Redacción El País
El exarquero profesional con pasado en Peñarol, Nicolás Biglianti, lucha hace más de un añocontra un cáncer de páncreas por el que fue operado en San Pablo a mediados de 2024, pero sigue luchando mediante sesiones de quimioterapia porque le encontraron algo irregular "muy cerca del corazón".
"Como no lo pueden sacar para ver si es maligno o benigno, me mandaron a seguir con las quimio. Ahora estoy yendo a hacerme la segunda de 24 sesiones. Son tres jueves seguidos y uno de descanso, tengo hasta diciembre", explicó en diálogo con Minuto 1 (Carve Deportiva).
Se mostró positivo ante la enfermedad que debe transitar: "La seguimos luchando, en esto hay que estar bien de cabeza, hay que ser positivo y venimos con mucha fuerza, intentando salir adelante. Poniéndole el pecho a las balas ya sumiendo lo que venga".
Admitió que si bien en San Pablo se pudo operar gracias al apoyo de mucha gente que colaboró, aún "quedaron números pendientes" que debe cumplir y que escapan a su realidad actual: "Son en dólares y, hoy por hoy, no lo puedo solventar. No estoy trabajando, estoy cobrando por DISSE, lamentablemente en este país te enfermás y cobrás menos. Estaba trabajando en una empresa constructora y también como entrenador de Darling de Canelones".
"Antes tenía otros ingresos, hoy cobro $ 24.000 por mes, tengo que pagar luz, agua, alquiler, medicamentos diarios, viajar a hacerme las quimio. No puedo recurrir a un préstamo para poder pagar lo que debo en Brasil. La esperanza que tengo es recuperarme cuanto antes y que me den el alta médica para poder volver a la normalidad y cumplir con lo que tengo que cumplir", señaló.
"Estas quimio son un costo extra, rifé unas camisetas de Peñarol y Nacional para solventarlas, estoy muy agradecido a la gente de Canelones, Santa Lucía, Montevideo. Me ha llamado mucha gente, uno se siente muy querido, con la Mutual (de Futbolistas Profesionales) también muy agradecido", expresó.
"Hay que ser positivo, no dejarse vencer por el cáncer. El oncólogo me decía que no podía creer cuando el año pasado yo estaba conectado a una bomba y dirigiendo a un equipo de fútbol a las 10 de la noche. Eso a mí me da más fuerzas todavía. Al que esté pasando lo mismo que yo, que no se lo deseo a nadie, le digo que lo que hay que tener cabeza, fuerza, después el de allá arriba tendrá programado cuando me tendré que ir", confesó.
Se puede colaborar con el exarquero del fútbol uruguayo, Nicolás Biglianti, a través del siguiente número de cuenta:
Tarjeta Mi Dinero — Número de cuenta: 1842895
Recuerdos de su único clásico en el arco de Peñarol
"Yo clásicos jugué uno solo, el de la Liguilla (2008) que ganamos 2-0, cuando el Chengue (Morales) tiró la camiseta", señaló.
"Ese recuerdo es el más grato de mi carrera por ser hincha de Peñarol y por haber ganado ese clásico que fue lo que me voy a llevar toda la vida", agregó.
"Uno siempre disfrutó jugar al fútbol, no solo en Peñarol, jugué en Liverpool, Rampla, Fénix, Atenas de San Carlos, Plaza Colonia, fui a Bolivia. En todos siempre uno se lleva algo, amistades, mensajes que le mandan a uno sobre cómo estoy, que siga luchando. A veces uno se quiebra de nada por la enfermedad, que lo deja medio blando", expresó.
También que muchas veces se emociona mirando videos suyos atajando en Peñarol y otros equipos: "Todos los fines de semana miro fútbol y a veces recuerdo, qué lindo cuando jugaba o cuando estaba ahí. O pongo partidos en YouTube de cuando atajaba en Peñarol y me siento en casa solo a mirar y me pongo a llorar y recordar, y es lo que uno se va a llevar".
Su opinión sobre el arco de Peñarol
"No es fácil atajar en un cuadro grande. Vos atajás en un Rampla, Fénix, Plaza Colonia y bueno, tratás de hacer lo mejor aunque obviamente que errores vas a tener porque sos un ser humano y te vas a equivocar. Lo que pasa el arquero no tiene margen de error, te equivocás y por lo general es gol", explicó.
"Y en Peñarol tenés que ganar siempre, estás obligado, no tenés margen de error. No te podés equivocar porque es gol, ya cuesta todo, el nerviosismo es otro, la gente te impulsa y da para adelante, porque hay que ganar, por ahí no entienden que vos querés ganar pero a veces no te salen las cosas, y el que está adentro sos vos. No es fácil, hay que estar en la piel del jugador de fútbol, de Peñarol o de Nacional".
"Y más si sos arquero, que vas a salir a cortar un centro y tenés que salir y agarrarla, no podés calcular mal. En el medicampista calcula mal y tiene al otro volante por afuera que te ayuda a recuperarla. En el arco si calculás mal es gol y tu equipo termina perdiendo 1-0, ya perdés la punta del campeonato o quedás relegado en la Tabla Anual, por ese pequeño error".
"Yo trataba de no darle mucha bolo a eso, trataba de hacer la mía, estar tranquilo, por algo estoy acá. Pero a veces los errores aparecían porque los nervios están igual, si no tenés nervios no podés jugador de fútbol", manifestó.
-
Con rodaje y a la espera de Martín Campaña: el equipo de Peñarol que se apronta para jugar el clásico
Pablo Forlán: el excompañero de los "300 millones", la anécdota con Pelé y su mirada de la final del Intermedio
Pablo Peirano: los "jugadores clásicos" de Nacional y la pegada de Leo Fernández y virtudes de Peñarol