Tico Delgado y el virus que cambió su vida: del dolor de cabeza a la pesadilla y el pedido clave a los médicos

El miércoles 14 de mayo Nicolás Delgado debutó con Verdirrojo en la Liga de Ascenso de básquetbol con triunfo incluido ante Olimpia 72-63 en el Cerro. Hasta ahí todo más que normal para el jugador de 38 años que horas más tarde iba a comenzar con importantes complicaciones de salud.

El Tico sintió el viernes siguiente a ese encuentro un fuerte dolor de cabeza que no se iba con nada hasta que no aguantó más y el domingo acudió a la emergencia de su mutualista. “Me dijeron que tenía una contractura en la espalda y me volví para casa a hacer el tratamiento de siempre con masajes, yendo al quiropráctico, pero el lunes de noche no soportaba más y volví. Ya eran cuatro noches con un dolor insoportable de cabeza”, contó. “Siempre tuve contracturas pero nunca me habían atacado de esta manera”, agregó el jugador para luego seguir relatando: “Después de hacerme varios estudios viene una doctora y me dice de hacerme una punción. Yo no tenía mucha idea de lo que era. Me asesoré con un doctor y la hicimos. Es una inyección larga que te introducen en la médula para extraerte una muestra de un líquido que lo analizan para saber si tenés un virus”.

Y ese estudio resultó clave. El diagnóstico para el Tico fue el virus herpes zóster. “Te despierta el virus de la varicela. Se me alojó y me atacó inflamando el tejido que recorre la médula. La columna del cerebro esa tela te la inflama y por eso el dolor insoportable de cabeza”.

De ahí en más vinieron horas y días de sufrimiento y también preocupación e incertidumbre, no solo para el basquetbolista sino también para su familia y amigos.

“Del Americano me trasladaron al Británico, donde estuve internado como 13 días con un trato de 10 puntos. Solo estaba internado, sin intervenciones quirúrgicas ni nada, pero llegó un domingo que ya no soportaba más porque me estaban pasando tramadol como medicación que era intravenoso y que funcionaba como calmante, pero me generaba náuseas y dolor de cabeza. Cayó un paciente con el mismo diagnóstico que el mío pero que le atacó de diferente manera y más complicado: no podía ver ni escuchar nada. Ahí siento que la madre dice que por favor no le dieran tramadol porque le generaba complicaciones. ‘Denle paracetamol’, pidió. Y ahí le pedí yo a los médicos que me cambien la medicación. Fue Increíble”.

Foto: Darwin Borrelli.

Pero en medio de todo eso, hubo un episodio fuerte. “Ya llevaba como siete días internado, ya había dejado de comer y de tomar agua. Tenía la bomba de suero al lado mío y un domingo de tarde empiezo a vomitar lo poco que había intentado comer, me empieza a salir sangre de la nariz y ahí me asusté mucho. Miré por una ventana para afuera y pensaba que había roto algo de la cabeza o que me pasaba algo grave porque era una hemorragia grande. Me entregué un poco ahí... Fue la primera vez que me pasaba algo así de entregarme. Pero después de dos o tres minutos dije ‘tengo que salir de esta, tengo que ver a mi madre, a mi padre, a mi hija, a mi familia’. El entorno familiar me dio fuerzas y mientras tanto tenía enfermeras por todos lados, limpiándome, higienizándome y yo tirado ahí, un asco realmente, pero escucho que la nurse dice que me iban a llevar al CTI porque no encontraban la solución para mí”.

Fueron horas de tensión para el Tico y su entorno. La novia comenzó a comunicarles a los amigos que “la cosa estaba más grave” y que lo iban a pasar al CTI porque todo se había complicado.

Ahí todo cambió. Familiares y amigos de Nicolás Delgado empezaron a preocuparse por la situación y se fueron al Británico para seguir de cerca el tema. El Tico tomó impulso, el mismo —o más— que para hacer una bandeja. “En ese contexto de querer salir adelante y no darme por vencido, empezaron a caer familiares y amigos, empecé a tomar agua, a ver gente y en ese instante en el que pedí que me cambiaran la medicación por haber escuchado a esa madre, es como que hice un clic y todo empezó a mejorar”.

No fue necesario que los médicos trasladaran a Nicolás al CTI y así lo contó el jugador: “Vieron que me cambió el ánimo por ver tanta gente y ya tomando paracetamol pasé un poco mejor la noche. Al otro día fui avanzando y tres días después se me empezó a ir el dolor de cabeza, empecé a querer caminar de nuevo, a intentar comer bastante mejor, a tomar abundante agua y empezó a evolucionar todo”.

El Tico pasó 13 días internado en el Británico y otros 13 más en su domicilio, pero todo fue mejorando y hace algunas semanas ya entrena con normalidad.

Foto: Darwin Borrelli.

Cuando le dieron el alta en el Británico, a Nicolás Delgado lo iba a pasar a buscar su hermano para llevarlo a su casa ya que debía continuar con la internación domiciliaria. Pero el Tico se fue poniendo objetivos y uno era salir caminando del sanatorio.

“Yo pedí salir caminando”, dijo con firmeza. “Y cuando empecé a caminar de nuevo es como que volví a valorar esas pequeñas cosas”, agregó el jugador que tras esa complicación de salud no continuó en Verdirrojo pero agradeció al club y sobre todo a sus compañeros y cuerpo técnico, por el trato recibido.

“Soy una persona que trata de no molestar a nadie, de moverme por las mías sin depender de la gente, pero mi hermano quería irme a buscar al Británico. Le dije que lo esperaba en tal lugar, le mandé la ubicación en tiempo real y nos encontramos, pero mientras él iba a buscarme yo salí 15 minutos antes y empecé a caminar. Ahí se me cayeron algunas lágrimas porque decía para adentro: bueno, ya estoy afuera, salí de lo más grave y ahora me toca irme a casa”.

Foto: Darwin Borrelli.

Los médicos no saben cómo el virus llegó al Tico Delgado, pero lo cierto es que este tipo de complicaciones pueden afectar a las personas con bajas defensas y provocar situaciones como estas.

“Esas cosas te pueden agarrar con las defensas bajas y te atacan ahí o también en la zona del estómago. Lo mío fue para el lado de la médula. Supuestamente es algo viral”, expresó el también entrenador que está al frente de la U16 y U18 de Urunday Universitario.

Y después de haber vivido toda esa situación que le generó mucho miedo por momentos, Nicolás Delgado hizo un clic en su vida. “Yo sigo siendo jugador profesional y mi trabajo como entrenador lo hago al máximo, entonces todo esto me hizo bajar un cambio, bajar la pelota al piso, estar más tranquilo y vivir la vida de otra manera porque ser jugador, entrenar, ser técnico, ser papá y toda esa rutina diaria te lleva a un caos en el que vivís a mil y no te das cuenta. Sinceramente me tuvo que pasar esto para empezar a ver las cosas de otra manera y manejarme diferente porque todo tiene solución. Lo único que no tiene solución es la muerte”, reflexionó.

El Tico contó además que en medio de todo lo que vivió llegó a ver en redes sociales muchos de los videos virales de Alejandra “Locomotora” Oliveras, la boxeadora que falleció a los 47 años y que incentivó a la gente con motivadoras frases.

“Es tal cual como decía ella lo de la vida”, dijo Nicolás, agregando: “Me tuvo que pasar esto a mí porque no me estaba dando cuenta que andaba a mil. Eso también te lleva a pequeñas lesiones. En Urunday terminé la Liga Uruguaya con lesiones musculares y todo eso te repercute. Es todo mental”.

A nivel familiar, el Tico está en pareja y además, tiene a Sofía, su hija de 9 años. “Le traté de ocultar bastante lo que me pasaba pero era complicado porque ella está conmigo seis días de la semana y le preguntaba a la madre por qué no me veía. Por suerte no era algo contagioso y ahora volvimos a la normalidad”, remarcó.

Hoy, la vida del Tico Delgado ya es normal, pero diferente a la de antes de contraer el virus herpes zóster: “Valoro mucho más todo: el abrazo a mi hija, los momentos con ella, el comer un asado con mis padres o mis amigos y por supuesto bajar la pelota al piso y no andar a lo loco porque después no hay vuelta atrás”.