"El hincha no tiene por qué saber” es una premisa que suelen repetir los viejos dirigentes de fútbol. Y aunque el uso de la frase generalmente queda supeditado a un intercambio previo, de preguntas incómodas y respuestas esquivas, hay hechos que les terminan dando credenciales a estos autores.
Si hay que poner el ejemplo en un nombre propio, el protagonista de esta historia es Mauricio Pereyra, un jugador que en los últimos años de estadía por Estados Unidos le pidió a su representante limitar los plazos de renovación de su contrato a un año y habló con su entrenador de turno en Orlando City.
Como ya husmeando de reojo una posibilidad. Como si hubiese tenido escrito que en su camino volvería a reencontrarse con Nacional, el lugar en el que comenzó a escribir su historia. Como si fuera un pez en el agua.
Hoy, además de ser el número 10 en la cancha y el dueño de un palco fuera de ella, es el modelo a seguir para quienes persiguen un sueño desde las formativas. Incluso, para quienes entrenan a un costado suyo, como Felipe Cairus, que hace unos meses le dijo a Ovación que le extrañaba por qué nunca había jugado en la mayor de la selección uruguaya.
A diferencia de otros líderes, Pereyra es un referente silencioso. De esos que actúan por lo bajo más de lo que luego se muestra delante de cámaras. Y esa característica la suscriben todos: desde Tabaré Alonso, que lo conoció con 14 años y dice que sigue siendo igual de “sencillo, humilde y buena gente”; Santiago Ostolaza, que marca que “siempre está pendiente de los chicos” y Alejandro Balbi, que primero destacó su “voluntad” de regresar y ahora valora su injerencia para cerrar la vuelta de Sebastián Coates.
"Los que estamos en Nacional hace un tiempo sabemos de la entrañable amistad que tiene Mauri con Seba Coates. Es más, habían involucrado también a algún otro jugador", dijo ayer al programa Minuto 1 de Carve Deportiva.
"Acá vienen los que quieren y los que Nacional entiende que aportan. Ese tipo de jugadores, como Mauricio, Coates, en su momento (Gastón) Pereiro y mismo (Luis) Suárez, pusieron mucho de ellos para volver al club de sus amores y el club también hizo mucho esfuerzo", repasó.
La donación de zapatos de fútbol
Otra actitud que tuvo Mauricio Pereyra y quedó puertas adentro fue un gesto solidario con los juveniles más necesitados de las formativas tricolores, a quienes les donó decenas de zapatos de fútbol, según pudo saber Ovación.
La acción no tuvo trascendencia mediática, pero fue bien recibida por los diferentes profesionales que dirigen las categorías juveniles.
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