Redacción El País
El estreno de Peñarol y Rosario Central en el Grupo G de la Copa Libertadores estuvo cargado de hechos de violencia en el Gigante de Arroyito, lo que derivó en una apertura de un expediente por parte de Conmebol y una denuncia de Peñarol ante el organismo continental.

Pero también el club canalla recurrió a Conmebol y presentó sus descargos ante la Unidad Disciplinaria aclarando, a su entender, cómo fueron los hechos que se dieron el jueves 4 de abril en Rosario.

“Durante el fin de semana Rosario Central presentó un escrito de más de 100 páginas ante la Unidad Disciplinaria de la Conmebol, en donde se realizó un extenso descargo con múltiples pruebas en razón del expediente abierto por la casa madre del fútbol sudamericano y la denuncia realizada por Peñarol contra nuestra institución en ocasión del partido de fútbol jugado por ambas entidades deportivas en el marco de la Fase de Grupos de la Copa Libertadores”, comenzó diciendo el comunicado de la institución argentina.

“Asimismo se realizó una denuncia contra el club uruguayo por los distintos daños que su parcialidad realizó en el estadio y nuestros simpatizantes, además de declaraciones y acusaciones tendenciosas y maliciosas sin sustento fáctico ni jurídico. Si bien somos conscientes de los hechos acaecidos, la conducta de la parcialidad de Peñarol en nuestro estadio no puede quedar impune ni desviar la realidad de lo ocurrido con maniobras mediáticas de baja calaña”, agrega la comunicación.

“Rosario Central continúa realizando además otras denuncias pertinentes en los ámbitos correspondientes por las declaraciones acusatorias que se siguen manifestando. Nuestro Club ya ha demostrado en otras ocasiones que además de no tener antecedentes de disturbios en nuestro estadio, los partidos lo jugamos en la cancha y los puntos los ganamos o perdemos en los 90 minutos de juego”, explicó el club.

Por otra parte, Rosario Central también dejó un mensaje: “Desde nuestra institución renovamos el compromiso por la NO VIOLENCIA en el fútbol instando a sus hinchas y ajenos a vivirlo como una fiesta donde podamos convivir en paz con los simpatizantes de otros equipos que, al igual que nosotros, quieren ser parte de un fútbol integrador”.

“Para ello también estamos trabajando en nuevas medidas de Seguridad en el estadio que brinden más tranquilidad a todos los espectadores para cuidar su integridad en los partidos”, cerró diciendo el comunicado.

Foto: AFP.

Cabe recordar que ese jueves 4 de abril en la previa al encuentro, hubo incidentes en la tribuna cabecera en la que se encontraban los hinchas de Peñarol, hecho que provocó que parciales de Rosario Central lanzaran vallas desde el segundo al primer anillo de la popular Génova.

Eso provocó heridos en un sector que en una primera instancia debía albergar a casi 3.000 hinchas carboneros que denunciaron estar muy apretados ya que en ese espacio apenas entraban cerca de 2.000 personas.

Luego de demoras en el ingreso y algunos incidentes con la Policía, la situación se calmó pero tras el partido, cuando los jugadores de Peñarol se acercaron para saludar a su gente, Maximiliano Olivera recibió una pedrada desde la popular que le provocó un corte en el pómulo izquierdo y debió ser trasladado a un centro asistencial para someterse a una tomografía que luego descartó lesión ósea.

Además, hubo corridas e intento de agresión por parte de dirigentes de Rosario Central hacia los de Peñarol, club que denunció al presidente canalla, Gonzalo Belloso, ante la Conmebol, a donde también dirigió una extensa cata detallando todo lo ocurrido en el Gigante de Arroyito.