Es una cita a la que no queremos faltar: dedicar el último viernes de diciembre a una breve selección de las frases memorables que leímos y escuchamos en los últimos 12 meses.

Una constante del año ha sido la virulencia contra el gobierno, que la oposición declama ante cualquier excusa. Y no solo de parte del presidente del FA Fernando Pereira, siempre “pasado de rosca”, sino también de otros dirigentes prominentes, como la intendenta Carolina Cosse, quien en cada declaración pública reitera el latiguillo de que “este gobierno no tiene rumbo”, o su colega Yamandú Orsi, quien últimamente compite con ella a ver quién insulta más y con menor nivel.

La retórica antigobierno del FA ha sido tal que, en una de sus salidas más graciosas, el exdirector de Convivencia del Ministerio del Interior Santiago González señaló el 2 de enero que “si nosotros peleamos contra el dengue, el Frente Amplio se pone del lado de los mosquitos”.

El precandidato Mario Bergara, en un discurso veraniego en La Paloma, rechazó que sus huestes estén haciendo “trabajo sucio”, pero ratificó para sí el epíteto de animal que se alimenta de carroña: “¿Es por eso que somos caranchos? Seremos. No tenemos ninguna dificultad en incorporar esa etiqueta, si eso significa que como frenteamplistas asumimos la responsabilidad de marcar para quién gobierna este gobierno”.

Pero el enojo que provoca una gestión eficiente en esta izquierda exasperada trascendió fronteras. El inefable Sergio Massa nos lanzó una botijeada histórica: “Yo creo que Uruguay es uno de los hermanos menores del Mercosur, y Brasil y Argentina tienen la responsabilidad de cuidarlo como a todo hermano menor”, declaró el 24 de enero en la CELAC. Hubo dos reacciones a esa boutade, que quedarán para el recuerdo. Primero, la del argentino Ricardo López Murphy, cuyo hartazgo le hizo perder la elocuencia mesurada que lo caracteriza y publicó de inmediato un tuit que decía: “Mis disculpas, en nombre de los argentinos coherentes, al pueblo uruguayo. Muestran la ignorancia, incapacidad y estupidez del kirchnerismo”. Y cuando le preguntaron al presidente Lacalle Pou qué opinaba de los dichos de Massa, respondió con una sola palabra, también de antología: “Disneylandia”.

Días antes, el 12 de enero, el politólogo Adolfo Garcé pronosticó: “Soy de los que piensan que si la coalición llegara a romperse durante 2023, la probabilidad de su reelección disminuiría drásticamente”. Difícil que ese augurio, proclamado por muchos desde 2020, se cumpla en los próximos tres días.

El siempre ingenioso Francisco Vernazza describió a la intendenta Cosse, en entrevista de El País, con una graciosa comparación: “Ella vende como sustancia al Chapulín Colorado, dice que está todo fríamente calculado pero uno no sabe a qué se refiere”.

Pero el otro precandidato frenteamplista también suele perderse en la neblina. Entrevistado por La Diaria el 20 de marzo, Yamandú Orsi pontificó que “para repartir hay que tener, para tener hay que generar y para generar primero hay que invertir. Pero si para invertir tenemos que esperar a que vengan los gringos a meter plata, van a llevarse más de la que meten. Siempre tiene que salir de nosotros, y esto hay que entenderlo duela a quien duela”. Es probable que ahí ya estuviera soñando con aumentar impuestos, cosa que admitió que “no descartaría”, en la nota que concedió a Telemundo.

En esta antología anual, hay un declarante que nunca falta: José Mujica. Siempre afecto a los sincericidios, cuando sus correligionarios intentaron incendiar al gobierno por la crisis hídrica, él optó por ponerse el sayo: “Nos dormimos. A veces le erramos en las prioridades y nos confiamos. Esto del agua lo debimos haber enfrentado mucho antes, pero así es la cosa. Yo cargo con la mía”, dijo el 23 de mayo, para desconsuelo de sus propios fieles.

Otro momento inolvidable fue cuando dijo que firmar en contra de la reforma de la seguridad social “es como afeitarse con un hacha”.

Pero no pudo evitar que le saliera de adentro su indomable maledicencia, al criticar el éxito de Javier Milei en Argentina. Esto espetó Mujica el 4 de diciembre: “Andá a la puta que te parió, qué casta ni casta. Andá a cagar, andá. Tratame de loco, lo que quieras, me cagaron a tiros, gasté toda mi juventud. Y me venís a tratar de casta”.

Lo curioso fue que días después, el presidente brasileño sugiriera a Mujica como “mediador” entre su país y el gobierno entrante argentino. La vemos brava, la verdad.

¡Feliz 2024!