Es otro entrenador surgido de la “escuela” de Paulo Pezzolano, a quien ve como un buen candidato a futuro en la selección. Fue de los mejores de la temporada en la Liga AUF Uruguaya y será nuevo DT de Independiente del Valle de Ecuador. Lo que le dejó Liverpool, Abel Hernández y su recuperación, José Luis Palma como dirigente y qué esperar de Camilo Speranza, en esta charla con Joaquín Papa.
- ¿Cómo tomás este nuevo desafío en Ecuador? Es un club modelo en Sudamérica.
- Es así, viene marcando la tendencia de los clubes en desarrollo, es un espejo en el que se miran muchas instituciones y para nosotros es una alegría y una responsabilidad bien grande y un desafío precioso. Vienen de salir campeones, de pisar fuerte a nivel continental jugando siempre Libertadores y este año Sudamericana, quedando afuera con Mineiro en semifinales. Va a ser una instancia para seguir creciendo, que es lo que busco en mi carrera.
- ¿Puede ser un punto de inflexión?
- Yo creo que sí, pero al igual que Livepool. Yo venía recomendado por Paulo (Pezzolano), que tiene influencia directa, pero el mundo del fútbol no tenía mi nombre en el radar. Ahora viene otra oportunidad en una institución modelo con una infraestructura superior y otra demanda a nivel de gestión. Es otro punto de inflexión para poder rendir en ese marco y estamos seguros de que será así, pero hay que demostrarlo.
- ¿Qué te dejó Liverpool como entrenador y persona?
- Como entrenador me voy mucho mejor de lo que llegué habiendo resuelto un montón de situaciones en entrenamientos, dinámicas de grupo, partidos y gestión a nivel institucional, que me hicieron crecer mucho. Muchas de las cosas que vi que Paulo hacía en España las miraba, trataba de aprender y acá me tocaron a otra escala, pero resolverlas yo. Haberme expuesto a eso me hizo crecer muchísimo y como persona maduré mucho.
- En perspectiva, ¿cuál fue tu mayor acierto?
- El grupo que armamos tanto a nivel humano como deportivo y la elección de los líderes que una parte se da naturalmente y otra uno los elige. Nos respaldó a nosotros y a la idea. Hubo alguna duda o tropezón en el Intermedio y se repuso rápidamente en el Clausura. No hubo grandes crisis y eso se logra por los resultados, que fueron producto de rendimientos y esos de la calidad humana, del grupo y del compromiso. Por allí pasó el acierto más grande.
- Otro gran logro tuvo que ver con la recuperación de Abel Hernández.
- Sin dudas. Fue el segundo jugador con más minutos y el goleador del campeonato en un equipo que no hizo ni cerca los goles que hicieron Nacional y Peñarol. Asumió un liderazgo que el equipo precisaba y se sintió cómodo en ese lugar. Entendimos que había que llevarlo de a poco, prepararlo y tuvo el espacio para que eso sucediera. Hizo un trabajo impresionante y tenerlo en cancha nos daba una tranquilidad muy grande. Eso él lo sintió y todos nos retroalimentamos de eso. Era esa sensación de que Abel está en cancha y las cosas van a salir bien, vamos a defender este córner y, en algún momento, vamos a tener una chance para meter un gol. Eso se generó con Abel.
- ¿Creés que físicamente está listo para jugar en el equipo que sea?
- Sí, está recontra preparado para arrancar en el cuadro que esa. Obviamente que como jugador hay que gestionarle los minutos para que llegue a su mejor versión y a tener un buen estado de forma sin lesionarse. Pero eso sucede con todos. Él ya mostró que con una progresión medida llegó. Abel se adapta, está súper preparado, se entrena compitiendo y está notable.
- ¿Liverpool se adaptó a un sistema o buscaste el mejor para el equipo?
- Nosotros tenemos un modelo de juego, ideas prioritarias que nos gustan que se pongan de manifiesto tanto en ataque como en defensa y después un plantel con jugadores de determinadas características. Uniendo eso, se nos daba bien jugar con extremos, con interiores como Napoli y Quintana o Acosta y con un cinco que fue Martín (Rabuñal), que por momentos lo acompañaba Napoli, pero fue el eje del equipo. Son las ideas madre, pero uno después ve los intérpretes y qué es lo que pueden hacer y la verdad es que a todos nos calzó muy bien esa idea. Se se pudieron lucir.
- En Liverpool hay mucho hermetismo. ¿Ayuda trabajar así?
- Sin dudas. Uno trabaja tranquilo y la presión es mucho más interna que externa. La gente apoya, viene de procesos exitosos y exige, pero desde el apoyo. La presión es nuestra de competir, estar a la altura e intentar ganar. La caja de resonancia es mucho menor que en otros equipos y da tranquilidad para trabajar. Capaz en Nacional o Peñarol el Intermedio que tuvimos hubiese dejado otras consecuencias o secuelas.
- ¿Cómo definirías a José Luis Palma como dirigente?
- Es un dirigente cercano. Entiende cuando tiene que pasar más desapercibido y, cuando tiene que dar una opinión, la da con mucho respeto. Evalúa los procesos, cómo nos manejamos todos, trata de estar en instancias de las que saca información como las charlas, los entretiempos, donde suceden cosas trascendentes, y está ahí siempre apoyando. Para mí es un gran dirigente, un gran tipo y celebro haber compartido este año y medio con él.
- ¿Qué tiene la “escuela” de Pezzolano? De su cuerpo técnico salieron entrenadores como Martín Varini, vos, ahora Camilo Speranza.
- Paulo primero es un entrenador muy completo, tiene una pata fuerte puesta en cada lugar. Siempre dice que el 99,9% del éxito se basa en la gestión del club, del staff, funcionarios y jugadores. Insiste hasta en el más mínimo detalle y cree que eso es lo que termina moviendo la aguja a la larga de si la pelota pega en el palo y entra, o sale. Eso se traduce en un nivel de exigencia muy alto. Hace sentir partícipes a los que están a su alrededor y potencia el entorno. Si los que nos toca estar al lado estamos permeables a recibir esos conocimientos, nos vemos muy beneficiados y nos potenciamos. Es verdad que a los entrenadores que hemos pasado por él nos ha ido bien y no tengo dudas de que Camilo va a ser igual.
- ¿Hablaste con él sobre Liverpool, qué puede esperar el hincha?
- Hablé sí. Trabajamos juntos en Valladolid e hicimos una linda amistad. Allá con Paulo, Mati Filippini y Gonza Álvarez, Liverpool es un tema de conversa casi diario. Él ya venía muy empapado y estuvo atento todo el año a mi temporada. El hincha puede estar tranquilo y se puede ilusionar. Sabe y trabaja muchísimo, va a dejar todo, es muy organizado y le gusta el fútbol de protagonismo que le gusta al hincha de Liverpool. Va a hacer todo lo posible para que ellos se sientan representados y ojalá les vaya muy bien.
- Se están yendo varios jugadores de Liverpool y es natural por el año que tuvieron. ¿Tienen que intentar mantener la base?
- No me animo a decir si es necesario o no, tampoco sé si me corresponde. Está en las gestiones que hagan Gustavo (Ferrín) y José Luis (Palma) y las consultas que le estarán haciendo a Camilo y su cuerpo técnico. Sin duda hubo jugadores con rendimientos muy altos y se deben estar haciendo los esfuerzos posibles tanto para retener a esos que consideren modulares para el 2026 como por incorporar nombres nuevos que refresquen y den ese salto de calidad y competencia interna que todos los equipos precisan. No tengo dudas de que están trabajando en esa dirección y van a acertar en las decisiones.
- Te voy a decir dos nombres que conocés y a preguntar por ellos y la selección. El primero es Kevin Amaro.
- Es un jugador con un presente bárbaro, hizo un gran año y es muy joven: tiene 21 años. Jugó en dos posiciones que no son nada fáciles, de lateral y de extremo, y lo mejor que tiene es que tiene mucho para crecer y muchas ganas. Desde sus condiciones es un animal y desde lo técnico táctico ha evolucionado mucho. No tengo dudas de que va a hacer una gran carrera y ojalá que pueda ir al Mundial. Si no es a este, más adelante va a tener la posibilidad de jugar en el exterior, de mostrarse y vestir la Celeste. Va a ser un orgullo para todos los hinchas de Liverpool y los que compartimos con él.
- El otro nombre es Paulo Pezzolano.
- Ya ha dicho públicamente, en más de una ocasión, que para él es un sueño en algún momento dirigir la selección. Sé del sentimiento con la selección y el país. Siempre trata de armar su cuerpo técnico con la mayor cantidad de uruguayos posibles y a donde va tiene una responsabilidad muy particular por dejar una buena imagen para dejarle las puertas abiertas a los uruguayos que vienen atrás. Sin dudas tiene una capacidad y está teniendo una trayectoria que lo pone como un candidato natural en cualquier momento. Yo creo que, de los uruguayos, es el entrenador más distinguido de todos y el más preparado para dirigir a la selección, pero es una opinión que puede estar subjetiva al sentimiento personal que tengo por él y su familia. Pero de verdad creo genuinamente que está súper preparado para hacerlo y en algún momento no tengo dudas de que lo hará.
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