ANÁLISIS
Los Teros están en Francia 2023 pero detrás de todo el trabajo del equipo hay una planificación seria, responsable y con objetivos muy claros.
Cuando una organización se traza objetivos, planifica, trabaja y todos sus protagonistas tiran para el mismo lado, más tarde o más temprano las metas se cumplen. Y eso le pasó a la Unión de Rugby del Uruguay (URU) que hoy celebra una nueva clasificación de Los Teros a la Copa del Mundo.
Desde hace más de 10 años, el ente rector del rugby uruguayo dejó atrás los problemas internos y entendió que no había otra manera de trabajar que en equipo y que más allá de las diferencias de opiniones o formas, había que empezar a transitar un camino.
La URU comenzó a dar pasos firmes y sólidos. A nivel institucional y de infraestructura, consiguió la concesión del Estadio Charrúa. En 2012 se firmó el convenio que luego se renovó gracias a la gran inversión que se hizo en el escenario que se transformó en “La Casa de Los Teros”.
En lo deportivo, el rugby uruguayo tenía un problema: la escasez de jugadores. El objetivo fue ampliar la base. Se expandió del deporte a varios sectores a los que antes no se llegaba, se mejoraron las condiciones de entrenamiento, hubo más competencia y todo cambió para bien.
Las selecciones se empezaron a nutrir de jugadores que gracias a los entrenamientos en sus clubes y sobre todo en el Charrúa, se transformaron en Teros.
A su vez, la URU, en base a la seriedad de su trabajo, se ganó la confianza de World Rugby para organizar varios torneos de gran nivel y demostrar que en un país chico, hay grandes ideas. La competencia fue clave. Los Teros la aprovecharon y hoy siguen mirando hacia el futuro porque en el horizonte está Francia 2023.
Las claves del éxito del rugby uruguayo
Desde 2012 el escenario ubicado en el Parque Rivera es “La Casa de Los Teros”. Allí se construyó un gimnasio de primer nivel y están centralizadas todas las áreas deportivas e institucionales de la Unión de Rugby del Uruguay. Se colocó césped sintético y una red lumínica de primer nivel.
El orden interno en la Unión de Rugby del Uruguay es otra de las claves del éxito. Desde Marcello Calandra, pasando por Sebastián Piñeyrúa, Pablo Ferrari y Santiago Slinger, los últimos presidentes fueron líderes bien rodeados para llevar adelante su trabajo, pero sobre todo para trabajar en equipo.
Mientras varias federaciones deportivas esperan sentadas dinero del Estado o de privados, la URU cambió el plan y ofreció siempre contraprestaciones ya sea a organismos estatales o privados. Impulsó convenios que se tradujeron en ingresos y además, se ganó la confianza y el respaldo de World Rugby.
Con Pablo Lemoine al frente, Uruguay clasificó al Mundial de Inglaterra 2015. Luego llegó Esteban Meneses para hacerse cargo del equipo y con la conducción del argentino Los Teros ya consiguieron dos clasificaciones a la Copa del Mundo. En Japón 2019 shockearon al mundo ganándole a Fiji. Van por más.
En los últimos años cientos de jugadores han pasado por el Charrúa y en todos los casos, el compromiso, el trabajo y las ganas de defender a Uruguay primaron ante cualquier situación. Varios están jugando en el exterior y muchos siguen siendo referencia en el rugby local. Identidad Teros.