Otro motivo para asustarse

El mundo ya está plagado de crisis, y aquí puede haber otra: Corea del Norte está actuando de maneras muy inusuales, lo que lleva a algunos analistas veteranos a temer que esté preparando un ataque sorpresa contra Corea del Sur y quizás también contra Japón y Guam.

He visto muchas falsas alarmas desde que comencé a cubrir y visitar Corea del Norte en los años 1980. No escribiría sobre esta última advertencia, excepto que proviene de dos expertos particularmente creíbles que concluyen sin rodeos que “Kim Jong Un ha tomado la decisión estratégica de ir a la guerra”.

Esto es especulación sin pruebas contundentes que la respalden, y reconocen que este tipo de predicción es complicada. Pero uno de esos expertos es Robert Carlin, que lleva 50 años analizando a Corea del Norte para la CIA, el Departamento de Estado y otras organizaciones. El otro es Siegfried Hecker, un experto nuclear de Stanford que visitó Corea del Norte siete veces y tuvo amplio acceso a los programas nucleares de ese país; aparentemente es el único estadounidense que ha tenido plutonio norcoreano (en un frasco) en sus manos.

Carlin y Hecker publicaron su advertencia en un ensayo en el sitio web 38 North, que se centra en Corea del Norte. Plantearon la posibilidad de que Corea del Norte pudiera usar sus ojivas nucleares para atacar la región (no está claro si sus ojivas podrían llegar a Estados Unidos y sobrevivir al reingreso a la atmósfera).

Carlin y Hecker dijeron que no saben cuándo se produciría un ataque de Kim, el líder del país, ni qué forma podría adoptar.

“¿Va a ser un ataque total?” -Preguntó Carlín-. “No tengo idea de cuál es el pensamiento de su Ejército en este momento. Sospecho que está haciendo planes y están discutiendo al respecto. Y algunos de ellos dicen: ‘Esto es una locura. No podemos hacerlo.’ Otros dicen: ‘Esto es lo que quiere el líder y lo vamos a hacer’. Y, de hecho, tenemos suficientes misiles y ojivas nucleares como podemos”.

Corea del Norte sobresale en fanfarronadas e insultos (¿recuerdan el término “chocho”?), y mi opinión general es que Kim es un pragmático que utiliza la grandilocuencia como palanca de negociación. Ese puede ser el caso esta vez: nunca hemos entendido muy bien lo que está pasando con los norcoreanos, y tal vez solo estén buscando atención. Me inclinaría por desestimar estas advertencias, si vinieran de alguien más. Pero Carlin y Hecker son profesionales que merecen que se tome muy en serio su alarma.

Desde hace algún tiempo es evidente que algo está en marcha en Corea del Norte. Kim puso sus esperanzas en una cumbre de 2019 con el presidente Donald Trump en Hanoi, Vietnam, y eso fracasó, dejando a Kim humillado. Durante décadas bajo tres líderes, Corea del Norte buscó un acuerdo con Estados Unidos, que involucrara comercio, prestigio y beneficios económicos, pero ahora parece haber renunciado a ello. En lugar de ello, ha reforzado los vínculos con Rusia, ha mejorado sus capacidades en materia de armas nucleares y ha intensificado su retórica.

Esta semana, Corea del Norte anunció que adoptaría un enfoque mucho más duro hacia Corea del Sur, cambiando su constitución y su política de larga data sobre la reunificación, y que no respetaría las líneas fronterizas tradicionales. Kim dijo que su Ejército estaba haciendo preparativos para “un gran evento revolucionario”, lo que según Carlin es una frase que se ha utilizado anteriormente para describir la guerra con Corea del Sur.

Kim dijo que Corea del Norte no quería la guerra, pero sugirió que podría estar por llegar: “La guerra destruirá terriblemente la entidad llamada República de Corea” -el nombre oficial de Corea del Sur- “y pondrá fin a su existencia. E infligirá una derrota aplastante e inimaginable a Estados Unidos”.

Me comuniqué con otros expertos para evaluar sus puntos de vista. Joel Wit, un veterano experto en Corea del Norte en el Departamento de Estado, ahora en el Centro Stimson, dijo que toma a Carlin y Hecker “extremadamente en serio”. Wit dijo que un incidente reciente en el que Corea del Norte disparó proyectiles de artillería cerca de aguas en disputa con Corea del Sur le provocó “escalofríos”, porque parecía un posible ensayo de una provocación importante.

La administración Biden no se ha centrado en Corea del Norte por razones comprensibles: está luchando con muchas otras crisis urgentes. Puede que sea demasiado tarde para dialogar diplomáticamente con el Norte si este ha renunciado decisivamente a Estados Unidos, dijo Wit, pero añadió que China está ahora tan profundamente alarmada por Corea del Norte que Beijing podría ser de ayuda.

Deborah Fikes, miembro del Comité Nacional sobre Corea del Norte, una coalición de personas con profunda experiencia en el país, dijo que muchas organizaciones sin fines de lucro que normalmente tienen relaciones de trabajo con Corea del Norte ni siquiera han podido obtener respuestas a sus consultas. A ella también le preocupa el riesgo de conflicto.

Por otro lado, una razón para el escepticismo es que es difícil ver cómo Corea del Norte se beneficia al atacar a sus vecinos. Carlin y Hecker no tienen una respuesta sólida para eso, pero señalan que hay una larga historia de ataques sorpresa en todo el mundo, que fueron sorprendentes precisamente porque no tenían sentido para los atacados.

Hecker observó que Corea del Norte es uno de los tres únicos países que constituyen amenazas nucleares potenciales para Estados Unidos (los otros son Rusia y China), pero últimamente Corea del Norte no ha recibido mucha atención de alto nivel. Debería.

Lo que más he aprendido al cubrir Corea del Norte es a no hacer predicciones al respecto.

Pero me parece prudente que la administración Biden intensifique los contactos diplomáticos con Corea del Norte, intente involucrar a China en niveles superiores en este tema, asigne recursos de inteligencia para comprender mejor los riesgos de Corea del Norte y garantice que nuestras fuerzas militares estén preparadas. Ninguno de nosotros sabe lo que sucederá y sería prudente estar preparados para cualquier cosa.