Redacción El País
Roger Federer no necesita presentación y su nombre en Wimbledon tampoco. Muchos querían y añoraban que la presencia del suizo en All England fuera con su clásica vestimenta blanca y pantalones cortos para jugar y hacer lo que mejor sabía, pero la visita a Londres tuvo otro tinte este martes.

Es que la organización de Wimbledon, el tercer Grand Slam de la temporada de tenis, le rindió un más que emotivo homenaje al ocho veces ganador del título en el césped londinense.

Acompañado por su esposa Mirka Vavrinek y con un look propio de una estrella de Hollywood, “Su Majestad” dijo presente en el mismo escenario donde supo dar cátedra y donde se está disputando el torneo que tuvo este martes su segunda jornada, nuevamente demorada por la lluvia.

Minutos antes de que la estadounidense Shelby Rogers y la ucraniana Elena Rybakina —la campeona defensora— jugaran su partido en All England, Roger Federer fue anunciado para ingresar desde la zona de camarines al palco principal.

Roger, ganador de 20 títulos de Grand Slam, volvió por tercera vez desde su retirada al torneo en el que ganó su primer Grande en 2003. Federer estuvo presente en el centenario de la pista central el año pasado, antes de anunciar su retiro en la Laver Cup, y ha visitado el club en un par de ocasiones desde entonces, para saludar al presidente, Ian Hewitt, y para pelotear con Kate Middleton, la princesa de Gales.

Este martes, en el Royal Box, reservado para las grandes personalidades y miembros del torneo, el suizo estuvo arropado por sus padres, Robert y Lynette, además de su esposa. A su derecha en el palco estuvo la princesa Kate.

Federer, que no pisó la pista y solo se ubicó en el palco, recibió una ovación de varios minutos de duración con aplausos cerrados, antes de saludar a su esposa y a Kate y sentarse en su butaca para ver el partido entre Shelby Rogers y Elena Rybakina.