Tic

Mientras la demanda tecnológica crece, las políticas deben apuntar a integrar las TI a los sectores tradicionales
La ciudad de EE.UU. se convierte en un «hub» que atrae a empresas nacionales; la llegada de grandes corporaciones de TI, fondos de inversión y la sintonía cultural acerca a los ecosistemas de ambos mercados
Santiago Risso, de Uruguay XXI, dice que los extranjeros se ven atraídos por la estabilidad, pero al mismo tiempo sienten que es elevado el costo de vida.
EXPOSICIÓN Los grandes ejes del gobierno ya están definidos y el presidente Luis Lacalle Pou los ha comunicado varias veces: se sabe que -por citar los principales- la reforma jubilatoria, la transformación educativa y la erradicación de los asentamientos son prioridades que el mandatario busca que se traduzcan en resultados palpables en los próximos meses. Pero también hay otras apuestas, en consonancia también con su visión política, que Lacalle Pou empuja y comunica cuando entiende oportuno. Uno de ellos, conforme con su ambición de que Uruguay profundice el camino de apertura al mundo y los procesos de formación necesarios para aggiornarse a las exigencias de las nuevas industrias, fue anunciado ayer durante su discurso en el evento “Test & Invest” del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), que se realizó en Punta del Este.
Informe Antonio Larronda ¿Qué tienen en común un biólogo, un peluquero, una educadora preescolar, una arquitecta, una bioquímica y un abogado? Todos dejaron sus profesiones para volcarse a un mismo sector, el tecnológico. Ya sea por necesidad, por descubrir una pasión escondida o por buscar un rubro con mejor salario, flexibilidad laboral o cultura organizacional, cada vez son más las personas de diferentes edades y en distintas etapas de la vida, que deciden dar un giro profesional y comenzar a trabajar en tecnología. Esta tendencia es bienvenida por un sector que, justamente, tiene en la falta de profesionales el gran escollo para seguir creciendo. Desde la Cámara Uruguaya de Tecnologías de Información (CUTI) aseguran que existe una faltante de 5.000 personas en la industria TI para resolver el problema actual. A cambio, las empresas se nutren de profesionales que llegan con otra mirada y aportan más que la posibilidad de programar, gracias a habilidades que arrastran otras experiencias. Desarrollador web de Moove-It Martín Figares
Empresas Antonio Larronda La cifra es secreta, pero en abril se concretó la venta de otra empresa tecnológica uruguaya. Se trata de Cualit, cuya sede está en Punta del Este, que fue adquirida por la canadiense The Sandbox. Ambas empresas venían trabajando en conjunto hace más de un año y la operación se concretó en abril de este año, según indicaron desde la compañía local. Tras la operación, la firma local pasará a denominarse The Sandbox Uruguay, será la segunda filial de la empresa en América Latina (ya está presente en Argentina) y mantendrá el equipo de 100 personas que conformaban la firma uruguaya. Además, Martín y Federico Pérez, los hermanos que cofundaron Cualit, seguirán liderando el capítulo local de Sandbox para impulsar el crecimiento del equipo. De hecho, el plan es terminar este año con un equipo de 150 personas, confirmó Martín a El Empresario. Cualit ha trabajado en difrentes proyectos tecnológicos en los últimos 10 años, principalmente en áreas de blockchain. "La tecnología de Web3 está evolucionando rápidamente y creemos que The Sandbox Uruguay nos ayudará a incorporar a millones de usuarios gracias a su experiencia en diseño web y flujo de usuarios", dijo Arthur Madrid, CEO y cofundador de The Sandbox en un comunicado. "Uruguay es un lugar fantástico para invertir en tecnología y vemos una nueva generación de desarrolladores que quieren repensar la forma en que estamos usando y poseer nuestros datos a través del metaverso abierto", agregó. Por su parte, los cofundadores de Cualit y actuales directores de Sandbox Uruguay, dijeron estar "facultados para levantar un nuevo hub de talento para toda América Latina, impulsando el crecimiento de The Sandbox y de la región". En tanto, Sebastien Borget, director de operaciones y cofundador de The Sandbox, aseguró que la adquisición ayudará a su empresa a escalar rápidamente "la adopción del sistema de juego y ganancia por parte de nuestro creciente ecosistema tanto de marcas asociadas como de la UGC Creators Economy", cerró.
Negocios Antonio Larronda Este contenido es exclusivo para nuestros suscriptores. No es lo mismo un seguro para un carpintero que trabaja en su taller que para uno que además sube a techos y trabaja en altura. Captar ese dato en tiempo real mediante tecnología de Inteligencia Artificial, Natural Language Processing y algoritmos de clasificación y sin utilizar una base de datos es lo que hace Relativity6. La startup fue creada en EE.UU. por el uruguayo Alan Ringvald y acaba de cerrar una ronda de inversión por US$ 8 millones. Ringvald —nieto del Américo Ringvald, fundador de la agencia de viajes Jetmar— vive en EE.UU. y creó la empresa en 2016 tras graduarse en el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) junto a Abraham Rodríguez, su compañero de clase. De hecho, según cuenta desde EE.UU. la tecnología se basa en la investigación para su tesis de graduación. Hoy la empresa tiene sede en Boston y cuenta con oficinas en Los Ángeles y en México (Guadalajara, Veracruz y Ciudad de México). Creció 350% en los últimos seis meses y emplea 42 personas, según indicó. Relativity6 acaba de cerrar una ronda de inversión conjunta que incluye US$ 5 millones de capital de riesgo liderada por la empresa Fin VC y otros US$ 3 millones llegaron de más de 40 inversores ángeles de todo el mundo, dijo Ringvald. La inyección de capital será dirigida tanto al área comercial como a la de desarrollo tecnológico para continuar con el diseño de sus productos. «Existen otras variables que podemos predecir mediante nuestra plataforma, la clasificación industrial es solamente el comienzo», apuntó. Ringvald explicó que el diferencial de Relativity6 radica en su tecnología de lingüística para predecir la clasificación correcta de la industria en la que una empresa actúa. Por ejemplo, descubre asuntos importantes que a simple vista no se pueden discernir sobre su rubro sin apelar a bases de datos, «todo con información en tiempo real». En concreto, la compañía utiliza buscadores para encontrar la información más relevante de las empresas «y así detectar la industria exacta en la que actúa, su rubro principal y otra información que interese a las aseguradoras para redactar pólizas. Toda esta información se obtiene en menos de un segundo», subrayó Ringvald. Alan Ringvald "Estoy trabajando con el consulado de Uruguay en San Francisco para ver cómo utilizar ese talento uruguayo no solamente para colaborar con nuestra empresa sino también con muchas otras de este país" Un ejemplo práctico de como la aplicación tiene importancia para la industria de los seguros y finanzas, puede verse en una carpintería. Allí es vital que la empresa de seguros sepa si el carpintero también se sube a los techos (lo que aumenta el riesgo en su trabajo). De esta forma, la aseguradora aumenta sus ganancias. Lo mismo aplica para una institución financiera que da préstamos y quiere saber qué riesgo corre de que la empresa tomadora del préstamo realmente le devuelva el crédito, explicó. La cartera de clientes de Relativity6 está compuesta por compañías de seguro -con énfasis en pólizas comerciales-, plataformas de seguros, grandes empresas financieras y fintechs. Y si bien la empresa tiene oficinas en México, Ringvald aclaró que por ahora sus negocios están concentrados en los mercados anglosajones como EE.UU., Inglaterra y otras regiones. Entre sus principales clientes destacan MetLife, Willis Towers Watson, Tokio Marine y Cincinnati Insurance. El empresario adelantó que el plan ahora es sumar personal de ventas, pero también científicos de datos e ingenieros de infraestructura, y que estos últimos pueden ser uruguayos. Agregó que buscará colaborar incluso para insertarlos en otras empresas. «Estoy orgulloso de que Uruguay tenga una comunidad tan grande y conocedora de los temas de inteligencia artificial con ingenieros muy inteligentes y empresas que ya trabajan con EE.UU. Estoy trabajando con el consulado de Uruguay en San Francisco para ver cómo utilizar ese talento uruguayo no solamente para colaborar con nuestra empresa sino también con muchas otras de este país, las cuales tienen mucha necesidad de contratar este tipo de ingenieros de software. Ambas posibilidades son viables dependiendo de las circunstancias y etapas en la que se encuentre la empresa», aseguró.
EMPRESAS Antonio Larronda «El monto de la transacción es confidencial pero se eleva a algunos millones de dólares», dijo Nicolás Bistolfi, desde el otro lado del teléfono. El emprendedor uruguayo, cofundador de la plataforma de comercio electrónico Woow, se refiere a la venta de Piio, tecnológica uruguaya que cocreó en 2017, adquirida a fines de 2021 por Swell, plataforma de e-commerce estadounidense que ofrece herramientas e infraestructura para ventas por Internet, como carritos de compra, y que registra un crecimiento anual de 400% (alcanzó 1.000 clientes en 2021). «La venta se cerró el año pasado, pero pudo hacerse pública ahora», aclaró a El Empresario desde California, donde reside hace unos años. El atractivo de Piio radica en el potencial de su software, que permite optimizar imágenes y mejorar el rendimiento de la velocidad de los sitios web. «La tecnología que creamos puede reducir el 95% del ancho de banda, lo que significa una mejora directa en la experiencia del usuario. La velocidad de la página se correlaciona directamente con la conversión en ventas, ya que la gente tiene más tiempo para navegar por los productos en lugar de esperar a que se cargue la página», señaló Bistolfi. De hecho, este interés por incrementar ventas a través de mejoras de procesos de compra le interesa hace mucho tiempo. «Desde siempre, incluso en Woow, tuve interés en mejorar los procesos de compra para que impacte en más ventas». Cuando llegó la propuesta de compra, Piio estaba en el pico de mayor transferencia de imágenes y usuarios únicos en el mundo, aseguró Bistolfi, con un ritmo de transferencia de 5 millones de imágenes por hora. En términos de sitios web, alcanzaron los 15.000 registrados y, como el modelo es fremium, contaban con entre 50 y 60 clientes pagos. «Nuestro principal cliente era una empresa pública de Canadá (50% de la facturación). El resto venía de empresas de EE.UU. (30%) y otros países del mundo (20%)». Ronda A. Swell cerró inversión de US$ 20 millones para sumar 100 personas, 30 pertenecientes al equipo de ingeniería y tecnología serían contratadas en Uruguay. Tras la operación, el equipo de Piio, compuesto por Bistolfi (CEO), Gonzalo Rosso (director técnico de cuentas) e Ismael Pisano (ingeniero de infraestructuras), formarán parte de la nueva empresa. Bistolfi como vicepresidente de Tecnología, Rosso en el equipo de mejora de experiencia de cliente y Pisano en el de tecnología de nuevas soluciones para mejorar la velocidad de Swell. Sobre la marca Piio, Bistolfi dijo que no se ha concretado una instancia de planificación sobre si seguirá existiendo o las soluciones que ofrecen se integrarán al portafolio de Swell. Sin embargo, el emprendedor confirmó que Uruguay está en los planes de crecimiento de Swell. «Vamos a crecer en el país. La empresa acaba de cerrar una Serie A de inversión por US$ 20 millones. Sumaremos 100 personas este año para cerrar con un equipo de 140. De éstas, el plan es que 30 pertenecientes al equipo de ingeniería y tecnología sean contratadas en Uruguay. Queremos que el país sea un hub para Latinoamérica», cerró el emprendedor. De idea a venta millonaria en cuatro años Los inicios de la plataforma Piio datan de 2017, cuando empezó como un producto de prueba de Bistolfi, quien tiene experiencia en trabajar con velocidad y procesamiento de imágenes. En 2018, logró el apoyo de la Agencia Nacional de Investigación e Innovación (ANII). Ese año concretó su lanzamiento y en 2020 captó US$ 1 millón de inversión de capitales uruguayos y de EE.UU. Se comercializa bajo un modelo software as a service (SaaS).
Entrevista Antonio Larronda Nicolás Zangaro es montevideano y tiene 40 años. Hace 12 decidió dejar un alto cargo en una empresa tecnológica para lanzarse, junto a Neri Custodio y Álvaro Vázquez, a un proyecto «sin clientes», pero con la idea de brindar «el mejor servicio». Al año, la empresa de desarrollo de software logró el equilibrio, y tras crecer a un ritmo de 20%, en 2019 decidieron ir a más y apuntar a EE.UU. Desde entonces, la firma sumó 135 personas, aumentó la facturación y rechaza dos ofertas de compra e inversión por semana. Es para no «perder la esencia» por la que la eligen sus «clientes y colaboradores», dice. Con EE.UU. y Latinoamérica como norte, espera crecer 40% este año. Está casado, tiene dos hijas y disfruta hacer deporte. ¿Cómo se gestó Switch?