Jorge Antunes | Montevideo
@|Con todo mi respeto por aquellas familias que sufren por no conocer el paradero de sus seres queridos, vilmente asesinados por una dictadura.

Pero es justo y necesario que la población no se equivoque. Aquí no hubo terrorismo de Estado. Lo que hubo es terrorismo de una cruel dictadura que tuvimos que padecer todos los uruguayos, por culpa de un grupo de personas que pretendió tomar el país a la fuerza.

Esa dictadura no se diferenciaba en nada con las violencias que aplican hoy en los países con regímenes totalitarios.

Quiero repetir y dejar bien claro que, en Uruguay, como Estado democrático y republicano nunca se ejerció violencia y menos aún terrorismo.

Es importante no desvirtuar este concepto.

Debemos tener presente que el Estado somos todos los uruguayos y es claro que más del 99% de nosotros nunca aplicó el terrorismo.

En cuanto al reclamo, es atendible y necesario dar una respuesta desde todos los sectores, porque, seamos honestos, entre los “desaparecidos” hay involucrados dos categorías muy diferentes:

1.- Los que, fieles a su ideología, defendieron con su vida la identidad de sus “compañeros” terroristas. Tenían claro que la guerra en la que se embarcaron, las posibilidades eran sólo matar o morir.

2.- Los que por el hecho de creer legítimamente en ideologías de izquierda, pero, sin pertenecer al MLN, fueron víctimas inocentes. Ellos no tenían ninguna información para aportar. Ellos fueron las genuinas víctimas de la dictadura.

Entonces, me pregunto si los Tupamaros no pueden aportar al menos quiénes fueron las víctimas que no pertenecían a su grupo.

Nos deben esa información y que, como responsables, les pidan perdón a sus familiares y a todo el pueblo porque fue el fruto de su estupidez la que nos causó toda esta injusticia.

A esta altura, pregunto y me cuestiono: ¿por qué todos los uruguayos debemos pagar de por vida e incluso futuras generaciones, una “reparación” que se nos impuso por un decreto sacado a último momento por el Dr. Vázquez?