Cuando el partido ya tenía el tiempo cumplido y el equipo ganaba 2-0, controlaba y se encaminaba a una nueva victoria, desde la Abdón Porte bajaba el “hay que dejar la vida en la cancha, hay que jugar con el corazón, esta hinchada que te alienta se merece ser campeón”. Y más allá de que en los cuatro minutos de adición pasó de todo, Nacional cerró el partido con triunfo 3-1 ante Wanderers y sigue prendido en la lucha por el título del Torneo Apertura.

El equipo de Pablo Peirano mandó para La Teja una mochila pesadísima y hoy Liverpool se las tendrá que ingeniar para salir con tres puntos del Parque Paladino ante Progreso porque de lo contrario, la ilusión del tricolor se agigantará ya que quedó a un punto del negriazul.

Foto: Estefanía Leal.

Pero más allá de las estadísticas y sabiendo que no depende de sí mismo, Nacional cumplió e hizo lo que debía hacer: ganar en el Gran Parque Central.

Se impuso ante un Wanderers que, salvo en la primera jugada del partido en la que casi anota a los 6’, después no supo cómo atacar y mucho menos defender. Cometió errores que pagó caro y el albo aprovechó.

Y el que más aprovechó todo eso fue Nicolás López. El Diente, con espacios, es letal y ayer volvió a dejarlo en claro: fue la figura de Nacional por escándalo en un equipo que debe seguir mejorando —sobre todo en defensa— pero que ahora está en racha positiva en cuanto a resultados y peleando por el título de campeón, algo impensado hace algunas fechas.

Con un Diego Herazo que fue más solidario que efectivo porque erró un gol increíble pero le puso dos asistencias al Diente, López pudo lucirse una vez más y luego de anotar en el cierre de la primera parte y en el inicio de la segunda, jugó a “piacere”, se buscó con Lucas Villalba, luego con Otero cuando ingresó y cuando Wanderers despertó y descontó de penal a los 92’, ya era tarde para la reacción del Bohemio, pero no para una pincelada más de la figura del encuentro.

Foto: Estefanía Leal.

A los 94’, el Diente le dio un pase bárbaro a Luciano Boggio, quien la picó ante la salida de Mauro Silveira y anotó el definitivo 3-1 de Nacional.

El equipo de Pablo Peirano está en pleno proceso de entendimiento con el nuevo entrenador pero hay una figura que le salva las papas: el Diente López, que está despegado del resto. Lo bueno es tener un jugador así para partidos que aparecen como cerrados. Lo malo es que Nico llegó a la quinta amarilla y no estará ante Cerro.

De todas maneras, el Bolso da pelea y se ilusiona con el título del Torneo Apertura y aunque el hincha se fue anoche con una sonrisa del Gran Parque Central, hay una preocupación por el rendimiento defensivo que otra vez dejó en claro algunos problemas que el técnico deberá resolver si pretende seguir peleando por cosas importantes tanto en lo local como en lo internacional.