Redacción El País
Sara Alves nació y se crió en Artigas, pero emigró joven hacia Rio Grande do Sul para perseguir su sueño de ser peleadora profesional de artes marciales.
Sufrió algunos episodios vinculados a la salud mental, se trató con medicamentos y especialistas durante mucho tiempo, pero la solución la encontró en el deporte al que hoy se dedica full time.
"Cuando tenía 14 años empecé a entrenar boxeo, peleé en Montevideo, Salto, Cerro Largo y otros departamentos. Pero cuando tenía 19 años surgió la oportunidad de irme a Rio Grande. Nunca había entrenado MMA, pero me fui perfeccionando y pude mudarme a San Pablo, donde hoy en día vivo y entreno al máximo nivel de artes marciales", dijo la luchadora a Ovación.
"Acá tengo colegas que pelean en la UFC, entreno con ellas y el nivel es muy alto. Mi objetivo a mediano plazo es debutar en MMA a nivel profesional, pelear un evento grande", sostuvo.
"Mauricio Sasson es mi psicólgo deportivo especializado en deportes de combate, que me ayuda con la preparación psicológica. Y Emilio Brasil mi nuricionista de toda la vida", contó. También que le gustaría recibir apoyo porque toda su carrera la hizo "a pulmón" y aprovechando las oportunidades que se le presentaron. Cualquier interesado en colaborar con su carrera deportiva puede comunicarse con ella vía redes sociales.
Hoy con 22 años ya fue campeona gaúcha de Muay Thai en 2021, campeona sul-brasilera de jiu jitsu en 2023 y el mismo año también campeona brasilera de kickboxing.
Su próximo compromiso es este 25 de octubre en el marco de un evento llamado SFT, de categoría semi-pro. Pelea contra la brasileña Kaylane Faria (18 años).
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