Redacción El País
La justicia argentina imputó a los empresarios Foster Gillett y Guillermo Tofoni por lavado de activos. Esta investigación está a cargo de la Fiscalía N° 3 en lo penal económico, que es conducida por el fiscal Emilio Guerberoff. Cabe recordar que Gillett, nacido en Estados Unidos, es el propietario de la Sociedad Anónima Deportiva (SAD) de Rampla Juniors.
El estadounidense arribó al fútbol argentino a principio de este año tras su vinculación con el empresario Tofoni y desembarcó en Estudiantes de La Plata —campeón el pasado sábado del Torneo Clausura de la vecina orilla— para realizar una fuerte inversión en el club.
La investigación nació tras el pase de Cristian Medina de Boca Juniors a Estudiantes de La Plata. Debido a que el dinero (cercano a los 15 millones de dólares) por la ficha del futbolista de 23 años salió de una cuenta personal de Gillett, algo que no está permitido por normativas de FIFA.
La casa madre del fútbol internacional indica que los fondos para poder comprar la ficha de un jugador deben venir de las cuentas de las instituciones o del futbolista en cuestión.
Ovación se contactó con una fuente del entorno de Gillett y detalló que esto fue "una denuncia por una entidad privada y en el momento que uno es denunciado es imputado, pero no hay una formalización". "Son cosas distintas", añadió.
Destacó que "no hay ningún tipo de notificación, lo que si hay medidas que se están investigando". A su vez, señaló que esta situación en sí es por "fondos que mandó Gillett para Boca y que responden a la actividad familiar que él tiene". "No hay nada ilícito", instó.
El tema Rampla Juniors
Al igual que en el fútbol argentino, Gillett llegó al mercado uruguayo de la mano de Tofoni, quien tiene vínculo con Ignacio Alonso, presidente de la Asociación Uruguaya de Fútbol (AUF), tras organizar algunos amistoso para la Celeste a través de su empresa WorldEleven.
En tal sentido, Gillett invirtió en el fútbol uruguayo para crear la SAD de Rampla Juniors. Asimismo, una fuente de la SAD Picapiedra le comentó a Ovación que esta situación en Argentina "no afecta en nada" al club uruguayo.
"De hecho estamos esperando porque hemos tenido una comunicación con Gillett para que pague todo lo que se adeuda este año y nos dijo que se comprometía a subsanar la situación, y que se hacía responsable", sostuvo.
El 2025 de Rampla Juniors no fue bueno, ya que estuvo aquejado por las deudas y porque descendió por primera vez en su historia a la Divisional C Amateur del fútbol uruguayo.
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