Después de haber sido campeón sudamericano con la selección uruguaya y haber alcanzado las semifinales del Mundial Sub 20 en 2017, Carlos Benavídez (25) estaba listo para dar el salto y dejóDefensor Sporting, a quien ve como una “segunda familia” para llegar al fútbol argentino.
Las cosas no salieron como lo esperaba, dos duras lesiones le jugaron una mala pasada pero el destino lo llevó a España, al Deportivo Alavés, donde se reencontró consigo mismo y, en menos de dos años, cambió su vida y la experiencia superó todas las expectativas. En España se reencontró con excompañeros, uno que admira, y cambió varias camisetas para su colección.
Después de un ascenso de película, hoy el equipo está consolidado en LaLiga, Charly viene de hacer un gol ante Mallorca en la última fecha y valora lo importante que son su esposa y su madre para vivir el presente que le toca mientras a los tres se les cae la baba a la espera de Emma.
Carlos recordó cuando Roxana, su mamá, lo llevaba a la cancha del club Santa Ana, en General Flores y Chimborazo, donde dio sus primeros pasos como jugador hasta llegar a la escuelita de Defensor Sporting.
Para mí, mi mamá es todo. Hablo con ella después de cada partido
“Cuando era chico ella me carreaba, se buscaba los horarios para llevarme día, noche, tarde, mañana, lluvia, sol, siempre al pie del cañón. Para mí, mi mamá es todo”, dijo sobre quien además de madre, cumple otro rol.
“Hablo con ella después de cada partido. Cuando no está acá -en España- ni bien llego a casa tenemos una videollamada larguísima y si me vio mal me dice ‘la verdad, hoy fuiste un desastre’ o me dice ‘te noté ahogado’ y me pregunta qué me pasá, me pregunta todo. Ya era futbolera antes y ahora más todavía”, confesó Charly.
Desde que llegó a entrenar a las canchas del comando del ejército, Benavidez hizo todas las formativas en Defensor hasta que debutó en Primera División y pudo ganar un torneo corto y jugar Copa Libertadores y Sudamericana con un club que significa mucho para él y del que sigue pendiente.
“Siempre lo digo, a Defensor no tengo palabras para describirlo. Me lo dio absolutamente todo y estoy eternamente agradecido por la formación que me dieron, también como persona, y los valores que me inculcaron. Eso no tiene precio, es la esencia de ahí y por eso considero que es mi segunda familia”, dijo sobre el Tuerto al que sigue cuando los horarios se lo permiten y en el que ve a un jugador que se parece a él. “Facu Bernal lo viene haciendo muy bien, lo veo raspador como me gusta a mi, tengo varias similitudes con él”, reconoció.
Cuando llegó a España también tuvo la fortuna de enfrentarse con otros uruguayos, uno al que admira y fue su compañero, e intercambiar varias camisetas.
“Ya me he enfrentado a Ronald (Araujo), a Fede (Valverde), siempre hay buena relación y mensajes de por medio. Con Josema (Giménez) también nos hemos cruzado, ahora con Gio (González) en Mallorca también y con Mati Arezo”. Benavídez pudo cambiar varias camisetas, pero algunas son más especiales que otras. “Tengo unas cuantas”, confesó. “De verlo en la tele y de jugar en la play, tengo la de Robert Lewandowski, también la de Iván Rakitic que es un jugador que me gusta mucho pero sin dudas la de Fede y la de Ronald son muy importantes para mi. Que esté ese vínculo, esa relación es muy bonito y son las más especiales”.
Es un gran ejemplo. Le tocó salir a préstamo y volver, lo admiro mucho y él lo sabe
Junto a Valverde, a quien admira, tiene los mejores recuerdos de una generación de la Celeste que ganó el Sudamericano Sub 20 y quedó entre las cuatro mejores del Mundial.
“Los recuerdos que tengo de esa gran camada, de la buena energía que teníamos, era algo impensado y costó caer del logro obtenido. Con el pasar de los años uno lo va valorando muchísimo más”, confesó el volante de marca del Alavés que se ilusiona con volver a pisar el Complejo Celeste. “Me gusta mucho la selección. La idea que quiere meter Marcelo Bielsa se está viendo poco a poco. Es muy pasional, es su identidad, el modelo de juego que tiene me gusta muchísimo sin dudas. Compartí mucho con la mayoría que está ahí y uno siempre se ilusiona pero hay que seguir trabajando porque los que están ahora lo están haciendo a un grandísimo nivel”, sostuvo sobre la Celeste.
Benavídez atraviesa un gran momento pero llegar hasta ahí no fue nada fácil. “Me esperaba llegar y jugar pero el cambio de país, si bien no estamos lejos, lleva otra adaptación, otro ritmo y es otra presión. Tuve la mala fortuna de sufrir dos lesiones muy graves. Más allá de eso me llevo muchas cosas buenas de Independiente. Mi mujer y mi familia estuvieron al pie del cañón y también jugadores del club. Me hizo crecer y pegar un golpe de madurez en mi vida que para el día de hoy es muy importante”, reconoció Benavídez que lleva dos goles en Alavés tras el ascenso; uno por Copa del Rey.
El destino quiso que llegara a Vitoria-Gasteiz, capital del País Vasco, donde volvió a disfrutar al máximo del fútbol, el cariño de la gente y a concretar algo pendiente con Vanesa, a quién conoció cuando jugaba en Cuarta a través de un amigo y “entre mensaje y mensaje por las redes sociales nos conocimos, concretamos para vernos y a partir de ahí fuimos inseparables”, confesó sobre su esposa, a la que le da un buen crédito por el momento que hoy le toca vivir.
Gran parte de todas las cosas lindas que están pasando, por no decir todo, es gracias a ella
“Estamos hace casi nueve años ya. Qué te puedo decir de ella, es mi gran sostén. Estuvo en las buenas pero en este deporte hay más feas que buenas y siempre estuvo ahí. En las lesiones, aguantando todas las tormentas y estoy muy agradecido de por vida con ella. Gran parte de todas las cosas lindas que están pasando, por no decir todo, es gracias a ella”, reconoció Carlos y es que, desde que llegó al Alavés a mediados de 2022, le ha tocado vivir un ascenso, casarse con el amor de su vida, marcar un gol en una de las ligas más importantes del mundo y darle a su madre el regalo más grande, en un día muy especial.
Justo se enteró en su cumpleaños, que estaba acá, y se le caían las lágrimas. Está chocha, y con ganas de conocerla”, dijo Charly sobre cómo su madre se enteró de la llegada de Emma y que será abuela. “Me cambió la vida”, admitió, y no solo porque ahora tendrá que dedicarle menos tiempo a pasatiempos como el Call of Duty en la play. “Es la ley y tiene que ser así. Se nos cae la baba todo el día y a medida que va creciendo la panza, más todavía. A dedicarle más tiempo a la princesa que viene en camino y por ese lado, muy, muy feliz”, manifestó.
Desde que entré a la cancha con la gente conectamos un montón
Benavídez tuvo sondeos desde México y otros países de Europa pero el vínculo con el Alavés parece tan especial como el que tiene con Vanesa. “Cuando llegué (al club) estaba la incertidumbre de venir de dos lesiones muy graves pero desde que entré a la cancha con la gente conectamos un montón. Ellos son muy pasionales como nosotros, los sudamericanos, y creo que ahí se generó un vínculo que espero que no se rompa nunca”.