Redacción El País.
Guillermo Centurión, arquero formado en la cantera de Nacional que hizo su debut en un clásico amistoso con 17 años, se marchó libre del club y, tras un breve paso por Cerro y Villa Española, consiguió nuevo equipo en España, donde ya firmó contrato.

El Recreativo Huelva mostró interés, lo contactó y el futbolista viajó para cerrar su vínculo y completar el plantel como tercer arquero detrás del titular Rubén Gálvez y del suplente Adrián Victores.

A sus 22 años, el nacido en Young tendrá su primera aventura deportiva fuera del país luego de haber rescindido contrato con Cerro, club al que se había incorporado a comienzos de año.

"Guillermo Centurión es un jugador de futuro, de proyecto. Traer jugadores de afuera a veces es complicado. Tenía contrato vigente en Cerro y tramitamos toda la documentación. (...) Será una opción más para el primer equipo. Llega en propiedad, no en calidad de cedido", aseguró el director deportivo del Huelva, Óscar Arias.

Archivo El Pais

La historia del golero en Nacional se hizo conocida desde su pasaje en juveniles, cuando con 14 años le hizo un gol a Peñarol en el que recorrió toda la cancha.

Tenía 14 años cuando en 2015 hizo lo que hasta ahora es la jugada de su vida en un clásico de Séptima División. Lo lógico es pensar que tomó la pelota, le pegó fuerte, la hizo picar y pasó por encima del arquero de Peñarol, pero ni cerca. Fue un gol que no solo demostró la habilidad de Centurión, sino principalmente su personalidad.

Nacional ganaba 2-1. Última pelota del partido y Peñarol buscaba el empate en un clásico disputado en el Parque Palermo. Luego del tiro de esquina lanzado desde la izquierda, Centurión cortó el centro y para sorpresa de todos soltó la pelota y salió corriendo con ella rumbo al arco rival.

El arquero de Peñarol, el único que se interponía entre Centurión y el arco aurinegro, intentó apretarlo sobre la mitad de la cancha, pero tocando el balón por un lado y corriendo por el otro el golero tricolor se fue derecho al arco.

Sin oposición y luego de cruzar la mitad de la cancha, Centurión remató al arco, anotó, sentenció el partido y desató la locura de sus compañeros que festejaron con él el triunfo por 3-1.