TRICOLORES

La jerarquía de un equipo la reflejan los jugadores cuando no tienen escape. Cuando apremia la necesidad de ganar porque no hay mañana. La jerarquía de un equipo sale a la luz cuando al entrenador le urge demostrar que es capaz de exhibir pasta para conducir a sus futbolistas.

Frente a Montevideo City Torque, como lo había hecho en el clásico ante Peñarol, y en este recorrido casi desesperado por recuperar el terreno perdido en las tabla de posiciones, Martín Ligüera está dando muestras de tener esa pasta de conductor de equipo grande. Está tomando medidas que son beneficiosas porque logra lo mejor de sus dirigidos.

Ojo, las perlas de su buen manejo de Nacional aparecieron casi de inmediato. Porque sabedor de lo que necesitaba armar lo mandó rápido a Diego Polenta a la cancha y lo sostuvo en el equipo pese a algunas dificultades notorias. Hoy el “Patrón” vuelve a tener una gran influencia.

Pero también fue mutando, buscándole la vuelta a algunos problemas. Y no dudó en reconstruir al equipo desde el fondo -en el propio torneo- y tampoco meter mano en el mediocampo para que Joaquín Trasante le entregara sus inagotables y largas carreras destructoras del juego adversario. Confío en el “Colito” Ramírez y lo está impulsando hacia el futuro con inteligencia. En fin, Ligüera está teniendo muchos aciertos.

Los aciertos del DT

Cinco puntos clave

1) La confianza en Diego Polenta
Pese a que no llegó en buena forma física le entregó de inmediato la titularidad y lo aguantó en el equipo. Hoy es clave.

2) El impulso para Santiago Ramírez
Nadie lo conoce a Santiago Ramírez como Ligüera y por eso tenía decido que iba a dar el salto firme en Primera. La apuesta y la forma en la que lo llevó en el proceso está potenciando al juvenil. Enorme acierto.

3) El fortalecimiento de la defensa
Comprobó que tenía que reconstruir el equipo y no dudó en empezar desde el fondo hacia adelante. Nacional mejoró atrás.

4) El buen análisis de los rivales
Imponer una línea de juego nunca puede conseguirse tan rápido y Ligüera reaccionó de manera inmediata. Al estudiar a los rivales entendió que Trasante debía volver al once inicial y el jugador le dio la razón.

5) Lograr que el equipo tenga carácter
El equipo puede jugar mal, pero para Ligüera la actitud no se negocia. El plantel le responde con mucho carácter y rebeldía. Y el que no lo hace, va al banco.