro sobre de dónde heredamos la forma de actuar, porque no se actúa igual que en Argentina o Brasil, y está muy bueno porque no hay nada sobre esa temática. También Juan José Orteaga, quien hizo un estudio sobre el Teatro desde 1900 hasta acá, es un estudio que queda como registro para las Universidades. Y creo que esto que se instaló, tiene que quedar. Eso es para que cuando termine este gobierno y venga el siguiente, no puedan terminar esto, porque es una forma de continuar esto.

—Para eso se necesitaba gente que estuviera vinculada al teatro y tuviera ganas de hacer cosas por el teatro.

—Había dinero, pero se gastaba en otras cosas. Nosotros sacamos estos libros durante la pandemia y no queremos que se termine. Ya hay 12 libros de autores nacionales en la calle y vamos a sacar 12 por año. Por eso estuvo bien hacer la Memoria Anual, para mostrar todo lo que hicimos, y porque la gente tenía derecho a saber en qué se gastó la plata de todos. Yo tenía una preocupación para que esto exista y se hiciera. Podía haber hecho la plancha, pero yo soy de los que la pelean.

—Nunca fuiste de hacer la plancha.

-No, nunca. Me sale mal hacer la plancha. Me muevo porque así se hacen las cosas.

—Además de todo este trabajo hiciste gira por España con Pandemonium. ¿Cómo te fue?

—Estuve haciendo la obra en Santander, España, y ahora la actriz Noelia Fernández viene a Uruguay en febrero porque el 18 de febrero estrenamos la obra en El Sitio Cultural, el espacio que abrí y se entra por Nuestra Señora de la Encina. Vamos a hacer funciones ahí y otras en Canelones, ese fue el convenio con Iberescena que fue quien nos dio el dinero para hacer todo ese esfuerzo. Fue una experiencia única porque era una obra sobre cómo la pandemia separaba a dos amantes, y cuando se encontraban tenían que volver a acordarse cómo era estar juntos. La escribí en mayo de 2020, la hicimos a fines del año pasado en España y ahora la haremos acá. Además de ser una buena oportunidad para ver la obra, es también para conocer a esta actriz fantástica.

—¿Cómo fue ensayar la obra durante la pandemia y con un océano de distancia?

—Ensayamos con la computadora, después fui allá, estuvimos 10 días ensayando y nos pusimos al firme con todo para hacer el espectáculo. Es un lindo intercambio el que hicimos, y ahora es una buena oportunidad para verla acá.

—¿Cómo fue hacer teatro durante la pandemia?

—Tuve la suerte de agarrar la bajada de los contagios, entonces cuando abrieron logré pasar, ahora no sé si se puede entrar. Santander estaba empezando el verano e hicimos la obra con tapabocas. No sabía si la gente se estaba riendo o aburriendo, porque no tenés retorno con el tapabocas. Pero es una alegría ver cómo el teatro sigue viviendo con toda esa problemática que no parece terminar. Eso me alegró mucho porque al ser una obra escrita en pandemia y ganar otra vez el concurso de Iberescena, porque ya lo había ganado con Lope de Vega y Cartas a la golondrina, pensé que no me lo iban a volver a dar, pero lo hicieron. Y me puse contento, porque no siempre pasa que te reconozcan; y cuando pasa afuera me pone el doble de contento. Igual, es una experiencia ensayar con la lejanía y un tema que es universal, porque todos estamos atravesando la pandemia.

—¿Cómo es atender La Taberna del Sitio y también actuar en el lugar?

—La gente entra al teatro por La Taberna, hay un pateo y después está la sala. En Argentina hay muchos espacio así, una florería que se convierte en teatro o una casa de telas que te preguntás dónde está la sala y te dicen: abajo. Creo que eso nos ha dado una distinción y tenemos un año con muchas cosas y espectáculos. Van a estar Diego Delgrossi, Graciela Rodríguez, el mago Daniel K, Nacho Cardozo que se van a presentar en enero. Ellos van a inaugurar la sala, antes que yo, porque me voy a dedicar a ser el mozo del lugar. Lindo va a ser cuando estrene en marzo la obra “Franklin ha salido del grupo”, porque me van a ver actuar, y cuando pasen por la cantina voy a estar vestido de mozo. Es parte de la gracia. Ese es el proyecto de este año.

—También es continuar con esta colección de libros.

—Sí, los libros son una alegría personal, porque es una creación de Mariana Wainstein, directora de Cultura y de Álvaro Ahunchain, que es el director del INAE. Yo me encargo de coordinar para que salgan los libros de autores que muchos no conocían, y que haya una posibilidad de acceder a esos textos, es buenísimo. Hay 4.800 libros de teatro en la calle y ya he visto algunos en la Feria de Tristán Narvaja revendidos. Que se mueva por todos lados, porque esa es la idea. Y el año que viene hay más libros. La división cultura del ministerio hizo un esfuerzo enorme, porque los sacamos en pandemia y era complicado hasta relacionarse con los autores, hacer las fotos, todo se hizo con todos los cuidados. Además, los libros son distribuidos por Gussi, así que llegan a todos lados.