Greta y sus amigos

Néstor Lioret | Montevideo
@|Habiéndose disipado la niebla de la guerra sobre Gaza, me gustaría dejar una reflexión sobre lo que algunos medios en Europa bautizaron como “Greta y sus amigos”.

La flota de embarcaciones de diverso porte que iba a Gaza con alimentos y otros enseres tuvo el final anunciado y previsible de aquellas naves que enfrentan un bloqueo: no pasaron. No hubo bajas (a diferencia de otras ocasiones) y todos de vuelta a casa; con historias que el tiempo hará heroicas y dejarán a David como un aficionado, centenas de fotos para inundar las redes sociales (uf!!!), egos inflados y la sensación de haber salvado al mundo.

Pues bien, la señorita Greta dijo, y muchos compraron: ”Me han robado la infancia”.

Presumo que en la Suecia donde vive, será que le negaron el chokladbollar de postre o no le dieron suficientes coronas para los dulces de los sábados.

Me da la impresión de que Greta y sus amigos disfrutan del aburrimiento del que hablaba Lacan y a efectos de buscar emociones le dejan el caniche a mamá (que no se olvide de abrigarlo con la batita antialérgica y que coma la comida diet con Omega 3 por favor) y en vez de irse a Maldivas o Bentota (por suerte las lluvias terminan en un mes) se mandan un crucero mediterráneo jugando a Normandía.

En Uruguay supimos tener estas juventudes y terminamos muy mal.

Yo les sugiero a estos jóvenes que vayan a Sudán y, desde el Mar Rojo, hacen puerto y desembarcan alegremente pasando la comida a un vehículo (me imagino una VW combi con florcitas) y salen a enderezar entuertos. Después nos cuentan...

Por último, me pregunto: (y rezo para que ese día nunca llegue) qué harán estos héroes de Tick Tock cuando en una procelosa noche otoñal los Spetsnaz de Putín los dejen a oscuras, sin calefacción, sin agua y sin wifi, como preludio a la llegada de los tanques rusos.