Roberto A.A. | Montevideo
@|A Pacha Sánchez solo le falta llorar en cámara. Dice “venimos 40 días, hermano”, como si eso resolviera algo. Para él, el hambre puede esperar.

Prometieron $2.500 para los estudiantes que iniciaban los cursos. Hoy, pasados 40 días del inicio, la plata no aparece.

Dijeron que iban a repartir esperanza, pero reparten excusas.

Dijeron que venían con el pueblo, pero se olvidaron de él apenas pisaron el poder.

Mientras Sánchez visita ollas populares -conmovido, pero sin soluciones reales- los estudiantes esperan, las familias esperan, el país entero espera que este gobierno haga algo más que posar para las fotos.

Un gobierno que llegó al poder vendiendo humo… ahora se está quemando en su propia mentira.

Como analista político, lo dijimos desde el primer día: éste sería un gobierno de relato, de marketing, de emociones fingidas y promesas vacías.

Reiteradamente advertimos sobre las falsedades y mentiras. Nos criticaron por decir la verdad.

Hoy, tarde, muchos se dan cuenta de que no nos equivocamos.

Este es -y seguirá siendo- un gobierno inoperante.