TORNEO CLAUSURA

Cuando apenas faltan dos fechas para el cierre del Torneo Clausura, Peñarol sigue siendo preso de sus errores defensivos en partidos decisivos, pero también del mal humor que le generan a los jugadores ciertas decisiones arbitrales.

Y es cierto que en varios encuentros el equipo de Mauricio Larriera tuvo que lidiar con fallos de los jueces que le impidieron al carbonero sumar puntos en el certamen.

El club ya expresó su malestar en varias oportunidades con un fuerte comunicado que hizo público el 11 de septiembre y con expresiones de algunos integrantes del Consejo Directivo en redes sociales.

Pero también es cierto que si hoy hay algo que tiene este Peñarol es una identidad de juego, una idea y un horizonte producto del trabajo del cuerpo técnico y los jugadores. Larriera impuso un estilo que revolucionó el fútbol de Peñarol y si bien es verdad que hay altibajos, son más los pro que los contras.

No en vano el mirasol llegó hasta las semifinales de la Copa Sudamericana con una gran campaña y ahora es el líder del Torneo Clausura y también de la Tabla Anual.

Pero hay un problema del que el equipo mirasol debe apartarse si es que pretende quedarse con el Campeonato Uruguayo. No es fácil, las pulsaciones están por las nubes en pleno partido y el enojo crece cuando un árbitro se equivoca de manera constante, pero los jugadores son los que deben poner paños fríos para concentrarse en jugar y rendir de la manera en la que lo hacen cuando no están enojados en la cancha.

Y eso fue lo que le sucedió en gran parte al equipo mirasol el lunes por la noche en el Estadio Campeón del Siglo frente a Cerro Largo en el empate 1-1 con el equipo arachán..

Primero tuvo errores defensivos groseros que le permitieron al rival sacar dos goles de ventaja en la primera parte y luego, en el complemento, cuando el carbonero salió decidido a hacer su juego y a imponer sus condiciones, fue superior y además, pudo anotar los goles que le permitieron llegar al empate.

Pero cuando tuvo todo para seguir de la largo, las malas decisiones y el mal humor que le generaron a los jugadores aurinegros algunos fallos polémicos de Daniel Fedorczuk, hicieron que el equipo de Larriera se saliera de su foco y lo terminó pagando muy caro.

Y si bien fueron fallos polémicos dentro del encuentro, no fueron situaciones que incidieron en el resultado sino más bien en el comportamiento de los futbolistas de un Peñarol que no pudo volver a su cauce para llevarse el triunfo.

Por segundo partido consecutivo la victoria le fue esquiva al carbonero —volvió a empatar— y resignó puntos de oro en medio de la definición del Torneo Clausura.

Ahora, el equipo de Mauricio Larriera deberá visitar mañana a Progreso en el Parque Capurro desde la hora 16:30 y sabe que no puede volver a ser preso del mal humor porque tendrá otro partido clave y como bien dice el dicho, el que se enoja pierde.

Mañana Peñarol se juega otro partido más que importante en la definición del Torneo Clausura visitando a Progreso desde la hora 16:30 en el Parque Capurro en la fecha 14 del certamen que tiene al carbonero como único puntero.

Y tal como sucedió el lunes en el Estadio Campeón del Siglo en el empate 2-2 con Cerro Largo, el aliento de la hinchada no faltará porque ayer a las 12:00 se pusieron a la venta las 1.100 entradas a $ 500 pesos cada una para simpatizantes aurinegros y en poco más de una hora se agotaron.

Es por eso que el sector que ocupará la parcialidad mirasol mañana en el Parque Capurro frente a Progreso, estará repleto y no faltará el calor del hincha.