Pablo Gómez: el click que hizo en la selección, la ilusión de jugar la AmeriCup con Uruguay y su pase a Nacional

No es novedad que los físicos grandes en el básquetbol uruguayo escasean. Por lo tanto, cuando aparece un jugador con características como las de Pablo Gómez (22 años, le queda un año como ficha Sub 23), es normal que los mejores clubes se fijen en él.

Como también el entrenador de la selección de Uruguay, Gerardo Jauri, que lo integró en la preselección de 16 basquetbolistas para preparar la próxima AmeriCup de Managua 2025, que comienza a entrenar el próximo lunes 4 de agosto en Guruyú Waston.

Incluso fue la propia selección lo que le hizo hacer el click y decir: "Es por acá, encontré mi deporte". Fue en el Sudamericano Sub 15 de 2018 disputado en el club Atenas de Moontevideo, cuando con apenas unos meses de comenzar a practicar básquetbol en Urupan, Marcelo Capalbo lo convocó para jugar con la Celeste juvenil.

"Yo jugué al baby fútbol de los seis a los 12 años. Era rústico, jugaba de zaguero. Después me probé en las inferiores de un cuadro de Pando, pero duré dos meses", relató a Ovación sobre los inicios de su carrera deportiva.

Foto: Darwin Borrelli

Nació y se crió en Barros Blancos, y siempre tuvo un físico "grandote". Pero no fue hasta aquel verano 2018 que comenzó a jugar al básquet, impulsado por sus dos abuelas: "Se vé que estaban podridas de que no hiciera nada y me decían que cómo podía ser que pasara todo el día jugando al Play, y me anotaron para jugar en Urupan".

Luego de dos años en las formativas del club pandense, dio "el salto a Montevideo". Más allá de cómo le iba al club en Primera División, fue un progreso porque Trouville, el club destino, jugaba en Serie 1 de Formativas. Se mudó a la capital con 17 años.

"En Trouville pasé años hermosos y fui muy bien recibido. Desde el primer día me trataron muy bien tanto hinchas como dirigentes y toda la gente de alrededor del club, y me siento muy identificado con todos ellos", expresó.

Debutó en el primer equipo del Rojo de Pocitos durante la Liga Uruguaya de Básquetbol "especial" de 2021, que se jugó a una sola rueda por causa de la pandemia: "Fue un partido contra Malvín. Debuté en el Palacio Peñarol. Me acuerdo que Waschmann me jugó en el poste bajo y me encajó un codazo bárbaro en el pecho", recordó con simpatía.

Al tiempo compartió habitación en una convocatoria de la selección con el propio Kiril, quien además por características físicas y de juego es uno de sus referentes del básquet local. Siempre recuerda que lo aconsejó sobre "cómo poner las cortinas y cómo usar el cuerpo".

Y explicó que aunque "parece fácil": "Ahí abajo cuando jugás contra otros jugadores muy pesados tenés que saber usar bien tu cuerpo para sacar ventaja. Para atacar, defender y para pelear los rebotes".

Foto: Darwin Borrelli

Con el descenso de Trouville, llegó a un acuerdo para jugar la próxima temporada con el defensor del título, Nacional: "Me llegó la propuesta hace dos meses y recién empecé a entrenar esta semana. Obviamente muy motivado por jugar en un cuadro grande de Uruguay como Nacional. Con muchas ganas de arrancar a jugar".

Asimismo, el contrato de dos años con los tricolores también establece que juegue la Liga de Ascenso 2026 con el Rojo de Pocitos, y luego la otra Liga también con el Bolso.

Pero eso tendrá que esperar porque a partir del lunes empieza a entrenar con Uruguay para pelear su lugar en la AmeriCup. Está en actividad, jugando el Metro en Colón (el cuarto de su carrera; ya lo jugó antes con Stockolmo, San Telmo y Capitol) y clasificó a playoffs. Y con solo otro número 5 en la preselección (Mateo Bianchi), corre con buenas chances de meterse en la lista de 12 viajeros. Además, también formó parte de la última convocatoria del Clasificatorio que se jugó en Paysandú.