Redacción El País
El exfutbolista Alejandro Lembo fue noticia en marzo de este año pero no por motivos deportivos, sino de salud: fue internado en el Hospital Británico y se sometió a una intervención quirúrgica para contrarrestar un cáncer que lo afectó a nivel sanguíneo y de la médula ósea, principalmente sobre la columna vertebral.
Afortunadamente el deportista de 47 años pudo superar su afección y reapareció este miércoles en la agenda pública para contar su experiencia: dijo que "lo tenía muy lejos" porque nunca le "tocó de cerca a nivel familiar", y que "fue duro porque no quería asustar a nadie".
"Un día jugando al tenis me quedó doliendo la espalda, pero como yo me retiré con una hernia de disco, era algo normal, me tomaba algo ara que se me pasara y listo", relató en diálogo con El Espectador Deportes.
"Pero pasaron dos meses, el dolor no se iba, fui al médico y me diagnosticaron. Fue en julio del año pasado, me dijeron: 'Te quedas acá'. Ahí tuve dos días con un cagazo tremendo", recordó el zaguero.
Lo más duro, según dijo, fue por no querer "asustar a nadie": "Tengo tres hijos chicos. Estuve una semana internado sin decirle a nadie, solo sabían dos amigos".
"Tenía seis meses hasta que me hicieran el trasplante de médula que intenté ocultárselo a mis hijos y mi familia, para que no se preocupen hasta el momento que me internaran. Pero tuve un par de episodios que no me quedó otra", contó.
Y que cuando lo internaron: "Salió en la prensa, con un respeto total, más allá de que de un momento para otro tenía 200 mensajes y tuve que apagar el celular".
"Cuando sale la resonancia se ve toda metástasis en la columna, en las costillas... Fue un mieloma múltiple, que es un cáncer de sangre", explicó.
Y agregó: "Me sentía bárbaro, estaba normal, nunca tuve miedo, yo sabía que no iba a morir de eso. Me sentía fuerte, estaba bien físicamente y eso me mantuvo firme".
Asimismo, precisó: "La enfermedad la tengo. Tengo que convivir con ella. Lo que se hizo fue tener una remisión, que no siempre se da a cero. Por suerte la mía fue a cero. La tengo dormida y espero que siga ahí. Sigo tomando una pastilla diaria. Puedo hacer deporte y estoy jugando al pádel y tenis, pero nada que sea de contacto fuerte porque los huesos están un poco débiles".
"Empecé a darme mis tiempos y a disfrutar de otra manera, tomándolo todo más relajado. Volví a la empresa de representación y a Cooper. Estoy volviendo de a poco a mis cosas, pero tratando de no estresarme", dijo el exjugador de Nacional y otros equipos del fútbol uruguayo y del exterior.
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