La Clave

La izquierda lleva tiempo, a nivel regional y global, generando una sensación de amenaza inminente de sectores a los que califica de “ultraderecha”. Allí ubica a gente de muy distintas corrientes ideológicas, cuyo único punto en común parece ser el de oponerse justamente a los socialismos. Es insólito porque en la región las tres dictaduras que tenemos son de izquierda. Y a nivel global, los ataques homicidas como a Trump, o al polemista Charlie Kirk, vienen de ese lado.
Los comunistas no suelen llevarse bien con los datos. Tal vez, una forma de defensa ante lo implacable del fracaso de sus ideas. Pero esta semana el ministro Juan Castillo mostró que tan mala es esa relación, cuando salió públicamente y con tono de telenovela de las 5, a lamentarse de que haya 40 mil menores de edad que trabajan en Uruguay. Lo que Castillo omitió decir, de forma seguramente casual, es que hace 15 años eran 80 mil. Y que vamos por buen camino.
La situación de Álvaro Danza al frente de ASSE se vuelve cada vez más insostenible. En las últimas horas se conoció un informe del prestigioso administrativista Augusto Durán Martínez que deja en claro que su tarea actual no es compatible con atender en mutualistas privadas. Esto se suma a otros escándalos previos, como el del proyecto de reestructura que aumentaba de manera insostenible algunos salarios, y que estalló cuando se encontraba de viaje personal.
Llevamos meses escuchando sobre todo tipo de proyectos, que buscarían cambiar radicalmente el sistema de transporte en la zona metropolitana. Algo que es más que necesario. Sin embargo, el gobierno parece orientado a tomar otra medida “a la uruguaya”. La elección por un sistema de buses extensivos es apenas un parche, que no cambiará el problema de fondo. Se seguirá dependiendo de factores que no habilitarán una mejora radical del sistema. Paños tibios.
El ministro Oddone ha hecho varias declaraciones, intentando justificar el hecho de que su gobierno esté buscando aumentar impuestos, pese a que va contra lo prometido en campaña. Oddone insiste en que él no prometió nada, y que recomendó no comprometerse, pero eso es irrelevante. El es ministro de un presidente, que pidió el voto a la sociedad, con esa promesa. Y miente cuando dice que no lo haría si no fuera por la situación fiscal inesperada, como lo dijo Vallcorba.
Una entretenida crónica publicada ayer por El País muestra la triste realidad del casino estatal montevideano. El casino que maneja la Intendencia de Montevideo pierde plata hace casi 20 años. Eso mientras uno privado, en la misma ciudad, gana y paga un canon. ¿Cómo puede ser? Lo mismo, exactamente, pasa con el pórtland de Ancap. Y recuerda aquello de Milton Friedman: “Si ponés al estado a administrar el Sahara, en unos pocos años habrá faltante de arena”.
Se pueden decir muchas cosas del prosecretario de Presidencia, Jorge Díaz, menos que es ignorante. Por eso es más grave su declaracion reciente, donde dice que el proyecto de presupuesto, con sus aumentos en impuestos, no afecta a la “gente trabajadora”. Primero, no es verdad, ya que por ejemplo con el gravamen a Temu se la afecta directamente. Pero después, porque todo aumento de impuestos afecta a toda la sociedad. Solo alguien ignorante podría decir algo así. ¿Entonces?
La decisión del nuevo gobierno de reducir las garantías del secreto bancario, y gravar las ganancias de activos en el exterior, son un combo letal para la atracción de inversiones. ¿Por qué? Porque la gente que tiene capital, y está buscando dónde colocarlo, busca dos cosas: rentabilidad y seguridad. En Uruguay, la rentabilidad es baja. Y encima ahora ven estos gestos de que el estado avanza sobre los dineros ajenos de esta forma, la señal es clara: Acá no conviene invertir.
Los videos que han reaparecido por estas fechas no dejan lugar a dudas. Durante el debate presidencial, clave en la pasada campaña, el hoy presidente Yamandú Orsi dijo sin dudar que su gobierno no aumentaría los impuestos. Ni siquiera sostuvo que no crearía nuevos, dijo que no aumentaría los existentes. Sin embargo, el proyecto de Presupuesto hace las dos cosas. En apenas seis meses, el gobierno ya ha incumplido una promesa central de su campaña.
La presidenta de Ancap, Cecilia San Román, informó que marcha a buen ritmo la reparación de la boya petrolera, y que las pérdidas han sido muy pocas. Se trata de una excelente noticia, ya que esas pérdidas provocan serios daños ambientales, en una zona de alto riesgo. Además, la inutilización de la boya obliga al ente a importar todos los productos, generando costos extras a la empresa. El país debería analizar si ese sistema, en un lugar tan sensible, es lo mejor para el país.
Las asambleas técnico docente son un elemento muy peculiar de nuestro sistema educativo. Ahí se reúnen los docentes, forzando a dejar sin clases a los alumnos, a discutir sobre distintos temas, en su mayoría, ajenos a su función concreta. Un ejemplo fue el planteo hace unos días de eliminar los eventos con símbolos patrios, o incluso el cantar “Mi bandera”. Otra muestra del impacto de grupos minúsculos de delirantes tienen en el conjunto de la educación en el país.
La actualización del precio del combustible, decretada por el actual gobierno, y que entra en vigencia hoy lunes, ha generado malestar del transporte y de la producción. En particular, los sectores se quejan por cómo ha evolucionado el precio del gas oil, un elemento clave para el transporte y el agro, que desde que asumió el gobierno parece mantener una disparidad creciente con el precio internacional. Inyectando en sectores clave, una distorsión que daña la competitividad.