Gastón Tealdi se postula a la presidencia de Peñarol por la Lista 97 y apuesta a un cambio en la estructura deportiva, pero también a lograr recomponer las relaciones institucionales con todos los estamentos del fútbol.

El candidato a ocupar el sillón presidencial mirasol habló en entrevista con Ovación de cuál es su plan de gobierno, de cómo se debe encarar la gerencia deportiva, el entrenador elegido y también de los errores que cometió el club en el relacionamiento con los diferentes actores del fútbol uruguayo.

— ¿Cuándo y por qué decidiste ser candidato a la presidencia de Peñarol?
—Hace pocos días. Era algo que veníamos madurando hace un tiempo con un grupo de gente y una corriente con la que venimos trabajando para buscar sobre todas las cosas la unidad en la institución. Ahí encontramos que somos una corriente que trata de velar y preservar las tradiciones históricas que hicieron glorioso a nuestro club, algo que no veíamos en otras corrientes. Nosotros queremos representar los valores históricos de Peñarol, renovados y mirando hacia el futuro. Mi padre era amigo de Washington Cataldi y delegado del club durante más de 40 años y realmente creo que Cataldi es un ejemplo de cómo se tiene que llevar una política institucional y la gestión de una entidad deportiva. Queremos mirar hacia el futuro, pero sin despreciar el pasado. Nos parece que siempre es importante mirar las raíces para poder proyectarse. Y eso es lo que queremos transmitir también a través de la experiencia que hemos recabado en todo este tiempo.

— ¿Qué estilo tiene esta nueva corriente?
—Mi origen no es damianista. Yo soy cataldista. Me identifico mucho con la forma de trabajar de Washington Cataldi, un tipo entrañable, amigo de sus amigos y que nunca despotricaba en la prensa, que generaba confianza, que establecía vínculos y ese estilo hay que preservar en Peñarol. Nuestro grupo lo que pretende es rescatar las raíces históricas, valorar lo que es la historia del club, no cerrarnos ni al damianismo ni al cataldismo, no rotularnos, pero sí manifestar que defendemos esa tradición histórica que es en definitiva lo que ha hecho grande a Peñarol, la institución más gloriosa del país, para tratar de también nutrirnos de juventud, de gente joven, para que la institución sea exitosa hacia el futuro.

— ¿Quiénes te acompañan en este proyecto?
—Luis De María, quien inició conmigo este camino dentro de Peñarol, es el candidato a la vicepresidencia y después tenemos un grupo de gente jóvenes hasta dirigentes con un peso importante como Juan Lema Benso, Armando Castaingdebat y Fernando Errico. Hay figuras nuevas que se acercaron como el concejal vecinal Luis Bascou, Marcos Beraza, Diego Castro, Federico Vaz y otros. Hay gente de diferentes estratos sociales, de diferentes partidos políticos. No nos importa de qué partidos son ni de qué estrato social vienen, lo que importa acá es que quieran y tengan la intención de trabajar por el club y fundamentalmente de venir a servir a Peñarol y no servirse de Peñarol. Eso para mí es lo más importante.

Foto: Darwin Borrelli.

— ¿Buscaste en esta campaña tender puentes o alianzas con otros candidatos teniendo en cuenta que los conocés a todos?
—Sí. Los conozco a todos, tengo buena relación con todos y me parecía que era una buena oportunidad para tratar de buscar alianzas, pero no solamente desde el punto de vista electoral, sino en el fortalecimiento institucional, porque está claro que desde el punto de vista de los números electorales, el presidente puede ser electo solamente con tres consejeros de 11. Eso genera un debilitamiento y ha sido una complicación para los últimos tres periodos de gobierno, el de Juan Pedro Damiani, el de Jorge Barrera y el de Ignacio Ruglio, porque el presidente no puede imponer su idea ni llevarla la práctica y tiene que estar permanentemente negociando con diferentes sectores. Ese es el sistema electoral de Peñarol, un sistema de representación proporcional casi puro. No es puro porque es necesario llegar al primer cociente para poder competir por un consejero, pero después el sistema es de representación proporcional pura. Entonces no es sencillo y como está hoy estructurado el mapa político, tampoco creo que ninguno de los candidatos gane con mayoría absoluta. Pero se hicieron todos los intentos, tuvimos varias reuniones y lamentablemente no encontramos espacio para estas corrientes tradicionales, porque todos querían identificarse con algo distinto. Y creo que de todas las corrientes que hay, nosotros somos los únicos que rescatamos los valores tradicionales de Peñarol, por eso nuestro lema es “Tradición y Gloria Peñarolense”.

— ¿Cuáles son los pilares de tu propuesta?
—La estructura deportiva. Somos los únicos que estamos planteando ideas. Todos hablan de profesionalizar y elegir a los mejores, pero nadie dice cómo los va a elegir y de qué manera se va a estructurar el área deportiva. Tenemos un proyecto establecido con la idea de un director técnico y estamos trabajando en un gerente deportivo porque creemos que Peñarol cometió un error de muchas instituciones como el de estructurar erróneamente todo lo que es la gerencia deportiva. Hoy el gerente deportivo está desde el punto de vista jerárquico por encima del técnico y creo que condiciona decisiones del técnico como el armado del equipos. Tengo mucha amistad con Jorge Giordano, con quien hablo mucho, y en la selección uruguaya vos tenés un director de selecciones nacionales que está enfocado en todo lo que es división formativa, mirando al primer plantel, pero está en ese lugar, no está por encima del plantel principal, está tratando de mirar las formativas para que haya precisamente un hilo conductor para ser muy específicos en la elección de cada uno de los cuerpos técnicos, de cada una de las divisionales. Y eso nos parece muy importante.

— ¿Hay entrenador definido en tu proyecto?
—Nos parece importante tener un técnico que nos pueda dar un fútbol dinámico que es lo que hoy se requiere para poder competir internacionalmente. Vos no podés competir internacionalmente con más de cinco jugadores mayores de 35 años y eso pasó en Peñarol en esta Sudamericana. Tan así ocurrió, no tuvimos resultados y pasamos al extremo totalmente opuesto: tener un equipo con jugadores sumamente jóvenes. Entonces vos tenés que planificarte para la competición internacional, tener un técnico moderno, que tenga también nuestro ADN. Conversamos con Marcelo Broli y nos dijo que está orgulloso de que lo consideremos como técnico para Peñarol. Es el técnico ideal para una estructura deportiva fortalecida, con un técnico enfocado en lo internacional. Yo no soy de los que dicen que no podemos ser competitivos internacionalmente. Tampoco me parece que esté bien que se diga que no podemos competir, porque presupuestos como los de Argentina o los de Brasil son muy superiores al nuestro. Hemos quedado eliminados con clubes con mucho menor presupuesto. Entonces tenemos que entender que hay un problema que no solamente pasa por lo financiero, pasa por lo estructural. Es ahí donde nosotros tenemos que atacar.

— ¿Y director deportivo?
—No. Todavía lo estamos trabajando. Lo que sí tenemos es el posicionamiento y lo que queremos en el director deportivo. En función de eso tampoco queremos anunciar nombres sin tener el consentimiento. Vamos a esperar un poquito más para poder anunciarlo.

Foto: Darwin Borrelli.

— ¿Qué cambiarías en el corto plazo si te toca ser presidente de Peñarol?
—La estructura deportiva y también el relacionamiento institucional de Peñarol. Se habla desde todos los grupos, incluso desde el actual oficialismo, que hay que recomponer los vínculos institucionales que están rotos. Y que ese Peñarol contra todos nos perjudicó y no tuvimos resultados. Hoy Peñarol rompió puentes y tiene un mal relacionamiento con los jugadores, OFI, con las Sociedades Anónimas Deportivas, con los árbitros, con la AUF, con la Conmebol. Eso fue un error desde el punto de vista estratégico de Peñarol y en su momento se lo hice saber al presidente (Ignacio Ruglio) y que nos generó un enfrentamiento que yo en su momento no lo hice público para no hacerle daño a Peñarol. Quizás si hubiese pensado en mí daba un paso al costado, pero siempre traté de pensar primero en la institución. Y ahora para recomponer los vínculos institucionales es necesario conocer, tener confianza y creo que nosotros tenemos experiencia y una gran relación con todos los grupos con los que Peñarol rompió puentes. En esta grieta que hay en el fútbol uruguayo, el club debe ser neutral y tener una buena relación con uno y otro porque es la única forma de defender los intereses de Peñarol. No podemos ser pro de nadie que no sea de Peñarol.

— ¿Pensás que la política debilita a Peñarol?
—Sí, sin duda. Le hace daño. Por eso lo que planteamos en esta campaña es manifestar nuestras diferencias y discrepancias con respeto y ser tolerantes, porque tenemos que darnos cuenta que a partir del 19 de noviembre vamos a estar todos los que, si los socios quieren, seamos electos consejeros, en una misma mesa trabajando codo a codo con la institución. Yo creo que la política le hace mal por el hecho de que estemos en uno de los bandos de esa grieta y que en el fútbol uruguayo, no solamente en Peñarol, todo esté dividido y todo sea blanco o negro, y no podamos entender que hay siempre matices, que hay cosas que en un lado pueden tener razón y del otro lado también pueden tenerla. Eso creo que es lo que más daño le ha hecho al fútbol porque atrás hay intereses y nuestros intereses tienen que ser mejorar el fútbol uruguayo y sobre todo nuestros clubes.

— ¿Qué mensaje le das al socio de Peñarol?
—Que escuche a todos los candidatos, que se informe, que lea todas las propuestas. Lo más lindo de la democracia es que la gente pueda decidir libremente y que participe, porque en definitiva en una institución como Peñarol, que tiene un sistema democrático de elección de sus autoridades, yo creo que lo más lindo es precisamente que el socio, el que aporta su cuenta todos los meses, pueda aportar, pueda apoyar. Eso fortalece a la institución. Que vote lo que entienda que tenga que votar, pero que vaya y participe.