Peñarol se consagró campeón del Torneo Intermedio de la mano de cinco bastiones que asumieron el liderazgo futbolístico en momentos cumbres. Nahuel Herrera, que comenzó el año en Tercera División y llegó a ser la cuarta opción en la zaga, confirmó lo demostrado en el Apertura y se ganó todos los elogios de sus compañeros y de los dirigentes.
La eficacia en los duelos individuales, su precisión para salir jugando y su presencia en todos los partidos dan cuenta de que se tornó indiscutible para Diego Aguirre, quien en reiteradas ocasiones le elogió su carácter, la actualidad y su proyección. El juvenil que arribó al Mirasol desde la Liga Helvética registró 676 minutos en cancha y tuvo un cierre clave ante Gonzalo Carneiro en la definición contra Nacional.
“Nahuel es un ejemplo: labura y entrena callado. Los equipos grandes son así, en Peñarol no te van a dar 10 chances y tenés que estar preparado”, expresó Maxi Olivera en diálogo con Los mismos locos (El Espectador Deportes). El capitán del Carbonero fue otra de las figuras con un registro nunca antes visto en lo que va de su carrera: hizo cuatro goles en cinco partidos que fueron determinantes para que su club ganara la serie A.
Por si fuera poco, hizo una final perfecta con un cierre clave sobre Lucas Villalba que quedó en la retina de los hinchas de Peñarol, y que incluso fue bautizado por el club como “Oliverazo”.
Ignacio Sosa fue un referente silencioso que le transmitió orden y traslado a Peñarol. Con Remedi enfocado en la marca, se permitió avanzar con pelota y por muchos momentos desligó a Leo Fernández del retroceso para que él pudiera abocarse al sector ofensivo.
Justo el 10, quien tomó la palabra en el túnel y arengó al plantel mirasol previo al clásico, aportó un total de un gol y dos asistencias en el Intermedio y fue importante incluso cuando el rendimiento colectivo no fue el esperado.
Si su equipo lo necesitaba, retrocedía para darle aire con sus pases filtrados venenosos, e inquietó cada vez que pudo desde la pelota parada y en movimiento. Si bien su primer semestre no tuvo la cuota goleadora del año anterior -con la salvedad de que cambió parte del plantel y el rendimiento colectivo no fue el mismo-, resaltó por su calidad y guio al equipo hacia la obtención de un título con el que no contaba en la vitrina.
El quinto líder fue Maxi Silvera, que aportó tres goles, dio una asistencia y hoy protagoniza la tabla de artilleros de Peñarol en la Liga AUF Uruguaya. Incluso llegó a portar la cinta de capitán en el cruce ante Cerro Largo por la segunda fecha del Intermedio.
De yapa, cabe lugar para el ascenso de Stiven Muhlethaler, el pibe de 19 años que pasó de patear penales en Tercera División a hacerse cargo de un remate clave ante Nacional.
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