Su hijo le hizo una pregunta que lo descolocó: “Papá, ¿cuándo te voy a ver jugar?” En ese instante, Brian “Huevo” Lozano detuvo el auto. Sacó el celular y filmó para registrarlo. “Te prometo que me vas a ver jugar”, le aseguró a su hijo, Genaro, que en la actualidad tiene 6 años.
La última vez que Lozano pisó una cancha de forma oficial fue el 7 de octubre de 2023. Ese día jugó el clásico de Atlas de México frente a Chivas de Guadalajara. La historia no terminó bien: Lozano sufrió la fractura de rótula en la rodilla derecha y lo llevó a vivir un período de incertidumbre en su carrera.
Afrontó cinco operaciones, pero el gran problema no fue la lesión. “A los tres o cuatro meses ya me había recuperado de la fractura, pero después tuve una infección importante en la rodilla; tardaron en encontrarla y ahí comenzaron las complicaciones”, le confesó a Ovación.
Los médicos de Atlas no lo escucharon sobre cómo se sentía tras la intervención quirúrgica. “Planté el tema de que podría tener una infección. Me dijeron que no, que era normal por la cirugía. Pero al final sí tuve una infección”, expuso.
El respaldo que recibió de su familia y de profesionales
Lozano recibió el apoyo de muchas personas. Mencionó a su hermana que siempre lo acompañó en la carrera y recordó la dura semana que vivió con su padre. “Me rompí la rodilla y mi padre se vino a México a apoyarme. Pero a los cuatro días él sufrió un infarto, me tuve que hacer cargo de él y en esa semana me separé. Fue duro, pero me sirvió para darme cuenta de muchísimas cosas; algunos se alejaron y estuvieron por conveniencia, mientras que otros se acercaron”, indicó.
Además de los familiares y amigos, Lozano hizo fuerte hincapié en el apoyo que recibió de su psicóloga, Patricia, y su coaching, Kevin. Los dos fueron claves para que pudiera seguir con la promesa a su hijo.
La importancia de la salud mental
En 2022, Lozano vivió varias situaciones que lo movieron. Una de ellas fue cuando defendía al Santos Laguna e iba a disputar un partido contra Puebla. “Estaba calentando y no sabía dónde estaba. Me acuerdo que el preparador físico me llamó la atención y me dijo: ‘¡Dale Huevo que estamos calentando!’ Lo miré cómo diciendo: ‘¿Dónde estoy?’, rememoró y aclaró que en ese entonces no trabaja con ningún profesional de la salud mental.
No pasaba por un buen momento y se le abrió una posibilidad impensada: volver a Uruguay para ponerse la camiseta de Peñarol. Lozano tenía un pasado en Nacional donde logró ser campeón Uruguayo en 2016.
Peñarol no tenía actividad internacional para el segundo semestre del 2022 y se encontraba lejos de los primeros puestos en la Anual. Por lo tanto, necesitaba realizar un gran Torneo Clausura, que no sucedió.
Lozano disputó 18 partidos con el Mirasol: marcó un gol y dio cinco asistencias. “Me tocó venir en un mal momento personal y, por ende, me fue así”, apuntó con mucha autocrítica.
A fines de 2022 se sentó con los directivos de Peñarol para comunicarles que no iba a continuar. Lozano dio una entrevista en el programa Punto Penal (Canal 10) y dejó una frase que describió lo que fue ese año. “Voy a buscar ayuda profesional para poder disfrutar del fútbol”, declaró.
Eso le sirvió para entender que no solo debía entrenar para mejorar en la cancha, ya que también tenía que trabajar la salud mental, a la que definió como “muy importante no solo para el fútbol, sino para la vida”.
“Me di cuenta de que debía trabajar con profesionales porque cargaba una mochila muy grande”, afirmó. Al dejar Peñarol, Lozano arregló su arribo a Atlas.
Con el apoyo de la psicóloga y el coaching —más su fuerza de voluntad—, Lozano contó con un resurgir en el fútbol mexicano. Incluso llegó a estar nominado para obtener el Premio Puskás (galardón que entrega FIFA al mejor gol del año).
Al tener 30 partidos encima en Atlas, estar asentado en el equipo titular se dio la lesión y, otro hecho que destacó, su separación. Ese combo fue el causante para que esa “mochila grande” que cargaba se explotara.
Fue clave el respaldo profesional. “Con la psicóloga pude sobrellevar esa situación y después lo llevamos a lo deportivo y, gracias a Dios, me siento bien. Nunca se me pasó por la cabeza retirarme por esta lesión”, dijo.
La vuelta a su casa, Defensor Sporting
Lozano ultimaba los detalles de su recuperación para pisar otra vez un campo de juego, pero tuvo una reunión con los directivos de Atlas para ponerle punto final a su contrato que era hasta el 31 de diciembre de 2025. En marzo se despidió del club por redes sociales.
“Estaba en la readaptación de mi lesión y los directivos de Atlas me informaron que, aunque terminara la recuperación con ellos, ya no querían asumir algún riesgo y pretendían liberar esa plaza de extranjero”, sostuvo.
A su vez, continuó: “Me dolió un poco, pero lo acepté porque fueron sinceros y honesto conmigo. Eso fue lo más importante”.
Al concretarse su salida del club azteca, Lozano no dudó en pensar en una vuelta a su casa: Defensor Sporting. “Hablé con la gente del club y más allá de que venía con poca actividad o nada en este último tiempo, reencontrarme con gente del club fue algo muy bueno y, sinceramente, se portaron muy bien y es lindo volver”, alabó.
En cada momento remarcó su enorme felicidad por tener su vuelta al conjunto fusionado después de diez años. “Estoy contento de volver a casa porque siempre la consideré así”, señaló.
Lozano entrena con la mira puesta en cumplir su objetivo que es volver a jugar. El sábado fue a Pichincha a trabajar solo en el gimnasio para no regalar un día y seguir enfocado.
No tiene una fecha determinada para su regreso, aunque se puso como meta poder estar a la orden del entrenador Ignacio Ithurralde para el primer fin de semana de agosto. Por dos motivos: arranca el Torneo Clausura y viene su hijo Genaro a pasar las vacaciones en Uruguay.
“Viene porque decidimos hacerle su cumpleaños en Uruguay. Está justo de vacaciones en la escuela y justo se da para que, si todo va bien, pueda verme dentro de la cancha”, profundizó Lozano pata cumplirle la promesa que tiene guardada en el celular.
Lozano trabaja día a día. Ni siquiera habló con Ithurralde dónde lo visualiza en el equipo. El propio futbolista va por ese camino. Quedó claro cuando se refirió a la chance de volver a la selección uruguaya, donde acumula ocho partidos.
“Nunca le cerré las puertas a la selección y fue algo de lo que a mí me pasó cuando casi dejo el fútbol. Me afectó cuando me rompí la tibia y peroné; quise adelantar el proceso, volver antes pensando en la selección para jugar la Copa América (2021). Pero en aquel tiempo me perdí de la selección y de que me saliera un pase, eso me chocó muy fuerte. Por eso hoy trato de ir día a día. Hoy mi prioridad es volver a la cancha y ser feliz”, cerró Lozano.
-
Río Negro de San José, rival de Peñarol en Copa AUF, es el primer finalista de la Copa Nacional de Clubes OFI
Las Palmas presentó a Jeremía Recoba e hizo referencia a un clásico que Nacional venció a Peñarol con gol suyo
"Soy optimista de que Marcelo Saracchi juegue en Independiente; no hay que apurarse", dijo presidente del Rojo
Alejo Cruz, ex Peñarol y Danubio, rescindió en Atlético Goianiense y ya hay interesados: ¿Vuelve a Uruguay?
Cuánto tiempo tiene Peñarol para apelar y el descargo de Trostchansky: "El fallo es un mensaje político peligroso"