Juan Álvez tras el retiro: la "espina" que le quedó en Fénix, el curso y sus proyectos por fuera del fútbol

El exfutbolista reconoció que tiene un nuevo rol en el albivioleta y se refirió al saludo especial de un actual futbolista de la selección uruguaya cuando se dio a conocer que colgó los botines.

Juan Álvez, exjugador de Fénix.
Juan Álvez, exjugador de Fénix.
Foto: Archivo El País.

Negoció con los directivos a principio de año la renovación de su contrato, y lo consiguió. Pero Juan Álvez, con 41 años en ese entonces, lo firmó con una advertencia: “Es mi última temporada”.

Álvez y el albivioleta tenían un objetivo: luchar por uno de los tres ascensos. El final dejó un gusto amargo, ya que Fénix finalizó noveno en la Anual de la Segunda División Profesional con 43 puntos tras 12 victorias, siete empates y 13 derrotas.

La situación cambió. Porque el zaguero —que supo jugar en Wanderers, Liverpool y Peñarol— tenía decidido retirarse en el club de Capurro, pero se planteó continuar para sacarse la “espina de llevar a Fénix a Primera División”.

La realidad lo golpeó. Charló con los directivos para extender un año más su vínculo e ir por el ascenso en 2026, pero la respuesta no fue la esperada. “Me dijeron que no me iban a tener en cuenta”, le recordó a Ovación.

Fabián Estoyanoff, gerente deportivo de Fénix y excompañero de Álvez, le comunicó la resolución del club sobre su futuro. “Estábamos entrenando en el complejo y el Lolo me informó que no iban a contar conmigo”, rememoró el experimentado defensor.

Su nueva función

Juan Álvez en la Asamblea de la MUFP.
Juan Álvez en la Asamblea de la MUFP.
Foto: Archivo El País.

“Cuando se cierra una puerta, se abre una ventana”. Esa frase se aplicó en el caso de Álvez porque el mismo día que le dijeron que su etapa como futbolista se acabó, también le ofrecieron otro cargo en la institución.

“El Lolo me planteó de que me quedé a trabajar con él y me ofreció poder dirigir una de las divisiones formativas”, ahondó.

Con el retiro a la vuelta de la esquina, Álvez sintió que no era el momento ideal para iniciar su etapa como director técnico. “Mi cabeza no estaba para dirigir”, instó.

No fue la única propuesta que le hizo el exjugador de Peñarol y la selección uruguaya. “Me planteó que trabaje con él como secretario deportivo”, manifestó.

Quiso ser cauto. Decidió primero comentárselo a la familia para saber qué pensaban. Reunió a su esposa, Shirley, y sus dos hijas, Melina (15) y Luciana (9), en su casa en Salinas para poder escucharlas. “Me dijeron que me apoyaban en todo”, exclamó con orgullo.

Fue combustible para Álvez de animarse a un rol nuevo. “Ni lo dudé y le dije que sí al Lolo”, comentó.

Todavía no forma parte de la gerencia deportiva del club de Capurro porque no estampó la firma. “Falta optimizar algunos detalles como la firma de contrato para asumir”, señaló.

En el horizonte cercano está trabajar como secretario deportivo en Fénix, aunque dejó en claro que su gran anhelo es “ser entrenador”.

Los llamados que recibió por su retiro

El pasado 28 de noviembre Fénix confirmó el retiro de Álvez con un comunicado en sus redes. Desde ese día el zaguero, de 42 años en la actualidad, recibió “un montón de llamados”.

“Excompañeros, incluso jugadores que no compartieron equipo conmigo me escribieron”, aseguró.

Álvez señaló que un actual futbolista de la selección uruguaya le escribió: “Me mandaron mensajes Manuel Ugarte, el Indio (Roberto) Fernández que jugaron conmigo cuando eran muy jóvenes en Fénix”. “Me dejaron contento porque fueron jugadores que les hablé un montón en sus inicios”, añadió.

El mejor momento de su carrera

Tras 22 años de carrera con un pasaje por Peñarol, donde jugó 12 partidos, Álvez mencionó que su mejor momento como futbolista profesional se dio en 2009 con Liverpool. “Anduve muy bien y compraron parte de mi ficha, con eso me compré mi casita en Salinas”, expuso el exdefensor.

El emprendimiento con su esposa

Tras colgar los botines como futbolista profesional, expresó que “necesita trabajar”. “Uno siempre está haciendo cosas”, enfatizó el exfutbolista de Fénix y reconoció que junto a su esposa, Shirley, viajan a Montevideo para llevar adelante un proyecto que tienen en conjunto. “Le metemos un poco a las obras”, destacó Álvez.

En tal sentido, realizó un curso en Montevideo para poder trabajar con obras de steel framing para las construcciones donde se usa acero galvanizado liviano para formar la estructura y después recubrirlas con placas —yeso, por ejemplo— y aislantes.

Durante su etapa como jugador profesional este proyecto lo llevaba adelante cuando no estaba en actividad. “Le metía un poco cuando estaba de vacaciones”, aseveró Álvez. Mencionó el otro trabajo que tiene en la actualidad. “También hago transportes con mi auto”, remarcó el exjugador.

Ahora, su gran objetivo es poder terminar la obra en su casa en Salinas. “Pienso traer a mis padres para que se vengan a vivir conmigo”, indicó.

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