Sebastián Sosa, figura de Juventud: "la psicológica" a Maxi Gómez y el "regalito de cumpleaños" a Peñarol

El arquero del pedrense fue determinante para el mantener el arco en cero y sacarle un empate a Nacional en el Centenario. Contó que el sábado por la noche compartió un asado con Jorge Barrera por el aniversario de Peñarol.

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Sebastián Sosa en el arco de Juventud de Las Piedras
Sebastián Sosa en el arco de Juventud de Las Piedras.
Foto: Estefanía Leal

Redacción El País
Nacional dejó dos puntos ayer domingo en el Estadio Centenario, perdió pisada en el Torneo Clausura y cedió terreno en la Tabla Anual. Uno de los responsables directos fue el arquero de Juventud de Las Piedras, Sebastián Sosa, que atajó todo y fue figura del empate sin goles.

Posterior al partido, dijo en zona mixta que como era "el cumpleaños del glorioso" ese fue su regalo. "Si le sirvió de algo a Peñarol, bienvenido sea", reafirmó este lunes en diálogo con Carve Deportiva.

Más allá de que su foto se hizo pública en el festejo íntimo de Jorge Barrera y unos cuantos amigos de Peñarol, el sábado por la noche en ocasión del aniversario 134 del aurinegro, el arquero contó que "era un asado pendiente" y pasó temprano pero no esperó a las 00:00 del 28 de setiembre porque al otro día jugaba.

"Si bien nosotros no concentramos a nivel de equipo, uno ya sabe lo que tiene que hacer. Mi presencia fue tempranera en el asado. Con Jorge somos amigos y de la familia también", señaló Sosa.

La voz del arquero delató que no tuvo una semana fácil: "El jueves tuve que llamar al doctor con fiebre, pasé toda la noche sudando, no me podía levantar de la cama. Tuve los mismos síntomas de la vez que me agarré covid".

Sobre el partido, dijo que a su criterio el de ayer domingo fue el mejor: "Principalmente porque se cumple con el objetivo de mantener el arco en cero. Tuve muy buenas intervenciones en lo personal, así que también muy contento por el partido en general".

"Creo que hicimos un gran trabajo defensivo, los compañeros también estuvieron a la altura de defender ese cero. Nacional tuvo varias oportunidades de poder concretar", señaló.

Sebastián Sosa tras una de sus atajadas en el partido entre Juventud de Las Piedras y Nacional.
Sebastián Sosa tras una de sus atajadas en el partido entre Juventud de Las Piedras y Nacional.
Foto: Ignacio Sánchez.

Admitió que a cualquier arquero la primera atajada siempre lo agranda. La suya fue ante Maxi Gómez, que le saca abajo en el primer palo: "Siempre pasa que la primera intervención le dan a uno un parámetro o termómetro para saber como esta ese día, a nivel de suerte, reacción, reflejos, confianza".

"Con los años uno aprende que aunque erres en la primera jugada, tenés tiempo de recomponerte y revertir cualquier situación adversa que se presente. Pero es verdad que influye", agregó.

Sobre esa intervención puntual, explicó: "Considero que fue una linda intervención contra Maxi y quizás a partir de ahí uno empieza a crecer. Fue la mejor del partido porque estábamos en minoría, Maxi tenía posibilidad de pase al medio y yo veo el levanta la cabeza y los ve".

"Entonces —siguió— hubo parte de psicología en esa jugada porque le dejo el primer palo muy marcado a Maxi cuando va mirando el arco y yo me muevo como para diciéndole: 'Mirá que te voy a tapar el pase al medio'. Entonces cuando él bajó la cabeza para patear, me la jugué con todo al primer palo. Le dejé la carnada para que cayera y por suerte me salió bien".

Enseguida se levantó y alentó al delantero tricolor, que había fallado un mano a mano clarísimo: "Más allá de la rivalidad, hay cierta relación con él, Seba Coates, el Diente López porque haber compartido en la selección".

"Cuando nosotros recuperábamos la pelota sentí que hacíamos buena sucesión de pases, aunque sin mucha profundidad. Pero cuando Nacional tenía la pelota y le tocaba atacar, se sentía el vértigo. No hay momentos de tranquilidad cuando jugás contra un grande por la calidad de jugadores que tienen", reflexionó.

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