La estricta cábala de Ruglio y sus amigos, a donde va, porque se mudaron y que hace que la mantenga

Redacción El País
Se aproxima un nuevo clásico y en la recorrida de Ignacio Ruglio por los medios, le contó al programa de Ida y Vuelta, de TV Ciudad una cábala muy estricta, previo a enfrentar a Nacional, que "hace poquito me dijeron que quieren armar una filmación sobre eso".

El presidente de Peñarol contó lo que hace él y sus "cuatro amigos de la vida", los días previos a jugar frente a su tradicional rival: "comemos el día anterior, obligatoriamente, estemos donde estemos, en el Olivol Mundial". Pero el ritual no queda solo ahí, porque son muy estrictos con los pasos a seguir: "Nos sentamos de la misma manera, nos saludamos de la misma manera, sí o sí sirvo yo la bebida cola, de la misma forma, brindamos mirándonos a los ojos diciendo: 'mañana hay que ganar'. Pedimos el mismo tipo de comida, paga siempre el mismo y le hacemos el mismo giro y cuando nos vamos caminando, que dejamos los autos de la misma manera, yo salgo hacia un lado, ellos tres hacia el otro y uno da vuelta y dice: 'gomia te acordás de aquello', gomia como se decía antes de los gomía y yo digo: 'sí sí, me acuerdo' y nos vamos".

Previo a los clásicos, el popular club de Millán y Sitio Grande reserva el mismo lugar para la los aurinegros: "de las mesas de los costados miran nuestro ritual y deben pensar: 'mirá lo que es el presidente de Peñarol'". Ignacio le contó a Ovación, porque se decidió por el Oli, para esta cábala: "Siempre íbamos a un boliche diferente desde que agarramos la presidencia. En el 2023, cuando perdemos la final con Liverpool, un amigo que paraba mucho ahí con las murgas, nos dice que hay una cantina en Olivol, que se come muy bien. Como habíamos perdido el campeonato nos mudamos para ahí y por lo que ha sido el 2024 y 2025, no nos movimos más. Al que fuimos en el 2023, cuando perdimos el campeonato, lo dejamos, pero ahora en Olivol estamos fijos, porque nos ha traído dos años muy buenos."

Pero Ruglio, espera "poder descabalizarse", porque sufre mucho. Sin embargo agregó: "es una locura y no la podemos dejar. Nos ha pasado de decir: 'bo, estoy lejos', 'bo, si mañana pierde Peñarol vas a saber que la culpa es tuya'". "En algún momento, ojalá se nos dé el campeonato ahora, y logramos parar".

Lejos de parar, el presidente explicó como el grupo le busca explicaciones a los resultados: "un día empatamos, y empezamos a decir: '¿qué hicimos diferente? Hemos revisado, gente que estamos muy ocupados todos, hemos detenido para decir: ' bo, ¿qué hiciste diferente? ¿Dejaste la propina? Sí'".

Ruglio cerró la entrevista respondiendo la consigna de si prefiere golear o ganar en la hora: "a mí club lo define en la hora. La historia de Peñarol, no es la goleada. Es con los dientes apretados, el cuchillo acá (en la boca), a lo Peñarol, sobre la hora. Me seduce la goleada, pero me identifica en la hora. Nos gusta eso, el 8 contra 11 y ganar por uno. Nos gusta las historias de que íbamos perdiendo 2-0 con River, Carrizo la paró con el pecho y le ganamos 4-2 de atrás. La goleada es hermosa, pero no es para mi club".