Redacción El País
Luego de varias semanas de reflexión y descanso tras finalizar un corto ciclo como entrenador de Nacional, Pablo Peirano rompió el silencio y habló de varios temas, entre ellos, un gesto del Diente Nicolás López que lo emocionó, cuál fue el quiebre en su trabajo en el club y lo que más le dolió de su salida.
El técnico que llegó a La Blanqueada en abril de 2025 tras la salida de Martín Lasarte fue importante en la temporada ya que su porcentaje de puntos en el torneo local le terminó posibilitando al albo obtener la Tabla Anual, instancia clave para la definición de la Liga AUF Uruguaya que la institución terminó consiguiendo al vencer en la serie final a Peñarol.
En entrevista con “La Mañana del Fútbol” (El Espectador Deportes), Pablo Peirano comenzó hablando sobre la decisión que tomó el club tricolor: “No te puedo decir que cuando terminó el partido con Wanderers nos esperábamos la salida de Nacional. Nos costó asimilar la salida por la ilusión que teníamos que ser campeones. Pero nunca logré bajonearme. La vida continúa”. “Sufrí mucho más la salida por mis hijos que son fanáticos del club y querían la foto en el Parque con la copa”, añadió.
Por otra parte, el entrenador confesó que: “No me podía sentar a ver los últimos partidos de Nacional porque lo veo con cabeza de entrenador. Pero quería que saliera campeón por todo lo que nos dio el plantel. “La gente me paraba en la calle y me decía ‘gracias Pablo por los puntos que nos diste’”.
Consultado acerca de lo que más le dolió, Peirano dijo: “Lo que más me dolió es que nosotros ya habíamos ganado la Anual en la cancha. Y nos quitaron tres puntos que nos llevó a pelearlo hasta el final. Eso es lo que más duele”. También mencionó un hecho clave que condicionó su estadía en la institución: “El clásico del Clausura fue un quiebre tremendo”.
“No pongo en mi currículum que soy campeón Uruguayo. No corresponde porque no estuve en la final, pero estoy convencido que si seguíamos, Nacional salía campeón igual”, dijo al respecto de la definición para agregar: “No me voy a sacar nunca la sensación de ver los festejos y creer que uno podía estar ahí. La reacción del plantel y el gesto de algunos jugadores me sirvieron para alivianar y levantar la copa y sentirme parte”.
Pablo Peirano fue cuestionado muchas veces por incluir a jugadores que no venían rindiendo en la medida de lo esperado y acerca de eso, expresó: “Otero fue clave para el equipo en el Intermedio. Pero en el Clausura no pudimos explotar su mejor rendimiento. No me arrepiento del cambio de Vargas por Villalba en Porto Alegre. Nos empatan en dos jugadas puntuales que no tienen que ver con ese cambio. Vargas pudo hacer el 4-1. A mí nadie me dijo que jugadores poner. Nunca en todo mi pasaje por Nacional pasó eso”.
“Vargas entrenando era un animal. En las prácticas rompía los ojos. Después cuando entraba no nos daba buenas sensaciones. No logró disfrutar en la cancha. Cada partido para él tenía mucha presión y no se sintió cómodo”, continuó diciendo.
Además, Pablo Peirano destacó un gesto del Diente Nicolás López tras la obtención del título por parte de Nacional: “El 'Diente' se llevó la copa de campeón Uruguayo después del asado y me la trajo a mi casa. Es un gesto que me emocionó mucho”.
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