Redacción El País
Caracas Fútbol Club y Deportivo Táchira empataron a un gol por lado en Puerto Nuevo en una nueva edición del clásico del fútbol venezolano que, como a todo enfrentamiento entre tradicionales rivales, no le faltó polémica y además tuvo un final insólito.

En casi la totalidad del tiempo regular no hubo problema alguno. Ender Echenique adelantó a los rojos a los 35 minutos y Maurice Cova puso la igualdad para los aurinegros. Pero el desencadenante para el inesperado final se dio en la última jugada del partido.

Después de un tiro libre en la última jugada del encuentro, Everardo Rose convirtió para Caracas y salió festejando el gol sacándose su camiseta. La jueza de línea marcó offside pero el delantero igual recibió, correctamente, la segunda amarilla y la expulsión.

Pero no quedó todo ahí. Las líneas del VAR para verificar la posición de los futbolistas del equipo local dejaron muchas dudas y generaron mucha molestia en los jugadores locales puesto que quienes estaban en el banco de suplentes pudieron repasar las acciones siguiendo la transmisión.

Por ese motivo, Caracas tomó una decisión determinante y decidió protestar en la tanda de penales a continuación del partido. En Venezuela, paralelo al campeonato local, se disputa la Copa Rey de Marcas y los equipos hacen una tanda de penales.

“Cada fecha será patrocinada por una marca y al final de los partidos estará en juego una copa que se disputará en una tanda de penales. El equipo que haya conquistado más copas después de la Jornada 30 será el ganador de la Copa Rey de Marcas, y un porcentaje de lo recaudado por patrocinios se repartirá como premio entre sus jugadores”, explicó en su momento la Federación Venezolana de Fútbol.

A Caracas competir por el premio no le interesó y decidió protestar por lo que había ocurrido en los 90 minutos lanzando todos los penales afuera y con su arquero evitando atajar los que pateó el Deportivo Táchira. Realmente insólito.